¡Ay, Dios mío, qué panorama se nos viene encima! Fabricio Alvarado, nuestro querido ex-candidato y actual diputado de Nueva República, soltó tamaña descarga verbal contra Claudia Dobles y el Frente Amplio que hasta el gallito se quedó callado. En plena campaña electoral, el mae ha decidido subir la temperatura con acusaciones tan fuertes que dan para analizar, y ni hablar para discutirlo en el foro.
Resulta que Alvarado no se anduvo con rodeos y señaló a Dobles de querer revivir viejas políticas, específicamente la norma técnica del aborto terapéutico que ya habíamos superado (con esfuerzo, debo agregar). Según él, si Dobles llegara al poder –y ahí le puso el “Dios no lo quiera”–, buscaría imponer esas medidas nuevamente. Un ataque frontal que, sin duda, busca posicionarse como el defensor de los valores tradicionales, aunque algunos digan que lo hace para distraer de otros temas.
Pero la cosa no terminó ahí, porque Alvarado también le dedicó unas cuantas pullas al Frente Amplio. Les echó la potra por proponer que Costa Rica sea la sede de los llamados “Juegos Diversos de Costa Rica,” que para él, básicamente, son unos “juegos gays” financiados con plata pública. ¡Imagínate el alboroto que causó esto en redes sociales! Se armó un pincho tremendo, y la gente está dando vueltas como pez gordo tratando de entender qué quiere decir realmente.
El diputado fue más allá y afirmó que estas propuestas son solo la punta del iceberg de una agenda ideológica peligrosa, atribuyendo estos planes a fuerzas progresistas que supuestamente buscan transformar el país. Utilizó expresiones como “hermanitos progres” para referirse a ellos, lo cual, honestamente, me parece un poco exagerado. Pero bueno, así juega el juego político, ¿verdad?
Recordó además, con tono nostálgico, los tiempos “nefastos” de la administración de Carlos Alvarado, mencionando la intención de crear un comisionado LGBTIQ+ en Casa Presidencial. Remarcó que todo esto, a su juicio, contrasta con los problemas reales que enfrenta Costa Rica, como la creciente ola de inseguridad que nos tiene a todos con el corazón en la boca. ¡Y vaya que tenemos razón para estar preocupados!
Además, criticó la propuesta de Claudia Dobles de incluir variables de orientación sexual e identidad de género en los estudios del INEC. Alvarado argumentó que esto implicaría destinar fondos públicos a “promover ideologías anticientíficas.” Vaya, otra bomba que explotó en el ambiente digital. Me pregunto si se ha puesto a pensar en la importancia de tener datos precisos y representativos de toda la población, incluyendo a la comunidad LGBTQ+.
Es evidente que Alvarado está intentando movilizar a su base de apoyo, apelando a emociones y temores arraigados en ciertos sectores de la sociedad. La estrategia es clara: polarizar el debate y presentarse como el único baluarte contra una supuesta amenaza ideológica. Pero, ¿hasta dónde llegará este discurso confrontacional? ¿Logrará convencer a los votantes indecisos o simplemente profundizará las divisiones en el país?
En fin, la polémica está servida. Este intercambio de acusaciones entre Alvarado, Dobles y el Frente Amplio demuestra que la contienda electoral promete ser intensa y llena de giros inesperados. ¿Ustedes qué opinan, compañeros del foro? ¿Creen que Alvarado tiene razón al denunciar esta supuesta agenda ideológica, o simplemente está buscando réditos políticos aprovechándose de los miedos de la gente? ¡Dejen sus comentarios y partamos el debate!
Resulta que Alvarado no se anduvo con rodeos y señaló a Dobles de querer revivir viejas políticas, específicamente la norma técnica del aborto terapéutico que ya habíamos superado (con esfuerzo, debo agregar). Según él, si Dobles llegara al poder –y ahí le puso el “Dios no lo quiera”–, buscaría imponer esas medidas nuevamente. Un ataque frontal que, sin duda, busca posicionarse como el defensor de los valores tradicionales, aunque algunos digan que lo hace para distraer de otros temas.
Pero la cosa no terminó ahí, porque Alvarado también le dedicó unas cuantas pullas al Frente Amplio. Les echó la potra por proponer que Costa Rica sea la sede de los llamados “Juegos Diversos de Costa Rica,” que para él, básicamente, son unos “juegos gays” financiados con plata pública. ¡Imagínate el alboroto que causó esto en redes sociales! Se armó un pincho tremendo, y la gente está dando vueltas como pez gordo tratando de entender qué quiere decir realmente.
El diputado fue más allá y afirmó que estas propuestas son solo la punta del iceberg de una agenda ideológica peligrosa, atribuyendo estos planes a fuerzas progresistas que supuestamente buscan transformar el país. Utilizó expresiones como “hermanitos progres” para referirse a ellos, lo cual, honestamente, me parece un poco exagerado. Pero bueno, así juega el juego político, ¿verdad?
Recordó además, con tono nostálgico, los tiempos “nefastos” de la administración de Carlos Alvarado, mencionando la intención de crear un comisionado LGBTIQ+ en Casa Presidencial. Remarcó que todo esto, a su juicio, contrasta con los problemas reales que enfrenta Costa Rica, como la creciente ola de inseguridad que nos tiene a todos con el corazón en la boca. ¡Y vaya que tenemos razón para estar preocupados!
Además, criticó la propuesta de Claudia Dobles de incluir variables de orientación sexual e identidad de género en los estudios del INEC. Alvarado argumentó que esto implicaría destinar fondos públicos a “promover ideologías anticientíficas.” Vaya, otra bomba que explotó en el ambiente digital. Me pregunto si se ha puesto a pensar en la importancia de tener datos precisos y representativos de toda la población, incluyendo a la comunidad LGBTQ+.
Es evidente que Alvarado está intentando movilizar a su base de apoyo, apelando a emociones y temores arraigados en ciertos sectores de la sociedad. La estrategia es clara: polarizar el debate y presentarse como el único baluarte contra una supuesta amenaza ideológica. Pero, ¿hasta dónde llegará este discurso confrontacional? ¿Logrará convencer a los votantes indecisos o simplemente profundizará las divisiones en el país?
En fin, la polémica está servida. Este intercambio de acusaciones entre Alvarado, Dobles y el Frente Amplio demuestra que la contienda electoral promete ser intensa y llena de giros inesperados. ¿Ustedes qué opinan, compañeros del foro? ¿Creen que Alvarado tiene razón al denunciar esta supuesta agenda ideológica, o simplemente está buscando réditos políticos aprovechándose de los miedos de la gente? ¡Dejen sus comentarios y partamos el debate!
