¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir... Guanacaste, tierra de olas y atardeceres, ahora va a ser cuna de inteligencia artificial. Parece sacado de película, pero resulta que estamos hablando de Palo Negro AI & HPC Campus, un parque tecnológico que promete revolucionar cómo Costa Rica juega en la arena global tecnológica. Ya saben, dejar de ser solamente el país de pura vida y empezar a ser el país de la innovación.
La cosa es así: hace rato que los expertos andaban diciendo que estábamos quedando atrás porque no tenemos suficiente electricidad pa’ soportar estos proyectos de vanguardia. Piensa en entrenar modelos gigantes de IA, esos que usan más energía que un pueblo entero… ¡ufff! Sin poder entregarles la corriente necesaria, las empresas prefieren irse a otros países donde sí les dan facilidades. Ese era el problema, ese era el brete que nos estaba frenando.
Ahora, Palo Negro AI & HPC Campus llega con toda para darle solución. Se trata de un data center de alta densidad mezclado con un campus de energía renovable. Imaginen: un lugar donde se hacen cálculos complejos y a la vez se aprovecha el calorcito de la tierra, el solazo y hasta el airecito fresco de Bagazés. ¡Qué carga!, dicen los técnicos, que esto tenga potencial para crecer por etapas, adaptarse a nuevas tecnologías y mantener todo funcionando como un relojito suizo.
Lo bueno de ubicarlo en Bagazés es que ahí hay recursos geotérmicos, solares y eólicos a montón. Así evitamos que sobrecargue la red capitalina, que ya anda temblando, y podemos negociar con el ICE para tener un suministro de energía garantizado, pa’ que las máquinas nunca se apaguen y los proyectos no se vayan al traste. Esto le da mucha tranquilidad a las empresas que buscan invertir, porque saber que van a tener energía constante es fundamental, ¿díay?
Stellio Bertossi, el representante del proyecto, lo dice clarito: “Si queremos competir, necesitamos energía firme y renovable”. Y razón no les falta. No se trata solo de tener computadoras potentes, sino de tener la infraestructura necesaria para hacerlas funcionar sin problemas. Además, este parque viene con la onda de colaborar con las universidades y centros de investigación, pa’ que nuestros jóvenes puedan aprender y aportar sus ideas. ¡Eso sí que es a cachete!
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Todavía está en fase de prefactibilidad, eso significa que queda mucho papeleo y trámites burocráticos por delante. Hay que coordinar bien con el ICE, con el gobierno y con los reguladores, pa' que todo salga como está planeado y no terminemos con otro proyecto medio terminado. La verdad, ¡qué despiche sería si luego nos quedamos con un parque tecnológico a medio construir!
La idea es que esto no solo impulse la tecnología, sino que también genere empleos y oportunidades en la región Chorotega. Imaginen todas esas personas capacitándose para trabajar en el data center, diseñando programas de IA, investigando nuevas aplicaciones... ¡sería un antes y un después para la economía local! Al final, todos ganamos si fomentamos el desarrollo tecnológico y damos paso a la gente joven talentosa que tiene muchas ganas de progresar.
En fin, parece que Costa Rica está dando un paso importante hacia el futuro. Un parque tecnológico con energía renovable suena a oportunidad de oro, pero también implica retos y responsabilidades. Confiemos en que las autoridades hagan lo correcto y que este proyecto sea un éxito rotundo. Pero me pregunto, ¿cree usted que Costa Rica está realmente preparada para abrazar la revolución de la inteligencia artificial y aprovechar al máximo las oportunidades que nos brinda esta nueva era tecnológica?
La cosa es así: hace rato que los expertos andaban diciendo que estábamos quedando atrás porque no tenemos suficiente electricidad pa’ soportar estos proyectos de vanguardia. Piensa en entrenar modelos gigantes de IA, esos que usan más energía que un pueblo entero… ¡ufff! Sin poder entregarles la corriente necesaria, las empresas prefieren irse a otros países donde sí les dan facilidades. Ese era el problema, ese era el brete que nos estaba frenando.
Ahora, Palo Negro AI & HPC Campus llega con toda para darle solución. Se trata de un data center de alta densidad mezclado con un campus de energía renovable. Imaginen: un lugar donde se hacen cálculos complejos y a la vez se aprovecha el calorcito de la tierra, el solazo y hasta el airecito fresco de Bagazés. ¡Qué carga!, dicen los técnicos, que esto tenga potencial para crecer por etapas, adaptarse a nuevas tecnologías y mantener todo funcionando como un relojito suizo.
Lo bueno de ubicarlo en Bagazés es que ahí hay recursos geotérmicos, solares y eólicos a montón. Así evitamos que sobrecargue la red capitalina, que ya anda temblando, y podemos negociar con el ICE para tener un suministro de energía garantizado, pa’ que las máquinas nunca se apaguen y los proyectos no se vayan al traste. Esto le da mucha tranquilidad a las empresas que buscan invertir, porque saber que van a tener energía constante es fundamental, ¿díay?
Stellio Bertossi, el representante del proyecto, lo dice clarito: “Si queremos competir, necesitamos energía firme y renovable”. Y razón no les falta. No se trata solo de tener computadoras potentes, sino de tener la infraestructura necesaria para hacerlas funcionar sin problemas. Además, este parque viene con la onda de colaborar con las universidades y centros de investigación, pa’ que nuestros jóvenes puedan aprender y aportar sus ideas. ¡Eso sí que es a cachete!
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Todavía está en fase de prefactibilidad, eso significa que queda mucho papeleo y trámites burocráticos por delante. Hay que coordinar bien con el ICE, con el gobierno y con los reguladores, pa' que todo salga como está planeado y no terminemos con otro proyecto medio terminado. La verdad, ¡qué despiche sería si luego nos quedamos con un parque tecnológico a medio construir!
La idea es que esto no solo impulse la tecnología, sino que también genere empleos y oportunidades en la región Chorotega. Imaginen todas esas personas capacitándose para trabajar en el data center, diseñando programas de IA, investigando nuevas aplicaciones... ¡sería un antes y un después para la economía local! Al final, todos ganamos si fomentamos el desarrollo tecnológico y damos paso a la gente joven talentosa que tiene muchas ganas de progresar.
En fin, parece que Costa Rica está dando un paso importante hacia el futuro. Un parque tecnológico con energía renovable suena a oportunidad de oro, pero también implica retos y responsabilidades. Confiemos en que las autoridades hagan lo correcto y que este proyecto sea un éxito rotundo. Pero me pregunto, ¿cree usted que Costa Rica está realmente preparada para abrazar la revolución de la inteligencia artificial y aprovechar al máximo las oportunidades que nos brinda esta nueva era tecnológica?