¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, la Sala Constitucional, ese baluarte de la justicia en nuestro país, acaba de romper todos los récords. Dicen que entraron casi 40 mil expedientes el año pasado. ¡Eso es una locura! Nunca habíamos visto algo así, ni siquiera en tiempos de crisis política o económicas.
Resulta que el conteo final llegó a 40.059 expedientes al 28 de diciembre de 2025, superando por primera vez los cuarenta mil casos. Según el Magistrado Luis Fernando Salazar Alvarado, esto refleja la “confianza de la ciudadanía” en la Sala. Bueno, si es confianza, parece que estamos confiando demasiado porque eso es un brete monumental, mándelos.
Este aumento drástico nos hace preguntarnos qué está pasando realmente. ¿La gente cree que la Sala es la única vía para defender sus derechos? ¿O acaso nuestras leyes e instituciones no están funcionando como deberían, obligando a la población a recurrir a los tribunales para solucionar problemas básicos?
Lo curioso es que el expediente que marcó el récord, ese número 25-40000-0007-CO, es una simple disputa por una licencia comercial en Siquirres. Un mae alegaba que le estaban cobrando una licencia que ya no estaba usando desde que cerró su negocio en 2023. Realmente, da para pensar, ¿hasta dónde llegamos para resolver un problema tan sencillo?
El sujeto, que hizo el trámite online y cerró su negocio semanas antes, dice que ya no tenía ninguna obligación de pagar. ¿Quién tiene razón? ¿La municipalidad que insiste en cobrar lo que considera deuda legítima? ¿O el ciudadano que argumenta que dejó de operar y, por ende, no debe pagar? Esto pone de relieve cómo pequeñas disputas pueden engrosar la pila de expedientes en la Sala.
Y ahí es donde entra el panorama general. Con tanta demanda, la Sala debe estar trabajando a marchas forzadas, a toda máquina. Aunque el Magistrado afirma que tienen sistemas internos para gestionar la carga, me pregunto si podrán mantener la calidad y la celeridad necesarias. Que no se les vaya al traste todo el esfuerzo por hacer justicia, chunches.
Esto, amigos, puede tener implicaciones profundas. Si la gente siente que no tiene otra opción que ir a la Sala, significa que hay una falla sistémica que debemos abordar. Necesitamos fortalecer nuestras instituciones, mejorar la transparencia y agilizar los procesos burocráticos para evitar que la Sala se convierta en la solución a todos nuestros males. De lo contrario, seguiremos viendo cifras récord año tras año, y el sistema judicial simplemente no podrá soportarlo.
En fin, este récord de expedientes en la Sala Constitucional es un claro síntoma de algo que no anda bien en Costa Rica. Da que pensar, ¿verdad? ¿Ustedes creen que este aumento refleja una pérdida de fe en las instituciones estatales o es simplemente un indicador de que la gente está más consciente de sus derechos y los defiende activamente? Díganme, ¿qué opinan ustedes?
Resulta que el conteo final llegó a 40.059 expedientes al 28 de diciembre de 2025, superando por primera vez los cuarenta mil casos. Según el Magistrado Luis Fernando Salazar Alvarado, esto refleja la “confianza de la ciudadanía” en la Sala. Bueno, si es confianza, parece que estamos confiando demasiado porque eso es un brete monumental, mándelos.
Este aumento drástico nos hace preguntarnos qué está pasando realmente. ¿La gente cree que la Sala es la única vía para defender sus derechos? ¿O acaso nuestras leyes e instituciones no están funcionando como deberían, obligando a la población a recurrir a los tribunales para solucionar problemas básicos?
Lo curioso es que el expediente que marcó el récord, ese número 25-40000-0007-CO, es una simple disputa por una licencia comercial en Siquirres. Un mae alegaba que le estaban cobrando una licencia que ya no estaba usando desde que cerró su negocio en 2023. Realmente, da para pensar, ¿hasta dónde llegamos para resolver un problema tan sencillo?
El sujeto, que hizo el trámite online y cerró su negocio semanas antes, dice que ya no tenía ninguna obligación de pagar. ¿Quién tiene razón? ¿La municipalidad que insiste en cobrar lo que considera deuda legítima? ¿O el ciudadano que argumenta que dejó de operar y, por ende, no debe pagar? Esto pone de relieve cómo pequeñas disputas pueden engrosar la pila de expedientes en la Sala.
Y ahí es donde entra el panorama general. Con tanta demanda, la Sala debe estar trabajando a marchas forzadas, a toda máquina. Aunque el Magistrado afirma que tienen sistemas internos para gestionar la carga, me pregunto si podrán mantener la calidad y la celeridad necesarias. Que no se les vaya al traste todo el esfuerzo por hacer justicia, chunches.
Esto, amigos, puede tener implicaciones profundas. Si la gente siente que no tiene otra opción que ir a la Sala, significa que hay una falla sistémica que debemos abordar. Necesitamos fortalecer nuestras instituciones, mejorar la transparencia y agilizar los procesos burocráticos para evitar que la Sala se convierta en la solución a todos nuestros males. De lo contrario, seguiremos viendo cifras récord año tras año, y el sistema judicial simplemente no podrá soportarlo.
En fin, este récord de expedientes en la Sala Constitucional es un claro síntoma de algo que no anda bien en Costa Rica. Da que pensar, ¿verdad? ¿Ustedes creen que este aumento refleja una pérdida de fe en las instituciones estatales o es simplemente un indicador de que la gente está más consciente de sus derechos y los defiende activamente? Díganme, ¿qué opinan ustedes?
