¡Ay, Dios mío! Aquí vamos de nuevo con el tema de las vacaciones. Resulta que los diputados, esos mismos que nos representan –y a veces parece que ni les hacemos caso– le dieron pa’ tras al proyecto que buscaba aumentar nuestras vacaciones anuales a tres semanas. Sí, así como lo escuchan, otra oportunidad perdida para poder desconectarnos un poquito más de este brete diario.
La jugada se dio en la Comisión de Asuntos Jurídicos del Congreso, donde diputados del PLN, PUSC e incluso un independiente decidieron mandar al archivo el expediente 24.610, que proponía reformar el Código de Trabajo. El proyecto, impulsado por el compañero Ariel Robles del Frente Amplio, prometía armonizar nuestra legislación laboral con recomendaciones internacionales sobre salud y bienestar. ¡Un intento noble, vamos!
Pero, ¿qué pasó? Pues que la votación salió inclinada en contra. Óscar Izquierdo, Danny Vargas y Daniela Rojas del PLN, Jorge y Daniel Vargas (oficialistas), y Luis Diego Vargas (independiente) dijeron “no” a esta iniciativa. La única voz que resonó a favor fue la de la diputada Rocío Alfaro, del Frente Amplio, quien luchó hasta el final por este derecho tan importante para los trabajadores.
Robles, visiblemente frustrado, no pudo evitar expresar su sorpresa ante esta decisión. “Es muy curioso lo que pasa aquí,” dijo en la comisión. “Hay acuerdo para jornadas de 12 horas, para que trabajemos sin pagar horas extras, pero no podemos encontrar un punto medio para darle unas vacaciones decentes a la gente.” ¡El mae tiene razón, diay! Parece que algunas prioridades están un poco… torcidas.
Lo más triste es que esto no es la primera vez que ocurre. Hace apenas unos meses, en octubre del 2024, la misma comisión ya había archivado un proyecto similar (el expediente 23.904). Robles, insistiendo en la necesidad de mejorar las condiciones laborales, presentó un nuevo texto, creyendo que esta vez sí lograrían un acuerdo. Pero, al parecer, la historia se repitió, y ahora el proyecto se va directo al archivo de la Asamblea Legislativa. ¡Qué sal!
Si pensábamos relajarnos y empezar a planear esas vacaciones extra, tendremos que seguir esperando. Este revés pone en evidencia la dificultad de avanzar en temas laborales en nuestro país, donde a menudo prevalecen intereses políticos sobre el bienestar de los ciudadanos. Es evidente que el tema de los derechos laborales sigue siendo una vara pendiente en Costa Rica.
Este episodio nos recuerda la importancia de estar informados y exigir a nuestros representantes que cumplan sus promesas. No basta con elegir a personas comprometidas con el cambio; también debemos mantenernos activos y presionarlos para que tomen decisiones que beneficien a la mayoría. Porque, al final, somos nosotros los que pagamos la factura con nuestro tiempo y esfuerzo.
Y ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la presión popular podría hacer cambiar de opinión a estos diputados, o estamos condenados a seguir con las mismas dos semanas de vacaciones por mucho tiempo? ¿Deberíamos organizar alguna manifestación o campaña mediática para visibilizar esta problemática? ¡Déjenme leer sus opiniones en el foro!
La jugada se dio en la Comisión de Asuntos Jurídicos del Congreso, donde diputados del PLN, PUSC e incluso un independiente decidieron mandar al archivo el expediente 24.610, que proponía reformar el Código de Trabajo. El proyecto, impulsado por el compañero Ariel Robles del Frente Amplio, prometía armonizar nuestra legislación laboral con recomendaciones internacionales sobre salud y bienestar. ¡Un intento noble, vamos!
Pero, ¿qué pasó? Pues que la votación salió inclinada en contra. Óscar Izquierdo, Danny Vargas y Daniela Rojas del PLN, Jorge y Daniel Vargas (oficialistas), y Luis Diego Vargas (independiente) dijeron “no” a esta iniciativa. La única voz que resonó a favor fue la de la diputada Rocío Alfaro, del Frente Amplio, quien luchó hasta el final por este derecho tan importante para los trabajadores.
Robles, visiblemente frustrado, no pudo evitar expresar su sorpresa ante esta decisión. “Es muy curioso lo que pasa aquí,” dijo en la comisión. “Hay acuerdo para jornadas de 12 horas, para que trabajemos sin pagar horas extras, pero no podemos encontrar un punto medio para darle unas vacaciones decentes a la gente.” ¡El mae tiene razón, diay! Parece que algunas prioridades están un poco… torcidas.
Lo más triste es que esto no es la primera vez que ocurre. Hace apenas unos meses, en octubre del 2024, la misma comisión ya había archivado un proyecto similar (el expediente 23.904). Robles, insistiendo en la necesidad de mejorar las condiciones laborales, presentó un nuevo texto, creyendo que esta vez sí lograrían un acuerdo. Pero, al parecer, la historia se repitió, y ahora el proyecto se va directo al archivo de la Asamblea Legislativa. ¡Qué sal!
Si pensábamos relajarnos y empezar a planear esas vacaciones extra, tendremos que seguir esperando. Este revés pone en evidencia la dificultad de avanzar en temas laborales en nuestro país, donde a menudo prevalecen intereses políticos sobre el bienestar de los ciudadanos. Es evidente que el tema de los derechos laborales sigue siendo una vara pendiente en Costa Rica.
Este episodio nos recuerda la importancia de estar informados y exigir a nuestros representantes que cumplan sus promesas. No basta con elegir a personas comprometidas con el cambio; también debemos mantenernos activos y presionarlos para que tomen decisiones que beneficien a la mayoría. Porque, al final, somos nosotros los que pagamos la factura con nuestro tiempo y esfuerzo.
Y ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la presión popular podría hacer cambiar de opinión a estos diputados, o estamos condenados a seguir con las mismas dos semanas de vacaciones por mucho tiempo? ¿Deberíamos organizar alguna manifestación o campaña mediática para visibilizar esta problemática? ¡Déjenme leer sus opiniones en el foro!
