¡Ay, Dios mío! Esto sí que está pesado. Otro día, otra tragedia en un lugar que debería ser seguro. Esta vez, la bronca salió a relucir en el food court del Multicentro de Desamparados, dejando a una orientadora y una estudiante con heridas y a dos chamacos metidos en problemas serios. Uno se piensa que vamos a estar tranquilos hasta para comernos unos tacos, diay.
Según nos cuentan los compañeros de la Fuerza Pública, todo empezó pasada la cinco de la tarde. La central de emergencias 911 se llenó de llamadas diciendo que había una pelea monumental entre varios muchachos en medio de la zona de comida. Cuando llegaron los oficiales, encontraron a una pobre orientadora del Liceo Monseñor Odio con un cortecito en la mano, tratando de calmar la situación, y a una estudiante con una lastimadura en la espalda, presa del susto. ¡Imagínate la impresión!
Parece que la bronca se originó porque unas cosas así, pues... esos detalles los va manejando el OIJ, pero lo cierto es que rápidamente escaló y terminaron saliendo los cuchillos. Afortunadamente, los socorristas llegaron rápido y atendieron a las afectadas, llevándolas para que recibieran atención médica adecuada. Esperamos que se recuperen pronto y puedan superar este trauma terrible.
Pero eso no es todo, ¿eh? Después de controlar la situación, la policía capturó a dos adolescentes – uno de 15 y otro de 16 años –, ambos estudiantes del Liceo Ricardo Jiménez Oreamuno. Ahora están a disposición de la fiscalía penal juvenil, enfrentando cargos bien duros por su participación en este altercado. Por si fuera poco, decomisaron un cuchillo en la escena, que servirá como evidencia ante los tribunales.
Marlon Cubillo, el jefe de la Fuerza Pública, expresó su tristeza por lo sucedido y recordó que este caso ya está en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Él también hizo un llamado pa’ que refuercemos la prevención de la violencia en todos lados, especialmente en los centros comerciales, que como sabemos, son lugares muy visitados por familias enteras y muchachada. ¡Es que uno nunca sabe qué puede pasar!
Estos incidentes, como este último, se suman a una larga lista de problemas que hemos tenido con menores de edad metidos en peleas y situaciones peligrosas. Da mucho que pensar, ¿verdad? Parece que necesitamos urgentemente fortalecer los programas de convivencia y apoyo en los colegios para evitar que esto siga pasando. Especialmente en barrios como Desamparados, donde hay mucha gente junta y los jóvenes pasan gran parte del tiempo en estos centros comerciales buscando qué hacer.
Ahora mismo, los vecinos y los dueños de los negocios del Multicentro están preocupadísimos por la seguridad del lugar. Entiendo totalmente su inquietud, porque nadie quiere sentirse inseguro ni tener que vivir con el miedo de que algo así pueda suceder. Las víctimas, por su parte, están tratando de recuperarse de sus heridas físicas y emocionales, mientras que las autoridades siguen investigando para aclarar todos los detalles de este caso tan triste.
En fin, una situación bastante incómoda, ¿no creen? Este suceso nos hace reflexionar sobre la importancia de la educación, la supervisión familiar y el rol de la sociedad en general para prevenir la violencia. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que es momento de implementar medidas más estrictas en los centros comerciales o enfocarnos en fortalecer los programas educativos y sociales para nuestros jóvenes?
Según nos cuentan los compañeros de la Fuerza Pública, todo empezó pasada la cinco de la tarde. La central de emergencias 911 se llenó de llamadas diciendo que había una pelea monumental entre varios muchachos en medio de la zona de comida. Cuando llegaron los oficiales, encontraron a una pobre orientadora del Liceo Monseñor Odio con un cortecito en la mano, tratando de calmar la situación, y a una estudiante con una lastimadura en la espalda, presa del susto. ¡Imagínate la impresión!
Parece que la bronca se originó porque unas cosas así, pues... esos detalles los va manejando el OIJ, pero lo cierto es que rápidamente escaló y terminaron saliendo los cuchillos. Afortunadamente, los socorristas llegaron rápido y atendieron a las afectadas, llevándolas para que recibieran atención médica adecuada. Esperamos que se recuperen pronto y puedan superar este trauma terrible.
Pero eso no es todo, ¿eh? Después de controlar la situación, la policía capturó a dos adolescentes – uno de 15 y otro de 16 años –, ambos estudiantes del Liceo Ricardo Jiménez Oreamuno. Ahora están a disposición de la fiscalía penal juvenil, enfrentando cargos bien duros por su participación en este altercado. Por si fuera poco, decomisaron un cuchillo en la escena, que servirá como evidencia ante los tribunales.
Marlon Cubillo, el jefe de la Fuerza Pública, expresó su tristeza por lo sucedido y recordó que este caso ya está en manos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Él también hizo un llamado pa’ que refuercemos la prevención de la violencia en todos lados, especialmente en los centros comerciales, que como sabemos, son lugares muy visitados por familias enteras y muchachada. ¡Es que uno nunca sabe qué puede pasar!
Estos incidentes, como este último, se suman a una larga lista de problemas que hemos tenido con menores de edad metidos en peleas y situaciones peligrosas. Da mucho que pensar, ¿verdad? Parece que necesitamos urgentemente fortalecer los programas de convivencia y apoyo en los colegios para evitar que esto siga pasando. Especialmente en barrios como Desamparados, donde hay mucha gente junta y los jóvenes pasan gran parte del tiempo en estos centros comerciales buscando qué hacer.
Ahora mismo, los vecinos y los dueños de los negocios del Multicentro están preocupadísimos por la seguridad del lugar. Entiendo totalmente su inquietud, porque nadie quiere sentirse inseguro ni tener que vivir con el miedo de que algo así pueda suceder. Las víctimas, por su parte, están tratando de recuperarse de sus heridas físicas y emocionales, mientras que las autoridades siguen investigando para aclarar todos los detalles de este caso tan triste.
En fin, una situación bastante incómoda, ¿no creen? Este suceso nos hace reflexionar sobre la importancia de la educación, la supervisión familiar y el rol de la sociedad en general para prevenir la violencia. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que es momento de implementar medidas más estrictas en los centros comerciales o enfocarnos en fortalecer los programas educativos y sociales para nuestros jóvenes?
