¡Ay, Dios mío, qué alivio! Después de años de esperar, finalmente estrenamos una sede de salud digna en Carrillo. Ya no más hacinamiento en el consultorio viejito que parecía sacado de los ’60s. La CCSS le metióle ganas y ahora tenemos unas instalaciones modernas, amplias y cómodas para atender a los más de 50 mil coterráneos de la zona.
La verdad es que la sede anterior era un churrito. Construida allá por 1965, apenas daba para 700 metros cuadrados. Imagínate, todo el mundo apretujadito, esperando turnos larguísimos… un verdadero relajo. Con estos 5,800 metros cuadrados nuevos, la cosa cambia totalmente. Ahora sí hay espacio para recibirnos bien, con calma y sin estresarnos antes de tiempo. ¡Un respiro pa’l pueblo!
Y ni hablar de la inversión, casi diez piños – ¡9,527 millones de colones para ser exactos! –, un brete de plata que salió de un fideicomiso con el Banco Popular y Caudal. Claro que vale la pena si esto significa mejorar la salud y el bienestar de tanta gente. Se nota que la CCSS le puso corazón a esta obra, queriendo darle una solución duradera a la comunidad de Carrillo y alrededores.
Mónica Taylor, la jefa de la CCSS, estaba toda contenta durante la inauguración, recalcando que esto es un paso gigante para acercarle la salud a los ticos. Dijo que siempre tienen en mente el bienestar de la población y que esta sede es prueba de ello. Además, celebró que, por fin, lograron dotar al centro con todas las plazas necesarias, ¡eso sí que es una gran noticia! Qué carga haber esperado tanto por eso, pero al final, diay, se logró.
Pero no todo queda en palabras bonitas, porque la Dra. Eva Camargo nos explicó los beneficios concretos. Más espacio, más comodidad, más servicios… ¡la combinación perfecta! Desde ya se pueden hacer chequeos dentales, consultar con nutricionistas, recibir cuidados paliativos, hacerse electrocardiogramas… ¡todo en un mismo lugar! Además, ahora cuentan con 74 nuevas plazas: médicos, laboratoristas, farmacéuticos, odontólogos… la atención estará completa y más eficiente.
Para darles una idea de cómo quedó la cosa, la sede cuenta con unos 2,500 equipos y muebles nuevos. Urgencias, nutrición, cuidados paliativos, registros médicos… ¡ya todo está funcionando a toda marcha! Doña Ana Ibis Hernández Castañeda, una vecinita de Filadelfia, no podía estar más feliz. Dijo que esto les viene a beneficiar a todos, desde los nenes hasta los abuelitos, mejorando la calidad de vida de toda la familia. Una bendición, ¡qué tuanis!
Claro que estas mejoras no serán suficientes si no vamos a chequearnos regularmente. Es fundamental que aprovechemos estos recursos y hagamos uso preventivo de los servicios de salud. Así podemos evitar enfermedades graves y mantenernos sanos y activos por mucho tiempo. No esperemos a estar enfermos para ir al médico, ¡más vale prevenir que lamentar, dicen los ancianos!
Con toda esta modernización y ampliación, surge una pregunta clave: ¿Será suficiente con mejorar la infraestructura para solucionar todos los problemas del sistema de salud en Costa Rica? ¿O necesitamos también cambios más profundos en la gestión y la organización para asegurar una atención médica de calidad para todos los ticos?
La verdad es que la sede anterior era un churrito. Construida allá por 1965, apenas daba para 700 metros cuadrados. Imagínate, todo el mundo apretujadito, esperando turnos larguísimos… un verdadero relajo. Con estos 5,800 metros cuadrados nuevos, la cosa cambia totalmente. Ahora sí hay espacio para recibirnos bien, con calma y sin estresarnos antes de tiempo. ¡Un respiro pa’l pueblo!
Y ni hablar de la inversión, casi diez piños – ¡9,527 millones de colones para ser exactos! –, un brete de plata que salió de un fideicomiso con el Banco Popular y Caudal. Claro que vale la pena si esto significa mejorar la salud y el bienestar de tanta gente. Se nota que la CCSS le puso corazón a esta obra, queriendo darle una solución duradera a la comunidad de Carrillo y alrededores.
Mónica Taylor, la jefa de la CCSS, estaba toda contenta durante la inauguración, recalcando que esto es un paso gigante para acercarle la salud a los ticos. Dijo que siempre tienen en mente el bienestar de la población y que esta sede es prueba de ello. Además, celebró que, por fin, lograron dotar al centro con todas las plazas necesarias, ¡eso sí que es una gran noticia! Qué carga haber esperado tanto por eso, pero al final, diay, se logró.
Pero no todo queda en palabras bonitas, porque la Dra. Eva Camargo nos explicó los beneficios concretos. Más espacio, más comodidad, más servicios… ¡la combinación perfecta! Desde ya se pueden hacer chequeos dentales, consultar con nutricionistas, recibir cuidados paliativos, hacerse electrocardiogramas… ¡todo en un mismo lugar! Además, ahora cuentan con 74 nuevas plazas: médicos, laboratoristas, farmacéuticos, odontólogos… la atención estará completa y más eficiente.
Para darles una idea de cómo quedó la cosa, la sede cuenta con unos 2,500 equipos y muebles nuevos. Urgencias, nutrición, cuidados paliativos, registros médicos… ¡ya todo está funcionando a toda marcha! Doña Ana Ibis Hernández Castañeda, una vecinita de Filadelfia, no podía estar más feliz. Dijo que esto les viene a beneficiar a todos, desde los nenes hasta los abuelitos, mejorando la calidad de vida de toda la familia. Una bendición, ¡qué tuanis!
Claro que estas mejoras no serán suficientes si no vamos a chequearnos regularmente. Es fundamental que aprovechemos estos recursos y hagamos uso preventivo de los servicios de salud. Así podemos evitar enfermedades graves y mantenernos sanos y activos por mucho tiempo. No esperemos a estar enfermos para ir al médico, ¡más vale prevenir que lamentar, dicen los ancianos!
Con toda esta modernización y ampliación, surge una pregunta clave: ¿Será suficiente con mejorar la infraestructura para solucionar todos los problemas del sistema de salud en Costa Rica? ¿O necesitamos también cambios más profundos en la gestión y la organización para asegurar una atención médica de calidad para todos los ticos?