¡Ay, Dios mío! El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está metido en un brete gordo, un verdadero chinchorro de controversia. Resulta que la socóloga Monserrat Sagot soltó la bomba, acusando a la institución de estar escogiendo qué casos atender y cuáles mandar al diablo, ¡y parece que todo esto tiene que ver con intereses políticos!
Según Sagot, el PANI tenía que estar protegiendo a los ninos y adolescentes, ese era su trabajo, su vara. Pero últimamente, la cosa anda antojadiza, como diríamos acá. Hay casos dramáticos, con violencia extrema, y el PANI se queda mirándolos desde lejos, como si le tuviera miedo al canguelo. Una pena, porque en un país donde los abusos siguen siendo una carga pesadísima, necesitábamos que el PANI estuviera firme y trabajando duro.
La experta no se anduvo con rodeos: dijo que esto no es propio del rol que debe tener el PANI, que se está dejando influenciar por lo que parece ser “razonamientos político-electorales”. ¡Imagínate! La institución encargada de defender a los más indefensos jugando a ser peón de la política. ¿Hasta dónde caeremos?
Y como si fuera poco, el PANI ya estaba medio salado por otras cosas, por su lentitud, por su ineficiencia. Ahora esto encima, les da otro golpe certero a su credibilidad. Ya perdieron bastante legitimidad en el pasado, y este nuevo escándalo solo hace que profundicen ese pozo oscuro. Es como si estuvieran apagando incendios con agua salada, al final solo logran empeorar las cosas.
Para ponerle más leña al fuego, el Patronato abrió una investigación contra el candidato presidencial Álvaro Ramos Chaves y su familia por un video en el que aparece su hija en un acto político. ¡Qué nivel de movida! Parece sacado de una telenovela, pero estamos hablando de niños y de instituciones públicas que deberían estar sirviendo a la gente, no a agendas políticas.
Laura Chinchilla, la ex presidenta, tampoco tardó en meterle dedo a la olla. Criticó duramente al PANI, diciendo que están desperdiciando tiempo y recursos en este caso, cuando hay miles de jóvenes que necesitan ayuda urgente. Señaló que deberían estar enfocándose en problemas reales, como la falta de oportunidades para los jóvenes y el abandono infantil. ¡Con razón se molestó, todo mundo estaría molesto!
Algunos candidatos presidenciales, como respuesta a la investigación del PANI, han salido a respaldar a Ramos Chaves, alegando que se trata de una persecución política. ¿Será cierto? ¿O simplemente están tratando de aprovechar la oportunidad para atacar al PANI y ganar votos? La verdad es que la situación está tan cargada que cualquiera podría interpretar las cosas a su favor. Este entuerto político nos distrae de lo realmente importante: el bienestar de nuestros ninos y adolescentes.
En fin, la cosa está que arde. Un escándalo que expone la fragilidad de nuestras instituciones y la politización de temas sensibles. ¿Ustedes creen que el PANI necesita una reforma profunda, o que estos son solo dolores de parto de un proceso electoral turbulento? ¿Deberían destituir a los altos funcionarios del PANI para darle un respiro a la institución y recuperar la confianza de la población?
Según Sagot, el PANI tenía que estar protegiendo a los ninos y adolescentes, ese era su trabajo, su vara. Pero últimamente, la cosa anda antojadiza, como diríamos acá. Hay casos dramáticos, con violencia extrema, y el PANI se queda mirándolos desde lejos, como si le tuviera miedo al canguelo. Una pena, porque en un país donde los abusos siguen siendo una carga pesadísima, necesitábamos que el PANI estuviera firme y trabajando duro.
La experta no se anduvo con rodeos: dijo que esto no es propio del rol que debe tener el PANI, que se está dejando influenciar por lo que parece ser “razonamientos político-electorales”. ¡Imagínate! La institución encargada de defender a los más indefensos jugando a ser peón de la política. ¿Hasta dónde caeremos?
Y como si fuera poco, el PANI ya estaba medio salado por otras cosas, por su lentitud, por su ineficiencia. Ahora esto encima, les da otro golpe certero a su credibilidad. Ya perdieron bastante legitimidad en el pasado, y este nuevo escándalo solo hace que profundicen ese pozo oscuro. Es como si estuvieran apagando incendios con agua salada, al final solo logran empeorar las cosas.
Para ponerle más leña al fuego, el Patronato abrió una investigación contra el candidato presidencial Álvaro Ramos Chaves y su familia por un video en el que aparece su hija en un acto político. ¡Qué nivel de movida! Parece sacado de una telenovela, pero estamos hablando de niños y de instituciones públicas que deberían estar sirviendo a la gente, no a agendas políticas.
Laura Chinchilla, la ex presidenta, tampoco tardó en meterle dedo a la olla. Criticó duramente al PANI, diciendo que están desperdiciando tiempo y recursos en este caso, cuando hay miles de jóvenes que necesitan ayuda urgente. Señaló que deberían estar enfocándose en problemas reales, como la falta de oportunidades para los jóvenes y el abandono infantil. ¡Con razón se molestó, todo mundo estaría molesto!
Algunos candidatos presidenciales, como respuesta a la investigación del PANI, han salido a respaldar a Ramos Chaves, alegando que se trata de una persecución política. ¿Será cierto? ¿O simplemente están tratando de aprovechar la oportunidad para atacar al PANI y ganar votos? La verdad es que la situación está tan cargada que cualquiera podría interpretar las cosas a su favor. Este entuerto político nos distrae de lo realmente importante: el bienestar de nuestros ninos y adolescentes.
En fin, la cosa está que arde. Un escándalo que expone la fragilidad de nuestras instituciones y la politización de temas sensibles. ¿Ustedes creen que el PANI necesita una reforma profunda, o que estos son solo dolores de parto de un proceso electoral turbulento? ¿Deberían destituir a los altos funcionarios del PANI para darle un respiro a la institución y recuperar la confianza de la población?
