http://www.diarioextra.com/2009/noviembre/16/nacionales11.php
Bien por esta medida, independientemente del interés politiquero.
En 10 años no erradican ni la mitad de los tugurios.
Esperemos que el ML no salga con sus ocurrencias otra vez y se ponga a entorpecer la medida.
La diputada Ana Elena Chacón del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), presentó un proyecto de ley para eliminar el tope de 10 años en la vigencia del impuesto especial sobre las casas cuyo valor sobrepase los ¢100 millones.
Los recursos recaudados por ese tributo -que entró en vigencia el 1º de octubre- se destinarán a financiar programas de vivienda para familias de escasos recursos.
SIN LÍMITE
Según Chacón, es irreal pensar que el Estado logrará erradicar los tugurios existentes actualmente en solo 10 años, por lo que el tributo especial debería cobrarse sin límite en su vigencia.
“Para mí la solidaridad es un principio que se debe ejercer de principio a fin y el Estado no debería renunciar a un impuesto solidario en este plazo. Yo nunca he estado de acuerdo con ello, hay que tomar en cuenta el crecimiento vegetativo de los precarios”, manifestó la socialcristiana.
La congresista recalcó que no conoce de ningún informe técnico que certifique la posibilidad de eliminar los tugurios en el plazo de 10 años. Por el contrario, Chacón rescató la existencia de dictámenes donde se demuestra que, año con año, aumentan la cantidad de familias que deben habitar en tugurios.
EN MANOS DE HACIENDA
Ana Elena Chacón afirmó que el Impuesto Solidario para el fortalecimiento de programas de vivienda debe verse como un instrumento de redistribución de la riqueza: “Este es justamente, el espíritu de un Estado Solidario”, comunicó la diputada.
La ley en vigencia desde principios de octubre establece que cada tres años, durante los primeros 15 días naturales de enero, los propietarios de las viviendas tasadas en más de ¢100 millones deberán actualizar el valor fiscal del inmueble.
El nuevo impuesto lo recauda directamente el Ministerio de Hacienda y no los ayuntamientos, como sucede con los impuestos sobre bienes inmuebles. El gobierno calcula en ¢44.000 millones anuales el monto a recaudar a través del nuevo gravamen sobre las viviendas de la clase alta.
Bien por esta medida, independientemente del interés politiquero.
En 10 años no erradican ni la mitad de los tugurios.
Esperemos que el ML no salga con sus ocurrencias otra vez y se ponga a entorpecer la medida.