Ay, Dios mío, qué susto nos dimos ayer en Boca de Arenal de Cutris. Un choque de motocicletas dejó a cinco personas heridas, pero la peor parte la lleva un nene de apenas cuatro o cinco años, ahora mismo peleando por su vida en el Hospital San Carlos. Se armó un pincho tremendo, parece que el destino quiso poner a prueba la fe de toda la familia.
Según fuentes cercanas a la Cruz Roja, todo pasó pasadas las siete de la noche, justo cerca del cementerio, una zona donde la gente suele caminar tranquilamente. Al parecer, dos motocicletas se cruzaron y bum, ahí se chocaron. No sabemos todavía qué causó el encontronazo; si fue exceso de velocidad, si alguien no respetó la preferencia, o simplemente un descuido del otro. Pero lo cierto es que dejó una escena lamentable y mucha angustia en la comunidad.
Imagínate, en una moto iban dos adultos y el pequeñito, disfrutando de la tarde. En la otra, otras dos personas. De pronto, el impacto. Los equipos de rescate llegaron rapidísimo, mandaron hasta tres ambulancias desde Ciudad Quesada y Santa Rosa de Pocosol porque la necesidad era grande. Trabajaron como verdaderos campeones para atender a todos los heridos y trasladarlos a centros de salud.
El niño, pobre angelito, salió en condición crítica, directo al Hospital San Carlos. Se le puso categoría roja, eso significa que estaba muy grave. Los dos adultos que lo acompañaban, aunque golpeados, se mantienen estables en la clínica de Santa Rosa de Pocosol, con clasificación amarilla. Y luego, también tuvimos una mujer que fue llevada al Hospital San Carlos en amarillo, y otro señor que, gracias a Dios, resultó con lesiones leves, categoría verde, también a Santa Rosa.
La Policía de Tránsito y la Fuerza Pública acordonaron la zona para garantizar la seguridad de los paramédicos y para iniciar la investigación correspondiente. Están tratando de averiguar exactamente qué pasó, quién tuvo la culpa, para evitar que estas tragedias se repitan. Porque vaya que sí, esto te pone a pensar en cómo de peligroso puede ser andar por nuestras carreteras, especialmente cuando hay niños involucrados.
Estos accidentes, además de la pérdida humana, dejan secuelas emocionales en familias enteras. Pensar en el dolor de los padres de ese niño, la incertidumbre de no saber qué va a pasar, te da escalofríos. Te recuerda que debemos conducir con precaución, respetar las señales de tránsito y, sobre todo, cuidar de los más vulnerables, que son nuestros niños.
En estos momentos, toda la comunidad de San Carlos está rezando por la pronta recuperación del pequeño. Esperamos que salga adelante y pueda volver a reír, a jugar, a disfrutar de la niñez tal como debe ser. Que se recupere pronto y vuelva a tener esas ganas de vivir que tienen los niños. ¡Aguante guerrero!
Ahora, dime tú... ¿Qué medidas crees que deberíamos tomar, como sociedad, para reducir los accidentes de tráfico, especialmente aquellos que involucran a menores de edad? ¿Será que necesitamos más campañas de concientización, controles policiales más estrictos, o quizás mejorar la infraestructura vial en zonas de alto riesgo?
Según fuentes cercanas a la Cruz Roja, todo pasó pasadas las siete de la noche, justo cerca del cementerio, una zona donde la gente suele caminar tranquilamente. Al parecer, dos motocicletas se cruzaron y bum, ahí se chocaron. No sabemos todavía qué causó el encontronazo; si fue exceso de velocidad, si alguien no respetó la preferencia, o simplemente un descuido del otro. Pero lo cierto es que dejó una escena lamentable y mucha angustia en la comunidad.
Imagínate, en una moto iban dos adultos y el pequeñito, disfrutando de la tarde. En la otra, otras dos personas. De pronto, el impacto. Los equipos de rescate llegaron rapidísimo, mandaron hasta tres ambulancias desde Ciudad Quesada y Santa Rosa de Pocosol porque la necesidad era grande. Trabajaron como verdaderos campeones para atender a todos los heridos y trasladarlos a centros de salud.
El niño, pobre angelito, salió en condición crítica, directo al Hospital San Carlos. Se le puso categoría roja, eso significa que estaba muy grave. Los dos adultos que lo acompañaban, aunque golpeados, se mantienen estables en la clínica de Santa Rosa de Pocosol, con clasificación amarilla. Y luego, también tuvimos una mujer que fue llevada al Hospital San Carlos en amarillo, y otro señor que, gracias a Dios, resultó con lesiones leves, categoría verde, también a Santa Rosa.
La Policía de Tránsito y la Fuerza Pública acordonaron la zona para garantizar la seguridad de los paramédicos y para iniciar la investigación correspondiente. Están tratando de averiguar exactamente qué pasó, quién tuvo la culpa, para evitar que estas tragedias se repitan. Porque vaya que sí, esto te pone a pensar en cómo de peligroso puede ser andar por nuestras carreteras, especialmente cuando hay niños involucrados.
Estos accidentes, además de la pérdida humana, dejan secuelas emocionales en familias enteras. Pensar en el dolor de los padres de ese niño, la incertidumbre de no saber qué va a pasar, te da escalofríos. Te recuerda que debemos conducir con precaución, respetar las señales de tránsito y, sobre todo, cuidar de los más vulnerables, que son nuestros niños.
En estos momentos, toda la comunidad de San Carlos está rezando por la pronta recuperación del pequeño. Esperamos que salga adelante y pueda volver a reír, a jugar, a disfrutar de la niñez tal como debe ser. Que se recupere pronto y vuelva a tener esas ganas de vivir que tienen los niños. ¡Aguante guerrero!
Ahora, dime tú... ¿Qué medidas crees que deberíamos tomar, como sociedad, para reducir los accidentes de tráfico, especialmente aquellos que involucran a menores de edad? ¿Será que necesitamos más campañas de concientización, controles policiales más estrictos, o quizás mejorar la infraestructura vial en zonas de alto riesgo?
