¡Ay, Dios mío, qué torta! El ambiente en el Plenario Legislativo se puso tenso como un ligue en Navidad cuando el diputado Alexander Barrantes, de lleno en la corriente oficialista, soltó una macana que dejó a todos boquiabiertos. Resulta que, en medio de la discusión del Fonarroz, el tipo le lanzó una indirecta pesadísima a la diputada Johana Obando, diciéndole que “de arroz sabe muy poco, tal vez cocinarlo sí”. ¡Imagínate el papelón!
Todo este drama se desató durante el debate de las mociones al proyecto de ley que busca crear el Fondo Nacional de Competitividad y Auxilio Arrocero – el famoso Fonarroz, pa’ que ya sepan. Obando había presentado una moción para que el tema se tratara primero en la agenda, buscando darle solución a las casi 72 reiteraciones que arrastra el proyecto, muchas de ellas, ojo, propuestas por el mismo Barrantes. Pero al parecer, al diputado no le gustó que alguien le anduviera pisando los talones.
Y ahí fue cuando salió con el commentario, que hasta mi abuela le habría dicho que se callara el pico. Barrantes, con toda la calma del mundo, soltó la frasecita que encendió las alarmas y llenó de pura bronca el Congreso. El asunto es que la diputada Obando no se quedó callada, ni mucho menos. La ley del hielo no es precisamente su fuerte, y respondió con contundencia.
“Cuando un diputado machista pretende insultarme diciendo que lo único que se de arroz es para cocinarlo… No está hablando de mí, diputado Barrantes, está hablando del sistema patriarcal que dice que la mujer siempre se tiene que quedar en la cocina y que no puede tomar decisiones en la política pública”, sentenció Obando, dejando claro que no estaba dispuesta a tragarse cualquier cosa. ¡Con razón le salió la vena!
Pero no paró ahí. La diputada siguió defendiendo su postura con uñas y dientes: “No habla de mí, si sé o no sé cocinar, si me gusta o no el arroz. Habla más de usted y su esquema machista, retrógrado, que señala a la mujer siempre. Sí, sé de arroz más que usted, se dé la cadena de producción que sostiene miles de empleos, sé del costo que pagan las familias a las cuales ustedes les han dado la espalda”. ¡Boom!, directo al corazón del asunto.
Ahora bien, no todo fue bronca en el hemiciclo. La diputada Pilar Cisneros intentó defender la posición oficialista, argumentando que el precio del arroz no ha subido tanto como dicen algunos y que los productores nacionales son poco eficientes. Además, como si fuera poco, le recomendó “buscar alternativas”. ¡Alternativas a qué, señora? A trabajar duro y mejorar la producción? Parece que todavía hay gente que vive en otra época.
Lo que realmente rayó en lo absurdo fue descubrir que las cifras oficiales del INEC dicen totalmente diferente. Entre agosto de 2022 y mayo de 2025, el precio del arroz aumentó un 8,2%, y en marzo de 2025 llegó al 9,08%. Así que, si el gobierno dice que la “Ruta del Arroz” ha sido un éxito, ¡que revisen los números, porque eso está más salado que un chinchorro en la playa! Incluso, mientras Cisneros hablaba, los productores le dieron la espalda, demostrando su hartazgo y desacuerdo con sus afirmaciones. ¡Un gesto que vale más que mil palabras!
Después de todo este alboroto, me queda preguntándome: ¿Estamos ante un caso aislado de machismo político, o es reflejo de una cultura aún arraigada en nuestro país? ¿Creen que la diputada Obando debería haber respondido de otra manera, o fue justa en su defensa? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la chusma!
Todo este drama se desató durante el debate de las mociones al proyecto de ley que busca crear el Fondo Nacional de Competitividad y Auxilio Arrocero – el famoso Fonarroz, pa’ que ya sepan. Obando había presentado una moción para que el tema se tratara primero en la agenda, buscando darle solución a las casi 72 reiteraciones que arrastra el proyecto, muchas de ellas, ojo, propuestas por el mismo Barrantes. Pero al parecer, al diputado no le gustó que alguien le anduviera pisando los talones.
Y ahí fue cuando salió con el commentario, que hasta mi abuela le habría dicho que se callara el pico. Barrantes, con toda la calma del mundo, soltó la frasecita que encendió las alarmas y llenó de pura bronca el Congreso. El asunto es que la diputada Obando no se quedó callada, ni mucho menos. La ley del hielo no es precisamente su fuerte, y respondió con contundencia.
“Cuando un diputado machista pretende insultarme diciendo que lo único que se de arroz es para cocinarlo… No está hablando de mí, diputado Barrantes, está hablando del sistema patriarcal que dice que la mujer siempre se tiene que quedar en la cocina y que no puede tomar decisiones en la política pública”, sentenció Obando, dejando claro que no estaba dispuesta a tragarse cualquier cosa. ¡Con razón le salió la vena!
Pero no paró ahí. La diputada siguió defendiendo su postura con uñas y dientes: “No habla de mí, si sé o no sé cocinar, si me gusta o no el arroz. Habla más de usted y su esquema machista, retrógrado, que señala a la mujer siempre. Sí, sé de arroz más que usted, se dé la cadena de producción que sostiene miles de empleos, sé del costo que pagan las familias a las cuales ustedes les han dado la espalda”. ¡Boom!, directo al corazón del asunto.
Ahora bien, no todo fue bronca en el hemiciclo. La diputada Pilar Cisneros intentó defender la posición oficialista, argumentando que el precio del arroz no ha subido tanto como dicen algunos y que los productores nacionales son poco eficientes. Además, como si fuera poco, le recomendó “buscar alternativas”. ¡Alternativas a qué, señora? A trabajar duro y mejorar la producción? Parece que todavía hay gente que vive en otra época.
Lo que realmente rayó en lo absurdo fue descubrir que las cifras oficiales del INEC dicen totalmente diferente. Entre agosto de 2022 y mayo de 2025, el precio del arroz aumentó un 8,2%, y en marzo de 2025 llegó al 9,08%. Así que, si el gobierno dice que la “Ruta del Arroz” ha sido un éxito, ¡que revisen los números, porque eso está más salado que un chinchorro en la playa! Incluso, mientras Cisneros hablaba, los productores le dieron la espalda, demostrando su hartazgo y desacuerdo con sus afirmaciones. ¡Un gesto que vale más que mil palabras!
Después de todo este alboroto, me queda preguntándome: ¿Estamos ante un caso aislado de machismo político, o es reflejo de una cultura aún arraigada en nuestro país? ¿Creen que la diputada Obando debería haber respondido de otra manera, o fue justa en su defensa? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la chusma!