Ay, mi gente, qué torta nos cayó encima. El Hospital Nacional de Niños (HNN), nuestro refugio para los pajaritos, está reventando por todos lados. Dicen que anda con una ocupación del 120%, ¡eso es más que lleno, es estar al borde del colapso! Las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) tienen al HNN así, con los nervios a flor de piel, y parece que ni rastro de solución rápida a la vista.
Según el Ministerio de Salud, hasta mediados de septiembre ya iban 81 chiquitos internados, superando en muchacho la capacidad oficial de 67 camas dedicadas a esto. Sumándole que a nivel país, estamos hablando de más de 10 mil casos de IRAG y casi 1 millón 200 mil de infecciones respiratorias agudas (IRAS). ¡Un brete pa’ los médicos y enfermeras!
Las autoridades sanitarias, aunque reconocen la bronca, andan tratando de ponerle calma a la cosa. Pero la realidad es que la presión sobre los servicios pediátricos se siente pesada. “Actualmente, la ocupación de camas respiratorias en el HNN supera el 120%, lo que confirma la magnitud del impacto que están teniendo las infecciones respiratorias en la población infantil”, le soltaron a la prensa. Suena lindo, pero vamos, ¡el hospital está que arde!
Y lo más preocupante de todo, diay, es que este año ya hemos perdido a 19 angelitos por problemas respiratorios. ¡Qué sal! La mayoría eran menors de cinco años, justo en la etapa más vulnerable. Cuatro de esos nenes, para rematar, no tenían ninguna enfermedad de fondo. Imagínate el dolor de esas familias… es que no hay con qué explicarlo.
La doctora Lydiana Ávila, jefa del Departamento de Medicina del HNN, nos contó que “hasta el 28 de agosto habíamos tenido 19 pacientes que fallecieron por algún problema respiratorio”. Añadió, con cara de preocupación, que “la mayoría han sido menores de 5 años de edad, donde tenemos un grupo de 14 pacientes”. Un dato duro que nos hace pensar en qué tan preparados estamos para enfrentar esto.
Pero no todo es malo, chunches. El laboratorio de virología del HNN ha estado trabajando a marchas forzadas, analizando muestras. Descubrieron que el rinovirus es el principal culpable, representando casi el 50% de los casos positivos. Le siguen la influenza A-B, parainfluenza, virus sincicial (VRS), adenovirus, metaneumovirus y hasta el SARS-CoV-2 y otros coronavirus, aunque en menor proporción. Parece que los bichos están atacando por todos lados, ¡qué torta!
El gobierno, pa' hacer algo, empezó a vacunar a las mamás embarazadas contra el virus sincicial desde junio. Ya le pusieron la chincha a más de 7 mil 600 mujeres, que representa casi el 70% de la cobertura en esos primeros meses. Aunque todavía no vemos resultados tangibles en los hospitales, dicen que “se espera que el efecto de la vacunación se vea en los próximos meses.” Esperemos que sí, porque la situación está apremiante y no podemos seguir perdiendo vidas inocentes.
Así que ya saben, cuidémonos mucho, especialmente a los más peques. Reconocer los síntomas – fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga – es clave para actuar rápido y buscar ayuda médica. No mandemos a los nenes enfermos a la escuela, ¡evitemos contagiar más! Ahora dime, tú ¿qué opinas de esta crisis en el HNN? ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a nuestros hijos?
Según el Ministerio de Salud, hasta mediados de septiembre ya iban 81 chiquitos internados, superando en muchacho la capacidad oficial de 67 camas dedicadas a esto. Sumándole que a nivel país, estamos hablando de más de 10 mil casos de IRAG y casi 1 millón 200 mil de infecciones respiratorias agudas (IRAS). ¡Un brete pa’ los médicos y enfermeras!
Las autoridades sanitarias, aunque reconocen la bronca, andan tratando de ponerle calma a la cosa. Pero la realidad es que la presión sobre los servicios pediátricos se siente pesada. “Actualmente, la ocupación de camas respiratorias en el HNN supera el 120%, lo que confirma la magnitud del impacto que están teniendo las infecciones respiratorias en la población infantil”, le soltaron a la prensa. Suena lindo, pero vamos, ¡el hospital está que arde!
Y lo más preocupante de todo, diay, es que este año ya hemos perdido a 19 angelitos por problemas respiratorios. ¡Qué sal! La mayoría eran menors de cinco años, justo en la etapa más vulnerable. Cuatro de esos nenes, para rematar, no tenían ninguna enfermedad de fondo. Imagínate el dolor de esas familias… es que no hay con qué explicarlo.
La doctora Lydiana Ávila, jefa del Departamento de Medicina del HNN, nos contó que “hasta el 28 de agosto habíamos tenido 19 pacientes que fallecieron por algún problema respiratorio”. Añadió, con cara de preocupación, que “la mayoría han sido menores de 5 años de edad, donde tenemos un grupo de 14 pacientes”. Un dato duro que nos hace pensar en qué tan preparados estamos para enfrentar esto.
Pero no todo es malo, chunches. El laboratorio de virología del HNN ha estado trabajando a marchas forzadas, analizando muestras. Descubrieron que el rinovirus es el principal culpable, representando casi el 50% de los casos positivos. Le siguen la influenza A-B, parainfluenza, virus sincicial (VRS), adenovirus, metaneumovirus y hasta el SARS-CoV-2 y otros coronavirus, aunque en menor proporción. Parece que los bichos están atacando por todos lados, ¡qué torta!
El gobierno, pa' hacer algo, empezó a vacunar a las mamás embarazadas contra el virus sincicial desde junio. Ya le pusieron la chincha a más de 7 mil 600 mujeres, que representa casi el 70% de la cobertura en esos primeros meses. Aunque todavía no vemos resultados tangibles en los hospitales, dicen que “se espera que el efecto de la vacunación se vea en los próximos meses.” Esperemos que sí, porque la situación está apremiante y no podemos seguir perdiendo vidas inocentes.
Así que ya saben, cuidémonos mucho, especialmente a los más peques. Reconocer los síntomas – fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga – es clave para actuar rápido y buscar ayuda médica. No mandemos a los nenes enfermos a la escuela, ¡evitemos contagiar más! Ahora dime, tú ¿qué opinas de esta crisis en el HNN? ¿Crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger a nuestros hijos?
