Ay, mi gente, parece que la emoción por el Gordo Navideño ya nos tiene a todos corriendo como chancletas en pluvia. A pocos días del sorteo más aguardado del año, la situación es más tensa que un café frío en pleno sol: ¡muchos de los números más codiciados ya no se encuentran!
Si usted es de los que siempre anda buscando el número 'chiva', prepárese porque la cosa está difícil. Vendedores experimentados confirman que la escasez es real, especialmente entre los números bajos. Parece que la fe en la suerte pequeña sigue siendo fuerte en Costa Rica, a pesar de que algunos digan que es pura superstición.
Hablamos con cinco vendedores de lotería que llevan lustros en este brete y, dígame usted, la historia es la misma. Según Minor Taboada, quien acumula 45 años vendiendo boletos, "Los números más buscados son el 72, el 14 y todos los números bajos. Esos son los que más cuestan conseguir". Jeimmy Molina, con una década en el negocio, añade que la preferencia es clara: “La gente solo quiere números bajos. Sí se consiguen, pero cuesta más. El 11, el 14 y el 21 están difíciles de pillar, la verdad”.
Y no es solo cuestión de números bajos, parece que algunos se fueron rapidito. Cindy Molina, que lleva quince años atendiendo a los apostadores, asegura que “El 09, el 11 y el 14 no los tengo. Fueron los primeros en salir volando. La gente los pide a gritos, especialmente el 14, que es por la fecha.” Errol Vásquez completa el panorama con una lamentación: “Yo no tengo números del 80 pa’ arriba. De números bajos tampoco tengo varios, como el 13, 14, 15, 21. La gente anda buscando desesperada esos números”. Roberto Calderón, con sus cuarenta años de experiencia, reafirma que esto es parte del juego anual, “Los números que ya no se consiguen son los números bajos. El 11, el 14, el 19, el 06 y el 07. La chavala sólo busca números bajos.”
¿Pero por qué tanta obsesión con los números bajos? Los vendedores coinciden en que existe una creencia popular arraigada, la de que los números pequeños “pegan más”. Esta tradición, mezclada con la elección de fechas significativas –como el 14, que se agota prácticamente al instante– alimenta la voraz demanda. Aparentemente, hay que agarrarle la onda y buscar otras opciones si no quiere quedarse sin jugar.
Con la expectativa creciendo a cada hora, los jugadores continúan recorriendo puestos de lotería, a veces hasta a varias cuadras de casa, con la esperanza de clavar algún número ‘tuanis’. Aunque cada vez quedan menos opciones disponibles y la tensión aumenta. Imagínese la escena: ¡gente regateando y rebuscando en busca del boleto ganador! Un verdadero espectáculo tico, diay.
Para recordarnos cómo funciona el asunto, el Gordo Navideño de este año cuenta con cinco emisiones de 100.000 billetes cada una, divididos en 40 fracciones cuyo precio es de ¢2.000. El premio mayor es de ¡ocho billones de colones!, es decir, ¢1.600 millones por entero. El segundo premio suma ¢800 millones (¢160 millones por entero), mientras que el tercero alcanza los ¢400 millones (¢80 millones por entero). Sumado a estos atractivos premios mayores, también hay otros 147 premios menores repartidos entre diferentes montos, incluyendo quince de ¢6 millones, veinticinco de ¢3 millones, treinta de ¢2 millones y setenta y siete de ¢1 millón. ¡Hay para todos los gustos!
La venta del Gordo Navideño comenzó el lunes 29 de septiembre y culminará el domingo 14 de diciembre, día del tan esperado sorteo. Entonces, mi pana, ya sabe: si quiere participar en la rifa de toda la vida, ¡más le vale apurarse y buscarle la vuelta! Ahora bien, ¿usted cree que la superstición realmente influye en la elección de los números, o simplemente es cuestión de azar y pura esperanza?
Si usted es de los que siempre anda buscando el número 'chiva', prepárese porque la cosa está difícil. Vendedores experimentados confirman que la escasez es real, especialmente entre los números bajos. Parece que la fe en la suerte pequeña sigue siendo fuerte en Costa Rica, a pesar de que algunos digan que es pura superstición.
Hablamos con cinco vendedores de lotería que llevan lustros en este brete y, dígame usted, la historia es la misma. Según Minor Taboada, quien acumula 45 años vendiendo boletos, "Los números más buscados son el 72, el 14 y todos los números bajos. Esos son los que más cuestan conseguir". Jeimmy Molina, con una década en el negocio, añade que la preferencia es clara: “La gente solo quiere números bajos. Sí se consiguen, pero cuesta más. El 11, el 14 y el 21 están difíciles de pillar, la verdad”.
Y no es solo cuestión de números bajos, parece que algunos se fueron rapidito. Cindy Molina, que lleva quince años atendiendo a los apostadores, asegura que “El 09, el 11 y el 14 no los tengo. Fueron los primeros en salir volando. La gente los pide a gritos, especialmente el 14, que es por la fecha.” Errol Vásquez completa el panorama con una lamentación: “Yo no tengo números del 80 pa’ arriba. De números bajos tampoco tengo varios, como el 13, 14, 15, 21. La gente anda buscando desesperada esos números”. Roberto Calderón, con sus cuarenta años de experiencia, reafirma que esto es parte del juego anual, “Los números que ya no se consiguen son los números bajos. El 11, el 14, el 19, el 06 y el 07. La chavala sólo busca números bajos.”
¿Pero por qué tanta obsesión con los números bajos? Los vendedores coinciden en que existe una creencia popular arraigada, la de que los números pequeños “pegan más”. Esta tradición, mezclada con la elección de fechas significativas –como el 14, que se agota prácticamente al instante– alimenta la voraz demanda. Aparentemente, hay que agarrarle la onda y buscar otras opciones si no quiere quedarse sin jugar.
Con la expectativa creciendo a cada hora, los jugadores continúan recorriendo puestos de lotería, a veces hasta a varias cuadras de casa, con la esperanza de clavar algún número ‘tuanis’. Aunque cada vez quedan menos opciones disponibles y la tensión aumenta. Imagínese la escena: ¡gente regateando y rebuscando en busca del boleto ganador! Un verdadero espectáculo tico, diay.
Para recordarnos cómo funciona el asunto, el Gordo Navideño de este año cuenta con cinco emisiones de 100.000 billetes cada una, divididos en 40 fracciones cuyo precio es de ¢2.000. El premio mayor es de ¡ocho billones de colones!, es decir, ¢1.600 millones por entero. El segundo premio suma ¢800 millones (¢160 millones por entero), mientras que el tercero alcanza los ¢400 millones (¢80 millones por entero). Sumado a estos atractivos premios mayores, también hay otros 147 premios menores repartidos entre diferentes montos, incluyendo quince de ¢6 millones, veinticinco de ¢3 millones, treinta de ¢2 millones y setenta y siete de ¢1 millón. ¡Hay para todos los gustos!
La venta del Gordo Navideño comenzó el lunes 29 de septiembre y culminará el domingo 14 de diciembre, día del tan esperado sorteo. Entonces, mi pana, ya sabe: si quiere participar en la rifa de toda la vida, ¡más le vale apurarse y buscarle la vuelta! Ahora bien, ¿usted cree que la superstición realmente influye en la elección de los números, o simplemente es cuestión de azar y pura esperanza?
