“Los fósiles constituyen la mejor prueba de la evolución.”—Introduction to Protozoology, página 36, por Reginald Manwell.
“Gracias a la ayuda de los fósiles, los paleontólogos ahora pueden darnos un excelente cuadro de la vida que existió en épocas pasadas.”—A Guide to Earth History, página 48, por Richard Carrington.
“La veracidad de la evolución ha sido comprobada concluyentemente por la paleontología.”—Genetics, Paleontology, and Evolution, página 87, por D. D. Davies (libro preparado por Jepson, Mayr y Simpson).
Sin embargo:
Sobre la vida microscópica
“Todavía sabemos poco en cuanto a la evolución protozoaria.”—Introduction to Protozoology, página 42, Manwell.
Sobre los insectos
“No se conoce de fósiles que demuestren cómo eran los insectos primitivos ancestrales.”—Life Nature Library, The Insects, página 14.
Sobre los peces
“El primer pez evolucionó. . . . Que sepamos, no hay ‘eslabón’ que enlace a este nuevo animal con alguna forma anterior de vida. El pez simplemente apareció, dotado de columna vertebral, aquella estructura que separa a todos los animales en uno de dos grupos: los de vida superior y los de vida inferior.”—Marvels and Mysteries ************SPAM/BANNEAR************ Our Animal World, página 25, por Jean George (libro del Reader’s Digest).
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Sobre la transformación de reptiles en mamíferos
“Los fósiles, lamentablemente, revelan muy poco acerca de las criaturas que nosotros consideramos los primeros mamíferos en el sentido verdadero.”—Life Nature Library, The Mammals, página 37.
“No hay eslabón perdido [que enlace a] los mamíferos y los reptiles.”—Life Nature Library, The Reptiles, página 41.
Sobre la transformación de reptiles en aves
“No hay nada en los fósiles que muestre las etapas mediante las cuales se realizó la asombrosa transformación de los reptiles en aves.”—Biology and Comparative Physiology, W. E. Swinton, Tomo 1, pág. 1.
Sobre los antropoides
“Para el entero período terciario, que abarca unos 60 a 80 millones de años, tenemos que leer la historia de la evolución de los primates de unos puñados de huesos y dientes rotos.”—junio de 1956, Scientific American, página 98, por Eiseley.
“Desgraciadamente, el registro de los fósiles que habría de hacer posible que trazáramos la emergencia de los antropoides todavía está desesperanzadamente incompleto.”—Life Nature Library, The Primates, página 15.
De los antropoides al hombre
“Lamentablemente, las primeras etapas del progreso evolutivo del hombre, en lo que tiene que ver con su propia línea individual, sigue siendo totalmente un misterio.”—Life Nature Library, The Primates, página 177.
“Aun esta historia relativamente reciente está repleta de incertidumbres; las autoridades frecuentemente están en desacuerdo, tanto sobre puntos fundamentales como sobre detalles.”—Mankind Evolving, página 168, por Theodosius Dobzhansky
Los evolucionistas dicen que los fósiles proporcionan la mejor prueba de la evolución, que proveen un excelente cuadro de ella, que la prueban de manera contundente. Luego dicen:
‘No hay fósiles que muestren cómo empezó la vida, ni el principio de la vida microscópica, ni cómo empezó la vida vegetal, ni el comienzo de los insectos, ni el de los peces, los anfibios, los reptiles, ni los mamíferos, ni las aves, ni cómo llegaron a existir los monos, ni el hombre.’
Su “mejor prueba” no es prueba alguna. Su “excelente cuadro” es un vacío total. Su ‘prueba contundente’ no prueba nada. ¿Cómo evaden los evolucionistas este testimonio poco satisfactorio de su testigo principal?
Darwin había dicho que la vida había evolucionado muy lentamente por medio de cambios pequeños a partir de un organismo unicelular hasta que toda forma de vida se desarrolló en la Tierra, incluso el hombre. El registro fósil debería mostrar esas transiciones, pero no lo hacía, según Darwin mismo admitió. Hace ciento veinte años él dijo que el registro estaba incompleto, pero él creía que, con el tiempo, se descubrirían más fósiles y así se llenarían las lagunas del registro.
“El patrón que por los pasados 120 años se nos dijo que halláramos no existe,” declaró Niles Eldridge, paleontólogo del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Stephen Jay Gould, de la Universidad de Harvard, concuerda con Eldridge.
Cuando los creacionistas señalaron a los diseños intrincados que existen en la naturaleza y que requieren un diseñador, los evolucionistas entronizaron a la selección natural como la diseñadora. Ahora el papel de la selección natural se ha debilitado, y en su lugar los evolucionistas han instalado cómodamente al azar o la casualidad... por mucho tiempo los creacionistas han sostenido que los evolucionistas tenían que depender del azar para apoyar sus puntos.
Hoy día una alternativa importante a la selección natural tiene que ver con los efectos del puro azar. . . . De modo que estamos hablando de la supervivencia de los afortunados así como de la supervivencia de los más aptos.” Él opina que quizás “los mamíferos no fueron mejores que los dinosaurios, sino más afortunados,” y al concluir su artículo dice con relación a Darwin: “¡La parte que él pasó por alto fue el elemento sencillo del azar!”
Con el azar en el papel dominante de dirigir la evolución, vuelve a surgir la delicada cuestión del diseño: ¿Cómo puede la casualidad o el azar lograr los diseños intrincados y asombrosos que se ven por todas partes? Darwin dijo que el ojo le causaba estremecimientos. Además, no es una sola vez que tienen que darse tales milagros de diseño por el azar, sino que tienen que repetirse vez tras vez en especies que no están concadenadas o relacionadas unas con otras.
Por ejemplo, el pulpo no es pariente nuestro, pero su ojo es sorprendentemente “humano.” Peces y anguilas sin relación entre sí están equipados para hacer descargas eléctricas. Insectos, gusanos, bacterias y peces sin relación entre sí tienen órganos luminosos que producen luz fría. Lampreas, mosquitos y sanguijuelas sin relación entre sí tienen anticoagulantes que evitan que la sangre de sus víctimas se coagule. De puercos espines, equidnos y erizos sin relación entre sí se dice que desarrollaron púas independientemente. Los delfines y los murciélagos sin relación entre sí tienen sistemas de sonar. Peces e insectos sin relación entre sí tienen ojos bifocales para visión tanto en el aire como bajo el agua. En muchos animales sin relación entre sí —crustáceos, peces, anguilas, insectos, aves, mamíferos— se halla una sorprendente capacidad migratoria.
Lo que es más, los evolucionistas quisieran hacernos creer que en tres diferentes ocasiones animales de sangre caliente se desarrollaron de reptiles de sangre fría; que en tres ocasiones la visión a color se desarrolló por separado; que en cinco ocasiones se desarrollaron alas y la capacidad de volar en peces, insectos, pterodáctilos, aves y mamíferos que no tienen relación entre sí.
¿Pudiera la casualidad repetir estas hazañas vez tras vez? Las probabilidades matemáticas responden: ¡No! Puede que la revolución en la evolución haya ayudado a la evolución a subsistir con un registro de fósiles lleno de lagunas, pero ha entregado al azar un papel que éste dista mucho de poder desempeñar.
Y existen mucho mas razonamientos y referencias...