¡Ay, Dios mío! Esto sí que se puso caliente, mi gente. Resulta que la diputada Pilar Cisneros, líder de la bancada oficialista, le declaró la guerra a Gustavo Román, el vocero del TSE. La acusación es gordísima: beligerancia política y, para colmo, supuesta intromisión en temas gubernamentales. El TSE ya anda moviéndose, pero parece que esto va a dar tela para rato.
Para ponerlos al día, Román lleva tiempo dando de qué hablar con sus declaraciones públicas. Algunos dicen que era pura opinión, otros que estaba rayando en la injerencia política. La diputada Cisneros, claro, no se quedó callada. Según ella, Román ha estado haciendo todo lo posible para desacreditar al gobierno Chaves, aprovechándose de su posición privilegiada dentro del TSE. “Este señor, con todo respeto, se cree el dueño del mundo”, comentó un conocido analista político en conversación informal con Foro de Costa Rica.
La jugada maestra de Cisneros fue presentar una denuncia formal ante el Tribunal. No es cualquier cosa, eh, eso implica un proceso legal, investigación y posibles sanciones. El TSE, obviamente, tuvo que moverse rápido. Juan Luis Rivera, coordinador del Cuerpo de Letrados, confirmó que están revisando el caso, aunque aseguró que no es la primera vez que reciben quejas contra Román. Parece que hay varios aficionados denunciando al buen hombre, así que el brete está servido.
La diputada Cisneros no andaba jugando. En sus declaraciones enfatizó que Román ha cruzado la línea de la neutralidad que se espera de un funcionario público, especialmente de alguien que trabaja en un ente tan crucial como el TSE. “No podemos permitir que alguien use su influencia para favorecer intereses particulares”, sentenció Cisneros, mientras los periodistas tomaban nota a toda velocidad. Se escuchó algún que otro ‘diay’ entre los presentes, quizás sorprendidos por la contundencia de la acusación.
Y ojo, porque la cosa no termina ahí. Además de la denuncia de Cisneros, también hay una presentación paralela de un grupo de ciudadanos comunes y corrientes. Así que Román no solo tiene que lidiar con la presión política, sino también con la indignación popular. Todo esto, en medio de un clima ya de por sí tenso por las próximas elecciones, ¿se imaginan el revuelo?
Ahora bien, el TSE se encuentra en una encrucijada. Por un lado, tienen que demostrar que son imparciales y que respetan las denuncias ciudadanas. Por otro lado, tienen que proteger a sus funcionarios y evitar caer en politiquerías. No es tarea fácil, mi pana. Muchos creen que esta controversia podría debilitar la credibilidad del TSE justo cuando más necesitan confianza pública.
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde la oposición han pedido una investigación exhaustiva, mientras que desde el seno del partido oficialista algunos ya hablan de destitución si se comprueba la culpabilidad de Román. Claro, todo esto con mucho cuidado para no afectar la estabilidad institucional. Lo cierto es que el ambiente está cargado de tensión y que el futuro inmediato del país dependerá en gran medida de cómo maneje el TSE este delicado asunto. ¿Será que esto se va a ir al traste como tantas otras promesas políticas?
En fin, esta telenovela judicial apenas comienza. Con tanto lío político y acusaciones cruzadas, uno se pregunta: ¿Cree usted que Gustavo Román merece ser sancionado por sus declaraciones o simplemente está ejerciendo su derecho a opinar, como cualquier ciudadano? Dejen sus comentarios abajo y que empiece el debate, ¡porque esto promete!
Para ponerlos al día, Román lleva tiempo dando de qué hablar con sus declaraciones públicas. Algunos dicen que era pura opinión, otros que estaba rayando en la injerencia política. La diputada Cisneros, claro, no se quedó callada. Según ella, Román ha estado haciendo todo lo posible para desacreditar al gobierno Chaves, aprovechándose de su posición privilegiada dentro del TSE. “Este señor, con todo respeto, se cree el dueño del mundo”, comentó un conocido analista político en conversación informal con Foro de Costa Rica.
La jugada maestra de Cisneros fue presentar una denuncia formal ante el Tribunal. No es cualquier cosa, eh, eso implica un proceso legal, investigación y posibles sanciones. El TSE, obviamente, tuvo que moverse rápido. Juan Luis Rivera, coordinador del Cuerpo de Letrados, confirmó que están revisando el caso, aunque aseguró que no es la primera vez que reciben quejas contra Román. Parece que hay varios aficionados denunciando al buen hombre, así que el brete está servido.
La diputada Cisneros no andaba jugando. En sus declaraciones enfatizó que Román ha cruzado la línea de la neutralidad que se espera de un funcionario público, especialmente de alguien que trabaja en un ente tan crucial como el TSE. “No podemos permitir que alguien use su influencia para favorecer intereses particulares”, sentenció Cisneros, mientras los periodistas tomaban nota a toda velocidad. Se escuchó algún que otro ‘diay’ entre los presentes, quizás sorprendidos por la contundencia de la acusación.
Y ojo, porque la cosa no termina ahí. Además de la denuncia de Cisneros, también hay una presentación paralela de un grupo de ciudadanos comunes y corrientes. Así que Román no solo tiene que lidiar con la presión política, sino también con la indignación popular. Todo esto, en medio de un clima ya de por sí tenso por las próximas elecciones, ¿se imaginan el revuelo?
Ahora bien, el TSE se encuentra en una encrucijada. Por un lado, tienen que demostrar que son imparciales y que respetan las denuncias ciudadanas. Por otro lado, tienen que proteger a sus funcionarios y evitar caer en politiquerías. No es tarea fácil, mi pana. Muchos creen que esta controversia podría debilitar la credibilidad del TSE justo cuando más necesitan confianza pública.
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde la oposición han pedido una investigación exhaustiva, mientras que desde el seno del partido oficialista algunos ya hablan de destitución si se comprueba la culpabilidad de Román. Claro, todo esto con mucho cuidado para no afectar la estabilidad institucional. Lo cierto es que el ambiente está cargado de tensión y que el futuro inmediato del país dependerá en gran medida de cómo maneje el TSE este delicado asunto. ¿Será que esto se va a ir al traste como tantas otras promesas políticas?
En fin, esta telenovela judicial apenas comienza. Con tanto lío político y acusaciones cruzadas, uno se pregunta: ¿Cree usted que Gustavo Román merece ser sancionado por sus declaraciones o simplemente está ejerciendo su derecho a opinar, como cualquier ciudadano? Dejen sus comentarios abajo y que empiece el debate, ¡porque esto promete!
