¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos viendo cómo nuestros políticos se rifan pa’ quedar bien. Resulta que Don Álvaro Ramos, el candidato del PLN, quiso hacer como que nunca estuvo en el 'no al TLC', tratando de meterle una vara nueva a la cosa, alejándose de la sombra de Don Oscar Arias. Pero, ¡ups!, parece que le salió el tiro por la culata.
La jugada era sencilla en teoría: recordar su postura contra el TLC para demostrar que él es 'otra liga', que este PLN ya no es el mismo de antes. Quería convencer a los votantes de que representa un ‘nuevo movimiento político’, como recalca en las entrevistas, pero parece que la memoria colectiva es más larga que el río Colorado.
Durante una charla en el programa Quince UCR, Ramos soltó la bomba: “Yo estaba en el no al TLC, don Oscar dijo que sí, soy una persona diferente”. Un discurso diseñado para buscar simpatías en quienes vieron el TLC como un golpe a la soberanía nacional. Pero ahí viene el 'pero'... alguien grabó la entrevista y subió el video a las redes sociales del candidato. ¡Y rápido, rapidísimo, lo bajaron!
Este apresurado borrado dejó a todos los analistas y comentaristas con la boca abierta. Algunos dicen que hubo presiones desde adentro del PLN, otros que simplemente se dieron cuenta de que estaban abriendo una 'vara podrida'. Lo cierto es que el intento de Ramos de reescribir la historia se fue al traste más rápido que un autobús en la autopista del Pacífico.
Muchos se preguntan, ¿por qué sacar eso a relucir ahora? ¿Es desesperación por parte del PLN? Según algunos expertos, la estrategia de Ramos era arriesgada desde el principio. Reabrir la herida del TLC podría movilizar a sectores que aún recuerdan con amargura los debates y divisiones que generó aquel tratado. Además, criticar a Arias, figura respetada aunque controvertida, no es precisamente lo más sensato en estos tiempos.
Lo que quedó claro es que la gestión de la comunicación del equipo de Ramos necesita una revisión urgente. Parece que no tuvieron presente que internet no olvida y que cualquier declaración puede viralizarse en cuestión de segundos. Este incidente solo sirvió para alimentar las críticas hacia el PLN, acusado de querer borrar su pasado para inventar una identidad falsa.
Este brete nos demuestra, una vez más, que la política es un juego complicado y lleno de trampas. Nuestros políticos deben ser conscientes de que cada palabra, cada acción, es escrutada por miles de ojos. Intentar engañar al pueblo es un camino peligroso, porque al final, la verdad siempre sale a la luz. Además, como dice el dicho, 'el que mucho abarca, poco aprieta'. Ramos quiso abarcarlo todo: renovar el PLN, criticar a Arias, conquistar al electorado... y terminó metiéndose en un lío considerable.
¿Creen ustedes que Don Álvaro se salvó de esta torta o que el daño ya está hecho? ¿Debería el PLN replantear su estrategia de campaña y dejar atrás los fantasmas del TLC, o debería seguir buscando diferenciarlo de su pasado, asumiendo el riesgo de incomodar a parte de su electorado?
La jugada era sencilla en teoría: recordar su postura contra el TLC para demostrar que él es 'otra liga', que este PLN ya no es el mismo de antes. Quería convencer a los votantes de que representa un ‘nuevo movimiento político’, como recalca en las entrevistas, pero parece que la memoria colectiva es más larga que el río Colorado.
Durante una charla en el programa Quince UCR, Ramos soltó la bomba: “Yo estaba en el no al TLC, don Oscar dijo que sí, soy una persona diferente”. Un discurso diseñado para buscar simpatías en quienes vieron el TLC como un golpe a la soberanía nacional. Pero ahí viene el 'pero'... alguien grabó la entrevista y subió el video a las redes sociales del candidato. ¡Y rápido, rapidísimo, lo bajaron!
Este apresurado borrado dejó a todos los analistas y comentaristas con la boca abierta. Algunos dicen que hubo presiones desde adentro del PLN, otros que simplemente se dieron cuenta de que estaban abriendo una 'vara podrida'. Lo cierto es que el intento de Ramos de reescribir la historia se fue al traste más rápido que un autobús en la autopista del Pacífico.
Muchos se preguntan, ¿por qué sacar eso a relucir ahora? ¿Es desesperación por parte del PLN? Según algunos expertos, la estrategia de Ramos era arriesgada desde el principio. Reabrir la herida del TLC podría movilizar a sectores que aún recuerdan con amargura los debates y divisiones que generó aquel tratado. Además, criticar a Arias, figura respetada aunque controvertida, no es precisamente lo más sensato en estos tiempos.
Lo que quedó claro es que la gestión de la comunicación del equipo de Ramos necesita una revisión urgente. Parece que no tuvieron presente que internet no olvida y que cualquier declaración puede viralizarse en cuestión de segundos. Este incidente solo sirvió para alimentar las críticas hacia el PLN, acusado de querer borrar su pasado para inventar una identidad falsa.
Este brete nos demuestra, una vez más, que la política es un juego complicado y lleno de trampas. Nuestros políticos deben ser conscientes de que cada palabra, cada acción, es escrutada por miles de ojos. Intentar engañar al pueblo es un camino peligroso, porque al final, la verdad siempre sale a la luz. Además, como dice el dicho, 'el que mucho abarca, poco aprieta'. Ramos quiso abarcarlo todo: renovar el PLN, criticar a Arias, conquistar al electorado... y terminó metiéndose en un lío considerable.
¿Creen ustedes que Don Álvaro se salvó de esta torta o que el daño ya está hecho? ¿Debería el PLN replantear su estrategia de campaña y dejar atrás los fantasmas del TLC, o debería seguir buscando diferenciarlo de su pasado, asumiendo el riesgo de incomodar a parte de su electorado?