¡Aguántense! La cosa está dura en cuanto a la seguridad de nuestras cargas. Parece que los delincuentes están jugando sucio y nos están dando batazos con robos y contaminación de contenedores. No es cuento, la situación se puso bien seria y ya ni hablamos de ‘pequeñas molestias’, estamos hablando de pérdidas millonarias y una maraña de complicidades que nos tienen a todos preocupadísimos.
Y ojo, que esto no es novedad de ayer. Según datos duros del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), llevamos robados casi cien contenedores hasta agosto pasado. ¡Cien! Eso sí que es un lote considerable, diay. Pero lo que realmente inquieta es la forma tan planchada en que operan estos tipos, conociendo hasta cuándo y qué llegan a nuestros puertos. Parece que tienen informantes everywhere, pues eso les permite sacar adelante sus planes sucios.
Lo peor de todo es que no sólo se llevan la mercancía. También andan contaminando contenedores, especialmente en las exportaciones. Ahí entra la cocaína como protagonista principal, metiéndole mano a piñas, plátanos… ¡casi cualquier cosa! Ya se imaginan el daño que le hacen a la imagen de nuestro país y a los productores honestos que trabajan duro para llevarle lo mejor al mundo entero. No es un juego de niños, vamos.
Michael Soto, el subdirector del OIJ, nos echó luz sobre los trucos que usan estos delincuentes. Lo del contenedor que llega vacío al muelle y luego lo van contaminando ahí mismo está siendo muy común. Además, esconden la droga en partes de refrigeración, dentro de la pulpa de frutas, hasta en las tarimas de madera. ¡Se les ocurre de todo! Son unos taimados, la verdad.
Pero no todo es culpa del crimen organizado. Francisco Quirós, vicepresidente de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga, nos dice que los transportistas se sienten bastante vulnerables. Muchos de ellos trabajan de noche, entre las cinco de la tarde y las cinco de la mañana, cuando la vigilancia es mínima. ¡Una hora ideal para los delincuentes! Aunque buscan poner GPS en los contenedores o contratar seguridad privada, el costo es altísimo y no siempre es suficiente.
Y la información privilegiada, ¡ufff! Eso es lo que más duele. Al parecer, los delincuentes saben exactamente qué tipo de productos van en cada contenedor, gracias a alguien que le está filtrando datos. Esto demuestra que hay corrupción en algún lado, mae, y eso es lo que realmente nos tiene a todos con el corazón en la boca. Necesitamos limpiar la casa, rápido.
Por suerte, parece que algo se está haciendo. Se viene el IX Congreso de Seguridad de Mercancías en la Cadena Logística, donde expertos de diferentes áreas se reunirán para buscar soluciones. Hablan de inteligencia artificial, redes 5G, caravanas vigiladas… a ver si así logramos darle freno a esta ola de inseguridad. Alfredo Salas, director ejecutivo de NAVE, comentó que han visitado otros países para aprender de sus experiencias. Esperemos que esto sirva para implementar medidas efectivas aquí en Costa Rica.
En fin, la situación es complicada, pero no imposible de resolver. Hay que fortalecer la colaboración entre el gobierno, las empresas privadas y los transportistas, invertir en tecnología de punta y, sobre todo, combatir la corrupción. Ahora me pregunto, ¿ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger nuestras cargas y garantizar la seguridad de los transportistas? ¿Qué otras medidas podríamos tomar para enfrentar este problema de frente?
Y ojo, que esto no es novedad de ayer. Según datos duros del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), llevamos robados casi cien contenedores hasta agosto pasado. ¡Cien! Eso sí que es un lote considerable, diay. Pero lo que realmente inquieta es la forma tan planchada en que operan estos tipos, conociendo hasta cuándo y qué llegan a nuestros puertos. Parece que tienen informantes everywhere, pues eso les permite sacar adelante sus planes sucios.
Lo peor de todo es que no sólo se llevan la mercancía. También andan contaminando contenedores, especialmente en las exportaciones. Ahí entra la cocaína como protagonista principal, metiéndole mano a piñas, plátanos… ¡casi cualquier cosa! Ya se imaginan el daño que le hacen a la imagen de nuestro país y a los productores honestos que trabajan duro para llevarle lo mejor al mundo entero. No es un juego de niños, vamos.
Michael Soto, el subdirector del OIJ, nos echó luz sobre los trucos que usan estos delincuentes. Lo del contenedor que llega vacío al muelle y luego lo van contaminando ahí mismo está siendo muy común. Además, esconden la droga en partes de refrigeración, dentro de la pulpa de frutas, hasta en las tarimas de madera. ¡Se les ocurre de todo! Son unos taimados, la verdad.
Pero no todo es culpa del crimen organizado. Francisco Quirós, vicepresidente de la Cámara Nacional de Transportistas de Carga, nos dice que los transportistas se sienten bastante vulnerables. Muchos de ellos trabajan de noche, entre las cinco de la tarde y las cinco de la mañana, cuando la vigilancia es mínima. ¡Una hora ideal para los delincuentes! Aunque buscan poner GPS en los contenedores o contratar seguridad privada, el costo es altísimo y no siempre es suficiente.
Y la información privilegiada, ¡ufff! Eso es lo que más duele. Al parecer, los delincuentes saben exactamente qué tipo de productos van en cada contenedor, gracias a alguien que le está filtrando datos. Esto demuestra que hay corrupción en algún lado, mae, y eso es lo que realmente nos tiene a todos con el corazón en la boca. Necesitamos limpiar la casa, rápido.
Por suerte, parece que algo se está haciendo. Se viene el IX Congreso de Seguridad de Mercancías en la Cadena Logística, donde expertos de diferentes áreas se reunirán para buscar soluciones. Hablan de inteligencia artificial, redes 5G, caravanas vigiladas… a ver si así logramos darle freno a esta ola de inseguridad. Alfredo Salas, director ejecutivo de NAVE, comentó que han visitado otros países para aprender de sus experiencias. Esperemos que esto sirva para implementar medidas efectivas aquí en Costa Rica.
En fin, la situación es complicada, pero no imposible de resolver. Hay que fortalecer la colaboración entre el gobierno, las empresas privadas y los transportistas, invertir en tecnología de punta y, sobre todo, combatir la corrupción. Ahora me pregunto, ¿ustedes creen que el gobierno está haciendo lo suficiente para proteger nuestras cargas y garantizar la seguridad de los transportistas? ¿Qué otras medidas podríamos tomar para enfrentar este problema de frente?