Bueno, pues fíjate que la noche de este viernes nos dejó un saborcito amargo en la boca. Un jovencito, de nombre Zúñiga, de apenas 27 años, terminó herido de bala en medio de un ataque que sacudió el sector de Cinco Esquinas en Tibás. Parece que la tranquilidad de nuestro cantón se ha ido al traste, y la delincuencia sigue pegándole duro.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), alrededor de las once de la noche, mientras el pobre mae caminaba tranquilamente por la calle, apareció una moto con dos sujetos encima. Y sin siquiera decir ni “hola”, ¡le abrieron fuego! Imagínatelo, diay, la valentía que tienen algunos para hacer esas cosas… impactándolo primero en el pecho y luego en el brazo izquierdo. ¡Qué barbaridad!
Por suerte, los servicios médicos llegaron rápido y lograron atenderlo de inmediato. Lo trasladaron corriendo a un centro médico, donde, hasta ahora, reportan que está fuera de peligro, aunque seguramente todavía estará sintiendo el susto. Este tipo de incidentes nos recuerdan que la seguridad ciudadana es un brete que tenemos que tomar muy en serio. La vida de cualquier persona es invaluable, y estos ataques injustificados dejan cicatrices profundas, tanto físicas como emocionales.
Lo que más preocupa es que, según el OIJ, no hubo discusión previa, ni motivo aparente para el ataque. Simplemente, esos maleantes decidieron arruinarle la noche a este joven. Se supone que estamos en un país de ley y orden, pero parece que hay quienes se creen dueños de la calle y hacen lo que se les antoja. Que salada está la cosa, mae…
Ahora, el OIJ está investigando a fondo para tratar de identificar a los responsables y aclarar qué onda con todo esto. Dicen que ya están revisando cámaras de seguridad y buscando testigos que puedan aportar información útil. Esperemos que encuentren pronto a esos tipos y que paguen por sus acciones. No puede ser que vivamos así, con miedo de salir a la calle. Esto tiene que cambiar.
Este incidente vuelve a encender el debate sobre la necesidad de reforzar la seguridad en nuestras comunidades. Muchos vecinos expresan sentirse inseguros y exigen medidas más contundentes por parte de las autoridades. Desde patrullajes más frecuentes hasta la instalación de cámaras de vigilancia, la gente quiere soluciones concretas, y rápidas. Porque si no hacemos algo, la situación se va a ir aún más de madre.
Y hablando de soluciones, no podemos obviar la importancia de abordar las causas raíz de la delincuencia. Pobreza, falta de oportunidades, educación deficiente... todos estos factores contribuyen a crear un caldo de cultivo propicio para la criminalidad. Necesitamos invertir en programas sociales, promover la inclusión laboral y fortalecer el sistema educativo para brindarles a nuestros jóvenes alternativas a la violencia.
En fin, este lamentable episodio nos deja muchas reflexiones. La seguridad es un derecho fundamental, y nadie debería vivir con temor en su propia comunidad. ¿Ustedes qué opinan? ¿Qué medidas cree que deberían implementar las autoridades para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad en Tibás y en todo el país?
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), alrededor de las once de la noche, mientras el pobre mae caminaba tranquilamente por la calle, apareció una moto con dos sujetos encima. Y sin siquiera decir ni “hola”, ¡le abrieron fuego! Imagínatelo, diay, la valentía que tienen algunos para hacer esas cosas… impactándolo primero en el pecho y luego en el brazo izquierdo. ¡Qué barbaridad!
Por suerte, los servicios médicos llegaron rápido y lograron atenderlo de inmediato. Lo trasladaron corriendo a un centro médico, donde, hasta ahora, reportan que está fuera de peligro, aunque seguramente todavía estará sintiendo el susto. Este tipo de incidentes nos recuerdan que la seguridad ciudadana es un brete que tenemos que tomar muy en serio. La vida de cualquier persona es invaluable, y estos ataques injustificados dejan cicatrices profundas, tanto físicas como emocionales.
Lo que más preocupa es que, según el OIJ, no hubo discusión previa, ni motivo aparente para el ataque. Simplemente, esos maleantes decidieron arruinarle la noche a este joven. Se supone que estamos en un país de ley y orden, pero parece que hay quienes se creen dueños de la calle y hacen lo que se les antoja. Que salada está la cosa, mae…
Ahora, el OIJ está investigando a fondo para tratar de identificar a los responsables y aclarar qué onda con todo esto. Dicen que ya están revisando cámaras de seguridad y buscando testigos que puedan aportar información útil. Esperemos que encuentren pronto a esos tipos y que paguen por sus acciones. No puede ser que vivamos así, con miedo de salir a la calle. Esto tiene que cambiar.
Este incidente vuelve a encender el debate sobre la necesidad de reforzar la seguridad en nuestras comunidades. Muchos vecinos expresan sentirse inseguros y exigen medidas más contundentes por parte de las autoridades. Desde patrullajes más frecuentes hasta la instalación de cámaras de vigilancia, la gente quiere soluciones concretas, y rápidas. Porque si no hacemos algo, la situación se va a ir aún más de madre.
Y hablando de soluciones, no podemos obviar la importancia de abordar las causas raíz de la delincuencia. Pobreza, falta de oportunidades, educación deficiente... todos estos factores contribuyen a crear un caldo de cultivo propicio para la criminalidad. Necesitamos invertir en programas sociales, promover la inclusión laboral y fortalecer el sistema educativo para brindarles a nuestros jóvenes alternativas a la violencia.
En fin, este lamentable episodio nos deja muchas reflexiones. La seguridad es un derecho fundamental, y nadie debería vivir con temor en su propia comunidad. ¿Ustedes qué opinan? ¿Qué medidas cree que deberían implementar las autoridades para combatir la delincuencia y recuperar la tranquilidad en Tibás y en todo el país?
