Mijo, si fumas, prepárate porque en Montes de Oca te van a poner las pilas. Ocho nuevos contenedores pa' botar las colillas aparecieron como setas, buscando que nadie siga tirándole eso al suelo como si fuera un balde vacío. Ya saben, la pura intención de dejar limpio nuestro cantón.
La verdad es que esto sí que pinta bien, porque esos desechitos de cigarro son peor que chatarrizas pa’l medio ambiente. Según dicen los expertos, una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua limpia, ¡imagínate qué babaso! Eso le hace tremendo daño a los ríos, lagunas y a toda la fauna que vive ahí dentro. Un verdadero brete, si me preguntas.
Todo esto viene de mano del proyecto ‘Costa Rica No Es Un Cenicero’, que ya andaba echando raíces en otros lados como Tibás, Escazú y San José. La onda es crear conciencia en la gente y darle opciones pa’ desechar esas colillas como se debe, sin andar ensuciando las calles ni los parques. Parece que alguien se puso las botas, ¿eh?
Daniella Bresciani, quien lidera la parte de sostenibilidad de Philip Morris International (sí, esos mismos), dice que estos contenedores especiales nos van a salvar de ver más basura en las ciudades. Además, aseguran que van a tratar las colillas que se recogen pa’ hacerlas menos dañinas pa’ el planeta. Quién sabe, quizás inventen algo útil con ellas, como fertilizante o algo así. Sería una vara muy buena, diay.
El alcalde Domingo Argüello, don Domingo, expresó que espera que con estas medidas haya una bajadita en la contaminación de los suelos, las quebradas y los ríos de Montes de Oca. Él cree que esto va a tener un impacto directo, y yo le doy la razón. Con tanta construcción y movimiento, uno se preocupa por cómo queda el paisaje, mijos.
Lo que más me dio risa es pensar en la cantidad de mae que debe estar botando colillas al azar sin darse cuenta del daño que le hacen al ambiente. Uno piensa que ya estamos avanzados, pero todavía hay mucha ignorancia por ahí. ¡Qué torta! Pero bueno, con estas iniciativas, esperemos que la gente empiece a abrir los ojos.
Ahora, claro, algunos dirán que esto es publicidad disfrazada de responsabilidad social empresarial. Que Philip Morris está lavándose las manos aprovechando que vende cigarros. Tal vez tengan razón, tal vez no. Lo cierto es que, al final, el beneficio es para todos: un cantón más limpio y un ambiente menos contaminado. Y si encima les sale bien el negocio, ¡pues qué chuuuuunché!
Con estos nuevos ceniceritos, parece que vamos por buen camino para cuidar nuestro entorno. Pero dime, mijo: ¿crees que estas medidas son suficientes para cambiar realmente la cultura de tirar colillas al suelo, o necesitamos algo más contundente, como multas o campañas de concientización más agresivas? Déjame saber tu opinión en los comentarios, quiero saber qué piensas tú al respecto.
La verdad es que esto sí que pinta bien, porque esos desechitos de cigarro son peor que chatarrizas pa’l medio ambiente. Según dicen los expertos, una sola colilla puede contaminar hasta 50 litros de agua limpia, ¡imagínate qué babaso! Eso le hace tremendo daño a los ríos, lagunas y a toda la fauna que vive ahí dentro. Un verdadero brete, si me preguntas.
Todo esto viene de mano del proyecto ‘Costa Rica No Es Un Cenicero’, que ya andaba echando raíces en otros lados como Tibás, Escazú y San José. La onda es crear conciencia en la gente y darle opciones pa’ desechar esas colillas como se debe, sin andar ensuciando las calles ni los parques. Parece que alguien se puso las botas, ¿eh?
Daniella Bresciani, quien lidera la parte de sostenibilidad de Philip Morris International (sí, esos mismos), dice que estos contenedores especiales nos van a salvar de ver más basura en las ciudades. Además, aseguran que van a tratar las colillas que se recogen pa’ hacerlas menos dañinas pa’ el planeta. Quién sabe, quizás inventen algo útil con ellas, como fertilizante o algo así. Sería una vara muy buena, diay.
El alcalde Domingo Argüello, don Domingo, expresó que espera que con estas medidas haya una bajadita en la contaminación de los suelos, las quebradas y los ríos de Montes de Oca. Él cree que esto va a tener un impacto directo, y yo le doy la razón. Con tanta construcción y movimiento, uno se preocupa por cómo queda el paisaje, mijos.
Lo que más me dio risa es pensar en la cantidad de mae que debe estar botando colillas al azar sin darse cuenta del daño que le hacen al ambiente. Uno piensa que ya estamos avanzados, pero todavía hay mucha ignorancia por ahí. ¡Qué torta! Pero bueno, con estas iniciativas, esperemos que la gente empiece a abrir los ojos.
Ahora, claro, algunos dirán que esto es publicidad disfrazada de responsabilidad social empresarial. Que Philip Morris está lavándose las manos aprovechando que vende cigarros. Tal vez tengan razón, tal vez no. Lo cierto es que, al final, el beneficio es para todos: un cantón más limpio y un ambiente menos contaminado. Y si encima les sale bien el negocio, ¡pues qué chuuuuunché!
Con estos nuevos ceniceritos, parece que vamos por buen camino para cuidar nuestro entorno. Pero dime, mijo: ¿crees que estas medidas son suficientes para cambiar realmente la cultura de tirar colillas al suelo, o necesitamos algo más contundente, como multas o campañas de concientización más agresivas? Déjame saber tu opinión en los comentarios, quiero saber qué piensas tú al respecto.