¡Ay, Dios mío! Qué torta la que está pasando en el CTP de Puriscal. Resulta que la Latín Marching Band, esa que nos ha llenado de orgullo representando al país, está en peligro. Y no por falta de talento, sino por unos cuantos docentes que parecen tener problemas más grandes que la banda entera.
La bronca, según cuentan los papás, viene de raíz. Al parecer, hay algunos profes que quieren cerrar la banda, envidiosos de su éxito y pensando solamente en ellos mismos. Imagínate, justo ahora que estaban a punto de brillar en el Festival de la Luz, ¡qué sal!
Lo que más indigna a los padres es que, además de querer mandar la banda al traste, estarían difiriendo “varitas” falsas sobre el trabajo del director. Dicen que lo están desacreditando ante las autoridades, buscando cualquier pretexto para sabotearlos. ¡Un descaro!
Y eso no es todo, mae. Teresa Fernández, mami de una de las trompetistas, nos cuenta que el profe de música le soltó unas macanas a su hija que te dejan helao. Le dijo que ‘¿para qué usa la blusa de la banda si no sirve para nada?’ ¡Imagínate el daño que le pudo hacer a la niña!
Otro papá, quien pidió mantenerse anónimo pa’ evitar más problemas, nos reveló que el mismo profe les ofreció pagarle a su hija clases particulares de clarinete con alguien que él conocía. Pero resultó que el tipo no sabía ni siquiera soplar la hoja pegada en la pared. ¡Una estafa total! Lo peor es que insistieron en que la hija siguiera tomando clases, presionado por el profe.
Los padres, desesperados, escribieron cartas al despacho de la Vicepresidenta y al Viceministro de Educación, pidiendo ayuda. Pero la única respuesta que recibieron fue un simple acuse de recibido y un reenvío a la DRE de Puriscal, que aparentemente no pudo hacer nada. ¡Qué brete!
El colegio y la DRE, tratando de restarle importancia a la vaina, sacaron un comunicado diciendo que la información que circulan es falsa. Pero Jonathan Montero, el presidente del comité ejecutivo, salió a defender a los docentes y a criticar al grupo de padres. ¡Parece que están más preocupados por proteger su pellejo que por apoyar a la banda!
La verdad es que esto es una pena tremenda. Más de sesenta jóvenes tienen sus sueños en peligro, todo por la ambición de unos pocos docentes resentidos. Ahora, dime tú, ¿crees que las autoridades deberían meterse de lleno en esta vaina y echar para adelante a esos profes que le están haciendo la vida imposible a estos muchachos?
La bronca, según cuentan los papás, viene de raíz. Al parecer, hay algunos profes que quieren cerrar la banda, envidiosos de su éxito y pensando solamente en ellos mismos. Imagínate, justo ahora que estaban a punto de brillar en el Festival de la Luz, ¡qué sal!
Lo que más indigna a los padres es que, además de querer mandar la banda al traste, estarían difiriendo “varitas” falsas sobre el trabajo del director. Dicen que lo están desacreditando ante las autoridades, buscando cualquier pretexto para sabotearlos. ¡Un descaro!
Y eso no es todo, mae. Teresa Fernández, mami de una de las trompetistas, nos cuenta que el profe de música le soltó unas macanas a su hija que te dejan helao. Le dijo que ‘¿para qué usa la blusa de la banda si no sirve para nada?’ ¡Imagínate el daño que le pudo hacer a la niña!
Otro papá, quien pidió mantenerse anónimo pa’ evitar más problemas, nos reveló que el mismo profe les ofreció pagarle a su hija clases particulares de clarinete con alguien que él conocía. Pero resultó que el tipo no sabía ni siquiera soplar la hoja pegada en la pared. ¡Una estafa total! Lo peor es que insistieron en que la hija siguiera tomando clases, presionado por el profe.
Los padres, desesperados, escribieron cartas al despacho de la Vicepresidenta y al Viceministro de Educación, pidiendo ayuda. Pero la única respuesta que recibieron fue un simple acuse de recibido y un reenvío a la DRE de Puriscal, que aparentemente no pudo hacer nada. ¡Qué brete!
El colegio y la DRE, tratando de restarle importancia a la vaina, sacaron un comunicado diciendo que la información que circulan es falsa. Pero Jonathan Montero, el presidente del comité ejecutivo, salió a defender a los docentes y a criticar al grupo de padres. ¡Parece que están más preocupados por proteger su pellejo que por apoyar a la banda!
La verdad es que esto es una pena tremenda. Más de sesenta jóvenes tienen sus sueños en peligro, todo por la ambición de unos pocos docentes resentidos. Ahora, dime tú, ¿crees que las autoridades deberían meterse de lleno en esta vaina y echar para adelante a esos profes que le están haciendo la vida imposible a estos muchachos?