¡Imagínate la emoción, pura neta! En medio del bullicio del Benemérito Liceo José Martí en Puntarenas, 190 vecinos celebraron un hito gigante: obtener su título de bachillerato. Y no cualquier bachillerato, sino uno impulsado por el programa BEE (Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento). Con la presencia del Presidente Chaves, la celebración fue a toda máquina, demostrando que sí se puede romper barreras y alcanzar metas, diay.
Este programa, que llegó con aires frescos de la actual administración, le dio una segunda oportunidad a adultos que, entre 1988 y 2019, tuvieron que dejar los libros a un lado por diversas razones. Más de 18.500 personas ya han aprovechado esta ventana para retomar sus estudios y agarrarle la espina a un futuro mejor. Un brete así no se veía hace años, y eso es lo que lo hace tan especial.
Lo chévere de todo esto es la alianza estratégica que se formó entre el Ministerio de Educación Pública (MEP), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y el Colegio Nacional de Educación a Distancia (CONED). Con esta combinación, el programa logró llegar hasta las comunidades más recónditas y aquellas donde las necesidades son más apremiantes. La educación a distancia, ¡qué carga!, pero bien utilizada como acá, abre puertas que parecían cerradas.
Leonardo Sánchez Hernández, el ministro de Educación, no se anduvo con rodeos: “Miles de personas hoy cuentan con más y mejores oportunidades gracias al BEE.” Pura verdad. Personas que lucharon contra viento y marea, que batallaron para poder estudiar, ahora tienen el aval que necesitan para darle duro en el mercado laboral o lanzarse a emprender sus propios negocios. ¡Eso sí es progreso!
Rodrigo Arias Camacho, el rector de la UNED, también expresó su satisfacción con el convenio: “Las personas concluyen su proceso en un modelo de educación a distancia bien utilizado, que demuestra su efectividad”. No es broma, la tecnología y la educación combinadas pueden hacer maravillas. Demostraron que la educación puede adaptarse a las necesidades de las personas, y no al revés.
Y ahí estaba el Presidente Chaves, soltando verdades a los cuatro vientos: “Esa es la mayor obra pública que puede tener un país: su gente educada, empoderada y con ganas de comerse el mundo”. Sí, señor. Invertir en educación es sembrar el futuro, es darles a nuestros jóvenes y adultos las herramientas necesarias para construir un país más justo y próspero. Una vara así, ¡qué chiva!
Pero ojo, que el BEE no es solo entregar un título. También incluye preparación para emprender proyectos y fortalecer habilidades para el desarrollo personal y profesional. Así, los nuevos bachilleres no solo tienen un documento, sino también conocimientos prácticos y contactos valiosos que les servirán para abrirse paso en la vida. Una tremenda oportunidad para muchos, y un ejemplo a seguir para otros.
Ahora dime tú, ¿crees que iniciativas como el BEE deberían expandirse a otras áreas, como capacitación técnica o formación profesional específica? ¿Consideras que el acceso a la educación a distancia debería ser aún más amplio, especialmente en zonas rurales donde las opciones son limitadas? ¡Déjanos tus comentarios y compartamos ideas para construir un Costa Rica con más oportunidades para todos, maes!
Este programa, que llegó con aires frescos de la actual administración, le dio una segunda oportunidad a adultos que, entre 1988 y 2019, tuvieron que dejar los libros a un lado por diversas razones. Más de 18.500 personas ya han aprovechado esta ventana para retomar sus estudios y agarrarle la espina a un futuro mejor. Un brete así no se veía hace años, y eso es lo que lo hace tan especial.
Lo chévere de todo esto es la alianza estratégica que se formó entre el Ministerio de Educación Pública (MEP), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y el Colegio Nacional de Educación a Distancia (CONED). Con esta combinación, el programa logró llegar hasta las comunidades más recónditas y aquellas donde las necesidades son más apremiantes. La educación a distancia, ¡qué carga!, pero bien utilizada como acá, abre puertas que parecían cerradas.
Leonardo Sánchez Hernández, el ministro de Educación, no se anduvo con rodeos: “Miles de personas hoy cuentan con más y mejores oportunidades gracias al BEE.” Pura verdad. Personas que lucharon contra viento y marea, que batallaron para poder estudiar, ahora tienen el aval que necesitan para darle duro en el mercado laboral o lanzarse a emprender sus propios negocios. ¡Eso sí es progreso!
Rodrigo Arias Camacho, el rector de la UNED, también expresó su satisfacción con el convenio: “Las personas concluyen su proceso en un modelo de educación a distancia bien utilizado, que demuestra su efectividad”. No es broma, la tecnología y la educación combinadas pueden hacer maravillas. Demostraron que la educación puede adaptarse a las necesidades de las personas, y no al revés.
Y ahí estaba el Presidente Chaves, soltando verdades a los cuatro vientos: “Esa es la mayor obra pública que puede tener un país: su gente educada, empoderada y con ganas de comerse el mundo”. Sí, señor. Invertir en educación es sembrar el futuro, es darles a nuestros jóvenes y adultos las herramientas necesarias para construir un país más justo y próspero. Una vara así, ¡qué chiva!
Pero ojo, que el BEE no es solo entregar un título. También incluye preparación para emprender proyectos y fortalecer habilidades para el desarrollo personal y profesional. Así, los nuevos bachilleres no solo tienen un documento, sino también conocimientos prácticos y contactos valiosos que les servirán para abrirse paso en la vida. Una tremenda oportunidad para muchos, y un ejemplo a seguir para otros.
Ahora dime tú, ¿crees que iniciativas como el BEE deberían expandirse a otras áreas, como capacitación técnica o formación profesional específica? ¿Consideras que el acceso a la educación a distancia debería ser aún más amplio, especialmente en zonas rurales donde las opciones son limitadas? ¡Déjanos tus comentarios y compartamos ideas para construir un Costa Rica con más oportunidades para todos, maes!