¡Ay, Dios mío! Se puso feo en Alajuelita esta mañana. Un señor de unos 53 años terminó con unas quemaduras de medio pelo después de que un estañón se le fuera al traste. Imagínate la bronca, justo cuando estaba haciendo sus labores.
Según nos cuentan los compañeros del cuerpo de bomberos, el pobre señor andaba cortando varios estañones viejos – esos que guardamos pa’ lo que surja, ¿quién no ha tenido uno dando vueltas en casa? – y parece que uno de ellos traía todavía restos de algún líquido inflamable. Un descuido, una chispa, ¡y pum!, la cosa salió cara.
Todo pasó en el sector de El Jazmín, en San Felipe de Alajuelita, alrededor de las 10:32 a.m., cuando empezó a sonar la alarma porque algunos vecinos pensaron que se prendía la casa entera. La verdad, el susto debió haber sido tremendo, porque la gente siempre exagera en estas situaciones, ¿verdad?
Cuando llegaron los equipos de rescate, ya estaban atendiendo al señor, quien había sufrido quemaduras considerables en la cara y el pecho. Rápidamente lo trasladaron a la clínica más cercana, para que recibiera atención médica adecuada. Que se recupere pronto, mándele muchas oraciones, porque esto debió doler un montón.
Los bomberos, además de apagar cualquier posible foco, están investigando a fondo qué clase de líquido inflamable tenía dentro el estañón. Parece mentira, pero hay tipos de líquidos que son más peligrosos que otros, y uno nunca sabe qué pueden estar guardando en esos recipientes. Lo importante ahora es evitar que esto vuelva a pasar, y que todos tengamos cuidado con lo que almacenamos en nuestras casas, ¿me entienden?
Afortunadamente, según confirmaron desde el cuerpo de bomberos, la explosión no causó daños estructurales en la vivienda. Eso sí, la escena debió estar bien caótica, con vidrios rotos y el olor a quemado impregnando toda la zona. Por suerte, nadie más resultó herido, eso es lo bueno.
Y hablando de accidentes, ¿cuántos de nosotros tenemos estañones guardados en el cuarto de pilas o en el garaje sin saber exactamente qué contienen? A veces pensamos que ya no sirven para nada, pero ahí nomás están, esperando una chispa para convertirse en un peligro. Es hora de limpiar esos trastos y deshacernos de todo lo que no necesitemos, por seguridad, ¡mejor prevenir que lamentar!
En fin, este incidente nos recuerda la importancia de tomar precauciones básicas en nuestro hogar. Pero dime, ¿cuál es tu experiencia más extraña con objetos abandonados en casa? ¿Alguna vez te has encontrado con algo inesperado que casi te hace mamar?
Según nos cuentan los compañeros del cuerpo de bomberos, el pobre señor andaba cortando varios estañones viejos – esos que guardamos pa’ lo que surja, ¿quién no ha tenido uno dando vueltas en casa? – y parece que uno de ellos traía todavía restos de algún líquido inflamable. Un descuido, una chispa, ¡y pum!, la cosa salió cara.
Todo pasó en el sector de El Jazmín, en San Felipe de Alajuelita, alrededor de las 10:32 a.m., cuando empezó a sonar la alarma porque algunos vecinos pensaron que se prendía la casa entera. La verdad, el susto debió haber sido tremendo, porque la gente siempre exagera en estas situaciones, ¿verdad?
Cuando llegaron los equipos de rescate, ya estaban atendiendo al señor, quien había sufrido quemaduras considerables en la cara y el pecho. Rápidamente lo trasladaron a la clínica más cercana, para que recibiera atención médica adecuada. Que se recupere pronto, mándele muchas oraciones, porque esto debió doler un montón.
Los bomberos, además de apagar cualquier posible foco, están investigando a fondo qué clase de líquido inflamable tenía dentro el estañón. Parece mentira, pero hay tipos de líquidos que son más peligrosos que otros, y uno nunca sabe qué pueden estar guardando en esos recipientes. Lo importante ahora es evitar que esto vuelva a pasar, y que todos tengamos cuidado con lo que almacenamos en nuestras casas, ¿me entienden?
Afortunadamente, según confirmaron desde el cuerpo de bomberos, la explosión no causó daños estructurales en la vivienda. Eso sí, la escena debió estar bien caótica, con vidrios rotos y el olor a quemado impregnando toda la zona. Por suerte, nadie más resultó herido, eso es lo bueno.
Y hablando de accidentes, ¿cuántos de nosotros tenemos estañones guardados en el cuarto de pilas o en el garaje sin saber exactamente qué contienen? A veces pensamos que ya no sirven para nada, pero ahí nomás están, esperando una chispa para convertirse en un peligro. Es hora de limpiar esos trastos y deshacernos de todo lo que no necesitemos, por seguridad, ¡mejor prevenir que lamentar!
En fin, este incidente nos recuerda la importancia de tomar precauciones básicas en nuestro hogar. Pero dime, ¿cuál es tu experiencia más extraña con objetos abandonados en casa? ¿Alguna vez te has encontrado con algo inesperado que casi te hace mamar?