Mano, la vaina está que arde. Los pediatras acá en Costa Rica, igual que nuestros primos argentinos, están fregados porque el vapeo se metió como mosca en sopa a nuestros jovencitos. Lo que empezó siendo una moda rara de “cosas nuevas” y sabores que te hacen agua la boca, ahora es una preocupación enorme. Ya no hablamos de simple curiosidad, vamos, nos estamos metiendo en terrenos peligrosos.
Según dicen los doctores allá, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ya prendió todas las alarmas viendo cómo va creciendo el uso de esos cigarrillos electrónicos y vapeadores entre los puros. El truco, parece, está en hacer creerles que son “menos malos” que los cigarrillos tradicionales, cuando en realidad están llenos de nicotina y otras cosas raras que te hacen adicto, te trastocan el cerebro y hasta te pueden enfermar gravemente los pulmones. ¡Qué torta!
Y ojo, que no es tan difícil conseguirlos. Aunque esté prohibido venderlos y promocionarlos en Argentina, acá tenemos nuestra propia manera de lidiar con esas leyes, ¿saben? Siempre hay algún chunche vendiéndolos en mercados informales. Los colores chillones, los empaques que parecen juguetes y los sabores de frutas, chicles, chocolate... ¡eso sí que es anzuelo para cualquier adolescente buscando llamar la atención o querer sentirse parte del grupo!
La SAP dice que todo esto es obra de unas estrategias de marketing muy bien pensadas por las compañías tabacaleras. Como ya nadie fuma tanto como antes, ellos vieron en estos vapeadores una oportunidad de enganchar a las nuevas generaciones. Ahora, en lugar de comprar cigarritos, van por esos aparatitos modernos. ¡Qué carga!
Pero la bronca no es solamente por la adicción, mire usted. Los pediatras explican que, si tú empiezas a vapear seguido, puedes terminar tosiendo como loco, sintiéndote mareado, vomitando, con dolor de cabeza y con silbidos al respirar. Y en casos graves, hasta te pueden dar una enfermedad pulmonar aguda, que es súper peligrosa y puede poner en riesgo tu capacidad de respirar. ¡Qué sal!
Además, la nicotina le hace un montón de fechorías al cerebro que todavía está creciendo, y eso tarda hasta los 25 años en estar listo. Puede causarte problemas de memoria, dificultarte el aprendizaje, afectarte la atención y hasta meterte en depresiones y ataques de ansiedad. Y pa' colmo, la mayoría de los fumadores empiezan a echarse un pitillo antes de cumplir 18 años. ¡Eso es un brete complicado!
Y ni hablar de la gente que cree que el vapeo es la solución para dejar de fumar. ¡Qué barbaridad! Los médicos dicen que no hay pruebas sólidas que demuestren eso, y muchos jóvenes que empiezan con los vapeadores terminan cambiándose al cigarrillo tradicional porque sale más barato y lo encuentras en cada esquina. ¡Se fueron al traste las intenciones nobles!
Aquí en Costa Rica, la situación no es diferente. Vemos estos aparaticos circulando a diestra y siniestra, sin mucha regulación y a precios accesibles. Colegios, familias y centros de salud ya están preocupados. Los especialistas piden que pongan orden con controles más estrictos, campañas de educación y apoyo a las familias para evitar que más jóvenes caigan en esta adicción. Y hablando de todo esto, ¿ustedes creen que las escuelas deberían implementar programas obligatorios de prevención contra el vapeo, incluso si eso implica generar controversia con algunos padres?
Según dicen los doctores allá, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ya prendió todas las alarmas viendo cómo va creciendo el uso de esos cigarrillos electrónicos y vapeadores entre los puros. El truco, parece, está en hacer creerles que son “menos malos” que los cigarrillos tradicionales, cuando en realidad están llenos de nicotina y otras cosas raras que te hacen adicto, te trastocan el cerebro y hasta te pueden enfermar gravemente los pulmones. ¡Qué torta!
Y ojo, que no es tan difícil conseguirlos. Aunque esté prohibido venderlos y promocionarlos en Argentina, acá tenemos nuestra propia manera de lidiar con esas leyes, ¿saben? Siempre hay algún chunche vendiéndolos en mercados informales. Los colores chillones, los empaques que parecen juguetes y los sabores de frutas, chicles, chocolate... ¡eso sí que es anzuelo para cualquier adolescente buscando llamar la atención o querer sentirse parte del grupo!
La SAP dice que todo esto es obra de unas estrategias de marketing muy bien pensadas por las compañías tabacaleras. Como ya nadie fuma tanto como antes, ellos vieron en estos vapeadores una oportunidad de enganchar a las nuevas generaciones. Ahora, en lugar de comprar cigarritos, van por esos aparatitos modernos. ¡Qué carga!
Pero la bronca no es solamente por la adicción, mire usted. Los pediatras explican que, si tú empiezas a vapear seguido, puedes terminar tosiendo como loco, sintiéndote mareado, vomitando, con dolor de cabeza y con silbidos al respirar. Y en casos graves, hasta te pueden dar una enfermedad pulmonar aguda, que es súper peligrosa y puede poner en riesgo tu capacidad de respirar. ¡Qué sal!
Además, la nicotina le hace un montón de fechorías al cerebro que todavía está creciendo, y eso tarda hasta los 25 años en estar listo. Puede causarte problemas de memoria, dificultarte el aprendizaje, afectarte la atención y hasta meterte en depresiones y ataques de ansiedad. Y pa' colmo, la mayoría de los fumadores empiezan a echarse un pitillo antes de cumplir 18 años. ¡Eso es un brete complicado!
Y ni hablar de la gente que cree que el vapeo es la solución para dejar de fumar. ¡Qué barbaridad! Los médicos dicen que no hay pruebas sólidas que demuestren eso, y muchos jóvenes que empiezan con los vapeadores terminan cambiándose al cigarrillo tradicional porque sale más barato y lo encuentras en cada esquina. ¡Se fueron al traste las intenciones nobles!
Aquí en Costa Rica, la situación no es diferente. Vemos estos aparaticos circulando a diestra y siniestra, sin mucha regulación y a precios accesibles. Colegios, familias y centros de salud ya están preocupados. Los especialistas piden que pongan orden con controles más estrictos, campañas de educación y apoyo a las familias para evitar que más jóvenes caigan en esta adicción. Y hablando de todo esto, ¿ustedes creen que las escuelas deberían implementar programas obligatorios de prevención contra el vapeo, incluso si eso implica generar controversia con algunos padres?