¡Ay, Dios mío, qué brete se armó en el INS! Resulta que ahora tienen que hacer un ajuste contable de ¢21.479 millones en el ramo de Riesgos del Trabajo, cortesía de la Superintendencia General de Seguros (Sugese). Imagínate el zumbón que hay ahí adentro, tratando de acomodar eso después de tanto lío.
Todo comenzó allá por mayo del 2025, cuando la Sugese le mandó al INS este ultimátum. Pero los muchachos del INS, creyendo que podían sortear la jugada, pidieron una medida cautelar para frenar la cosa. ¡Pero no cuajó, mae! El Tribunal de Apelaciones les puso tierra encima, ratificando la decisión de la Sugese el 3 de septiembre. Ahora sí, no tienen opción: tienen que acatar lo que les dijeron desde mayo.
Y ¿de dónde salió esta movida? Pues resulta que el ajuste tiene que ver con una disminución en la provisión matemática del ramo. Esto se derivó de que la Junta Directiva del INS decidió quitarle algunos beneficios a la gente. Lo que pasa es que esa decisión se valoró y aprobó hasta enero del 2025, así que el registro contable tiene que hacerse este año, no al cerrar el 2024. Querian meterla a medias, diay.
La Sugese no se quedó callada y lanzó una dura advertencia: permitir que una aseguradora evite corregir sus errores debilitaría la labor de supervisión. Según ellos, si dejan pasar estas inconsistencias, los inversionistas, asegurados, patrones y demás actores no podrán tomar decisiones informadas y confiables. En otras palabras, le estaban diciendo al INS: ¡no te hagas pendejo!
Tomás Soley, el superintendente general de Seguros, fue claro: la información que dan las aseguradoras tiene que reflejar la realidad tal cual es, para que el mercado tenga transparencia. Él quiere que la gente sepa exactamente cómo anda la cosa, sin rodeos ni trucos. "¡No se puede andar jugando con números!", debió decir, aunque no lo expresó textualmente. Este caso demuestra que la Sugese está echándole ganas para mantener el orden.
Ahora, ¿qué tiene que hacer el INS? Simple, revertir el asiento contable de esos ¢21.479 millones y registrarlo en el 2025. Además, tienen que cambiar los estados financieros auditados del 2024 y toda la información del 2025 que se haya visto afectada. Y todo esto tienen que hacerlo en un lapso de 10 días hábiles, ¡más vale que le echen empeño! Después, tendrán que avisarle al público por medio de un comunicado de hecho relevante en cinco días hábiles. ¡Menudo chunche!
Lo bueno, o quizás lo malo para el INS, es que admiten que este cambio afecta sus utilidades. De tener ¢90.143 millones, ahora tendrán “solo” ¢69.000 millones. Ese monto restante, unos ¢21.000 millones, se transferirá a la cuenta de este año, que cierra en diciembre del 2025. Aparentemente, no todo está perdido, aunque parece que seguirán peleando legalmente para declarar inválido el acto. Dicen que tienen argumentos sólidos, pero viendo las cosas, parece cuesta arriba. ¡Qué torta!
En fin, esta movida nos deja pensando: ¿Es justo que el INS esté haciendo tantos cambios de última hora? ¿Deberían haber previsto estos problemas antes para evitar este embrollo? ¿Creen que el INS realmente tiene fundamentos suficientes para apelar esta decisión de la Sugese o simplemente están intentando ganar tiempo?
Todo comenzó allá por mayo del 2025, cuando la Sugese le mandó al INS este ultimátum. Pero los muchachos del INS, creyendo que podían sortear la jugada, pidieron una medida cautelar para frenar la cosa. ¡Pero no cuajó, mae! El Tribunal de Apelaciones les puso tierra encima, ratificando la decisión de la Sugese el 3 de septiembre. Ahora sí, no tienen opción: tienen que acatar lo que les dijeron desde mayo.
Y ¿de dónde salió esta movida? Pues resulta que el ajuste tiene que ver con una disminución en la provisión matemática del ramo. Esto se derivó de que la Junta Directiva del INS decidió quitarle algunos beneficios a la gente. Lo que pasa es que esa decisión se valoró y aprobó hasta enero del 2025, así que el registro contable tiene que hacerse este año, no al cerrar el 2024. Querian meterla a medias, diay.
La Sugese no se quedó callada y lanzó una dura advertencia: permitir que una aseguradora evite corregir sus errores debilitaría la labor de supervisión. Según ellos, si dejan pasar estas inconsistencias, los inversionistas, asegurados, patrones y demás actores no podrán tomar decisiones informadas y confiables. En otras palabras, le estaban diciendo al INS: ¡no te hagas pendejo!
Tomás Soley, el superintendente general de Seguros, fue claro: la información que dan las aseguradoras tiene que reflejar la realidad tal cual es, para que el mercado tenga transparencia. Él quiere que la gente sepa exactamente cómo anda la cosa, sin rodeos ni trucos. "¡No se puede andar jugando con números!", debió decir, aunque no lo expresó textualmente. Este caso demuestra que la Sugese está echándole ganas para mantener el orden.
Ahora, ¿qué tiene que hacer el INS? Simple, revertir el asiento contable de esos ¢21.479 millones y registrarlo en el 2025. Además, tienen que cambiar los estados financieros auditados del 2024 y toda la información del 2025 que se haya visto afectada. Y todo esto tienen que hacerlo en un lapso de 10 días hábiles, ¡más vale que le echen empeño! Después, tendrán que avisarle al público por medio de un comunicado de hecho relevante en cinco días hábiles. ¡Menudo chunche!
Lo bueno, o quizás lo malo para el INS, es que admiten que este cambio afecta sus utilidades. De tener ¢90.143 millones, ahora tendrán “solo” ¢69.000 millones. Ese monto restante, unos ¢21.000 millones, se transferirá a la cuenta de este año, que cierra en diciembre del 2025. Aparentemente, no todo está perdido, aunque parece que seguirán peleando legalmente para declarar inválido el acto. Dicen que tienen argumentos sólidos, pero viendo las cosas, parece cuesta arriba. ¡Qué torta!
En fin, esta movida nos deja pensando: ¿Es justo que el INS esté haciendo tantos cambios de última hora? ¿Deberían haber previsto estos problemas antes para evitar este embrollo? ¿Creen que el INS realmente tiene fundamentos suficientes para apelar esta decisión de la Sugese o simplemente están intentando ganar tiempo?
