¡Ay, Dios mío, qué sorpresa nos cayó del Banco Central! Resulta que ahora ven la economía creciendo a un ritmo más acelerado de lo que pensábamos, casi como si le pusieran turbo. Según los nuevos cálculos, vamos a cerrar este año con un crecimiento del 4,2%, ¡una barbaridad! Y para el próximo año esperan que sigamos moviéndonos bien, unos 3,5%. Parece que el panorama se pone más prometedor de lo que pintaba, ¿verdad?
Pero espérate un toquecito, porque no todo es miel sobre hojuelas. Estos números vienen respaldados por el informe de política monetaria, donde explican que estamos viendo cómo se recupera la inversión y el consumo de los hogares va a tope. Eso sí, también advierten que el crecimiento externo podría frenarse un poco, lo cual siempre da cosita. Imagínate, que se detiene la importación de productos y ahí se complica el asunto.
Róger Madrigal, el jefe del Banco Central, lo dejó claro: este buen momento lo vamos a sentir por un buen rato, especialmente porque hay un empuje importante desde adentro, pura fuerza tica. Pero también puso atención en los aranceles internacionales, esos que a veces nos pueden meter un susto y afectar nuestras exportaciones. Dicen que el impacto será moderado, pero con toda la incertidumbre que hay en el mundo, nunca se sabe hasta dónde puede llegar la cosa. Es como jugar a la lotería, tienes esperanza pero también te preparas para lo peor.
Ahora, hablando de estabilidad de precios, parece que las cosas van a ir calmándose. El Banco Central cree que la inflación volverá a estar dentro de lo normal – eso significa entre 3% y 5% – para el segundo trimestre del año que viene. Y la inflación subyacente, que es la que mide los precios de todo menos los alimentos y la energía, debería estabilizarse aún antes, en el tercer trimestre del 2026. Ojalá así sea, porque con los precios altos que hemos tenido, uno ya no sabe qué comer, diay.
Este informe del Banco Central, como siempre, es un análisis profundo de la situación económica del país, tomando en cuenta tanto lo que pasa aquí como lo que sucede afuera. Miran las tendencias, hacen proyecciones, y nos dan una idea de hacia dónde vamos. Es como tener un mapa para navegar en medio de la tormenta, aunque a veces el mapa cambie sobre la marcha. Lo bueno es que tenemos información, eso ayuda a tomar decisiones más conscientes, tanto a nivel personal como empresarial.
Uno tiene que recordar que estas proyecciones no son escritas en piedra, y que muchas cosas pueden cambiar rápidamente. Una crisis internacional, un cambio en el gobierno, un fenómeno climático extremo… cualquier cosa puede alterar el curso de la economía. Por eso, aunque tengamos buenos números en papel, hay que seguir trabajando duro y estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad. No podemos dormirnos en los laureles, como dicen por acá.
Y ni hablar de la inversión privada, que según el Banco Central, también va a echarle ganas. Esto significa que empresas nacionales y extranjeras están confiando en el futuro de Costa Rica y están dispuestas a poner su dinero en nuevos proyectos. Eso es muy positivo, porque genera empleos, impulsa la innovación y contribuye al crecimiento económico del país. Un respiro para todos, pues la cosa andaba apretadita últimamente.
Entonces, con esta pinta positiva, pero con cautela ante los desafíos que se avecinan, ¿crees que estas proyecciones del Banco Central serán realmente acertadas? ¿Estás optimista con el futuro de la economía costarricense o piensas que todavía nos esperan tiempos difíciles? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!
Pero espérate un toquecito, porque no todo es miel sobre hojuelas. Estos números vienen respaldados por el informe de política monetaria, donde explican que estamos viendo cómo se recupera la inversión y el consumo de los hogares va a tope. Eso sí, también advierten que el crecimiento externo podría frenarse un poco, lo cual siempre da cosita. Imagínate, que se detiene la importación de productos y ahí se complica el asunto.
Róger Madrigal, el jefe del Banco Central, lo dejó claro: este buen momento lo vamos a sentir por un buen rato, especialmente porque hay un empuje importante desde adentro, pura fuerza tica. Pero también puso atención en los aranceles internacionales, esos que a veces nos pueden meter un susto y afectar nuestras exportaciones. Dicen que el impacto será moderado, pero con toda la incertidumbre que hay en el mundo, nunca se sabe hasta dónde puede llegar la cosa. Es como jugar a la lotería, tienes esperanza pero también te preparas para lo peor.
Ahora, hablando de estabilidad de precios, parece que las cosas van a ir calmándose. El Banco Central cree que la inflación volverá a estar dentro de lo normal – eso significa entre 3% y 5% – para el segundo trimestre del año que viene. Y la inflación subyacente, que es la que mide los precios de todo menos los alimentos y la energía, debería estabilizarse aún antes, en el tercer trimestre del 2026. Ojalá así sea, porque con los precios altos que hemos tenido, uno ya no sabe qué comer, diay.
Este informe del Banco Central, como siempre, es un análisis profundo de la situación económica del país, tomando en cuenta tanto lo que pasa aquí como lo que sucede afuera. Miran las tendencias, hacen proyecciones, y nos dan una idea de hacia dónde vamos. Es como tener un mapa para navegar en medio de la tormenta, aunque a veces el mapa cambie sobre la marcha. Lo bueno es que tenemos información, eso ayuda a tomar decisiones más conscientes, tanto a nivel personal como empresarial.
Uno tiene que recordar que estas proyecciones no son escritas en piedra, y que muchas cosas pueden cambiar rápidamente. Una crisis internacional, un cambio en el gobierno, un fenómeno climático extremo… cualquier cosa puede alterar el curso de la economía. Por eso, aunque tengamos buenos números en papel, hay que seguir trabajando duro y estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad. No podemos dormirnos en los laureles, como dicen por acá.
Y ni hablar de la inversión privada, que según el Banco Central, también va a echarle ganas. Esto significa que empresas nacionales y extranjeras están confiando en el futuro de Costa Rica y están dispuestas a poner su dinero en nuevos proyectos. Eso es muy positivo, porque genera empleos, impulsa la innovación y contribuye al crecimiento económico del país. Un respiro para todos, pues la cosa andaba apretadita últimamente.
Entonces, con esta pinta positiva, pero con cautela ante los desafíos que se avecinan, ¿crees que estas proyecciones del Banco Central serán realmente acertadas? ¿Estás optimista con el futuro de la economía costarricense o piensas que todavía nos esperan tiempos difíciles? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!