¡Ay, Dios mío! La cosa está feísima para los productores de papaya acá en Costa Rica. Resulta que hay un movidito oscuro con papayas y otras frutas que vienen de Panamá sin pagar los deberes, y esto les está dando duro a los que trabajamos honestamente la pura. Llegó la hora de ponerle chinches a este asunto que ya se salió de las manos.
La bronca comenzó a gestarse hace tiempo, pero ahora explotó a toda máquina cuando un grupo de productores de zonas como Parrita, Guápiles, Guácimo y Pérez Zeledón decidieron levantar la voz en las oficinas del Cenada. Estaban furiosos, porque aseguran que están siendo desplazados por productos ilegales que entran por la frontera sur, aprovechándose de laxitudes en los controles y leyes. Están diciendo que a los panameños se les facilita la vida a punta de factura falsa y de pasillos abiertos.
Marco Vega, un productor de papaya con varios años de experiencia, nos contó que la situación es desesperante. Según él, los panameños llegan a bodegas de dueños ticos con cargas de papaya, limones y sandías, entregándolas sin problemas. Luego, los compradores emiten facturas falsas que hacen creer que el producto es de origen nacional, evitando así el pago de impuestos y aranceles. ¡Una verdadera torta!
“Esto es una competencia desleal, pura y dura,” exclamó Freddy Vargas, otro agricultor afectado. “Nosotros invertimos, cuidamos nuestros cultivos, pagamos a los trabajadores… y ellos entran con productos baratos porque evaden los impuestos. No es justo, brete.” Además, añadió que muchos de estos productos no cumplen con los estándares de calidad ni los requisitos sanitarios que exige Costa Rica, lo que pone en riesgo la salud de los consumidores.
Los productores no solo culpan al Ministerio de Agricultura y Ganadería por la falta de controles efectivos, sino también a la policía control fiscal. Dicen que la frontera está prácticamente abierta, permitiendo el ingreso indiscriminado de mercancías ilegales. Están pidiendo que las autoridades pongan orden en el gallinero, porque la situación actual es insostenible. “Necesitamos que nos escuchen y tomen medidas urgentes. Si no, muchas fincas podrían cerrarse y miles de familias quedarían en la calle,” lamentaba Vega mientras mostraba fotos de sus campos llenos de papayas listas para cosechar.
Además del impacto económico, los productores expresan preocupación por los riesgos que representa la importación de frutas con desconocidos tratamientos fitosanitarios. “No sabemos qué químicos o pesticidas utilizaron en esos cultivos. En Costa Rica tenemos un sistema de registro y fiscalización muy estricto, pero eso se pierde cuando importamos productos de manera ilegal,” advirtió Vega, recordando que podría tratarse de una grave amenaza para la salud pública. Todo parece indicar que la maraña es más grande de lo que aparenta, con posibles vínculos entre autoridades corruptas y contrabandistas.
En resumen, la situación es de m****. Ya pidieron al Ministerio de Seguridad Pública que envíe más patrullas a Paso Canoas, el punto fronterizo por donde supuestamente entra la mayor parte de la mercancía ilegal. Esperemos que esta vez sí les hagan caso y actúen con decisión. Porque si no, esta vaina se va a ir al traste y los productores ticos van a salir perdiendo. ¿Será posible que esta crisis termine con una purga generalizada en las instituciones encargadas de controlar el comercio exterior?
Considerando todas estas declaraciones y la gravedad de la situación, ¿cree usted que el gobierno tomará medidas contundentes para combatir este contrabando y proteger a los productores nacionales, o seguirá haciendo oídos sordos ante sus reclamos? ¡Déjenos sus opiniones en el foro!
La bronca comenzó a gestarse hace tiempo, pero ahora explotó a toda máquina cuando un grupo de productores de zonas como Parrita, Guápiles, Guácimo y Pérez Zeledón decidieron levantar la voz en las oficinas del Cenada. Estaban furiosos, porque aseguran que están siendo desplazados por productos ilegales que entran por la frontera sur, aprovechándose de laxitudes en los controles y leyes. Están diciendo que a los panameños se les facilita la vida a punta de factura falsa y de pasillos abiertos.
Marco Vega, un productor de papaya con varios años de experiencia, nos contó que la situación es desesperante. Según él, los panameños llegan a bodegas de dueños ticos con cargas de papaya, limones y sandías, entregándolas sin problemas. Luego, los compradores emiten facturas falsas que hacen creer que el producto es de origen nacional, evitando así el pago de impuestos y aranceles. ¡Una verdadera torta!
“Esto es una competencia desleal, pura y dura,” exclamó Freddy Vargas, otro agricultor afectado. “Nosotros invertimos, cuidamos nuestros cultivos, pagamos a los trabajadores… y ellos entran con productos baratos porque evaden los impuestos. No es justo, brete.” Además, añadió que muchos de estos productos no cumplen con los estándares de calidad ni los requisitos sanitarios que exige Costa Rica, lo que pone en riesgo la salud de los consumidores.
Los productores no solo culpan al Ministerio de Agricultura y Ganadería por la falta de controles efectivos, sino también a la policía control fiscal. Dicen que la frontera está prácticamente abierta, permitiendo el ingreso indiscriminado de mercancías ilegales. Están pidiendo que las autoridades pongan orden en el gallinero, porque la situación actual es insostenible. “Necesitamos que nos escuchen y tomen medidas urgentes. Si no, muchas fincas podrían cerrarse y miles de familias quedarían en la calle,” lamentaba Vega mientras mostraba fotos de sus campos llenos de papayas listas para cosechar.
Además del impacto económico, los productores expresan preocupación por los riesgos que representa la importación de frutas con desconocidos tratamientos fitosanitarios. “No sabemos qué químicos o pesticidas utilizaron en esos cultivos. En Costa Rica tenemos un sistema de registro y fiscalización muy estricto, pero eso se pierde cuando importamos productos de manera ilegal,” advirtió Vega, recordando que podría tratarse de una grave amenaza para la salud pública. Todo parece indicar que la maraña es más grande de lo que aparenta, con posibles vínculos entre autoridades corruptas y contrabandistas.
En resumen, la situación es de m****. Ya pidieron al Ministerio de Seguridad Pública que envíe más patrullas a Paso Canoas, el punto fronterizo por donde supuestamente entra la mayor parte de la mercancía ilegal. Esperemos que esta vez sí les hagan caso y actúen con decisión. Porque si no, esta vaina se va a ir al traste y los productores ticos van a salir perdiendo. ¿Será posible que esta crisis termine con una purga generalizada en las instituciones encargadas de controlar el comercio exterior?
Considerando todas estas declaraciones y la gravedad de la situación, ¿cree usted que el gobierno tomará medidas contundentes para combatir este contrabando y proteger a los productores nacionales, o seguirá haciendo oídos sordos ante sus reclamos? ¡Déjenos sus opiniones en el foro!