Maes, a veces entre tanto despiche y noticia que lo deja a uno agüevado, aparece algo que de verdad vale la pena compartir. Una de esas varas que le devuelven a uno la fe en la humanidad, ¿saben? Y hoy me topé con una que es simplemente demasiado buena para no contarla. Resulta que la Fundación Fresh Start, en una alianza con el Hospital Metropolitano y la gente de PediaClinic, está relanzando un programa que es, sin exagerar, una salvada. Van a dar cirugías reconstructivas completamente gratis a güilas ticos que las necesiten. Y no aquí, sino en Estados Unidos. ¡Qué chiva!, ¿verdad?
La iniciativa no es para cualquier cosa. Estamos hablando de casos serios que realmente impactan la vida de un niño: labio y paladar hendido, malformaciones en las orejas, deformidades en manos y pies, estrabismo, cicatrices gachas por quemaduras... Diay, un montón de condiciones que no solo afectan la salud física, sino que también le pueden hacer la infancia muy dura a cualquiera. La idea es, básicamente, cambiarles el futuro. No es solo un tema estético, es devolverles la confianza, la funcionalidad y la oportunidad de crecer sin el peso de una condición que los haga sentir diferentes. Un brete monumental que merece todos los aplausos.
Ahora, vamos a lo importante, porque de nada sirve la buena noticia si no se sabe cómo funciona. Ojo al dato: el programa es para menores de 18 años y hay una serie de criterios médicos y sociales que hay que cumplir. La cosa es que hay que moverse rápido. Hay un formulario que las familias interesadas tienen que llenar sí o sí antes del jueves 04 de setiembre. Con ese primer paso, el equipo verifica el diagnóstico y que todo esté en orden. Después de eso, el martes 09 de setiembre, los preseleccionados pasan a una valoración en PediaClinic. No es de dormirse en los laureles porque las fechas son clave para poder entrar en la jugada.
Lo que más me gusta de toda esta vara es que no es un esfuerzo aislado. La misma Dra. Karina Murillo, la que está a la cabeza de PediaClinic, lo dice: esto es posible gracias a una red de apoyo gigante. Y el compromiso es total. No se trata solo de llevar al chiquito, operarlo y adiós. El programa cubre todo el paquete: la valoración antes de la cirugía, la operación en sí con equipos de primer nivel, y todo el manejo postoperatorio, que incluye seguimiento, rehabilitación y terapias si son necesarias. La verdad, es que esta gente es un carga. Se nota que entienden que un procedimiento de estos es un proceso, no un evento de un solo día.
En resumen, compas, esta es una de esas oportunidades que no se ven todos los días y que le puede dar un giro de 180 grados a la vida de una familia. El potencial aquí es inmenso. Por eso, si ustedes conocen a alguna familia que esté pasando por una situación así, que tenga un hijo o hija que podría calificar, no se queden con la información. Pásenle el santo, compartan el link del formulario, avísenles de las fechas. A veces, el mejor aporte que podemos hacer es ser el puente para que una buena noticia llegue a quien más la necesita. Diay, ¿qué opinan ustedes? ¿Conocen a alguien a quien esta vara le podría cambiar la vida? ¡Pasen la voz!
La iniciativa no es para cualquier cosa. Estamos hablando de casos serios que realmente impactan la vida de un niño: labio y paladar hendido, malformaciones en las orejas, deformidades en manos y pies, estrabismo, cicatrices gachas por quemaduras... Diay, un montón de condiciones que no solo afectan la salud física, sino que también le pueden hacer la infancia muy dura a cualquiera. La idea es, básicamente, cambiarles el futuro. No es solo un tema estético, es devolverles la confianza, la funcionalidad y la oportunidad de crecer sin el peso de una condición que los haga sentir diferentes. Un brete monumental que merece todos los aplausos.
Ahora, vamos a lo importante, porque de nada sirve la buena noticia si no se sabe cómo funciona. Ojo al dato: el programa es para menores de 18 años y hay una serie de criterios médicos y sociales que hay que cumplir. La cosa es que hay que moverse rápido. Hay un formulario que las familias interesadas tienen que llenar sí o sí antes del jueves 04 de setiembre. Con ese primer paso, el equipo verifica el diagnóstico y que todo esté en orden. Después de eso, el martes 09 de setiembre, los preseleccionados pasan a una valoración en PediaClinic. No es de dormirse en los laureles porque las fechas son clave para poder entrar en la jugada.
Lo que más me gusta de toda esta vara es que no es un esfuerzo aislado. La misma Dra. Karina Murillo, la que está a la cabeza de PediaClinic, lo dice: esto es posible gracias a una red de apoyo gigante. Y el compromiso es total. No se trata solo de llevar al chiquito, operarlo y adiós. El programa cubre todo el paquete: la valoración antes de la cirugía, la operación en sí con equipos de primer nivel, y todo el manejo postoperatorio, que incluye seguimiento, rehabilitación y terapias si son necesarias. La verdad, es que esta gente es un carga. Se nota que entienden que un procedimiento de estos es un proceso, no un evento de un solo día.
En resumen, compas, esta es una de esas oportunidades que no se ven todos los días y que le puede dar un giro de 180 grados a la vida de una familia. El potencial aquí es inmenso. Por eso, si ustedes conocen a alguna familia que esté pasando por una situación así, que tenga un hijo o hija que podría calificar, no se queden con la información. Pásenle el santo, compartan el link del formulario, avísenles de las fechas. A veces, el mejor aporte que podemos hacer es ser el puente para que una buena noticia llegue a quien más la necesita. Diay, ¿qué opinan ustedes? ¿Conocen a alguien a quien esta vara le podría cambiar la vida? ¡Pasen la voz!