Ay, patitos, parece que el ambiente en Costa Rica está más caliente que gallo en Domingo Ocho. La Asamblea Legislativa, entre tanto parloteo y meneo, dedicó buena parte de la sesión de este jueves a echarle fuego al tema del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), las pullas constantes del Presidente Chaves y la respuesta que le dio la Presidenta Zamora. Y vaya que se puso a freír mermelada.
Luis Fernando Mendoza, diputado plucero, soltó que “al presidente de la República le estorba la ley, le estorba la democracia”. ¡Uy! Eso ya es meterse con palo en hormiguero. Rocío Alfaro, jefa del Frente Amplio, tampoco se quedó atrás, exclamando que debíamos rechazar “la absoluta irresponsabilidad con la que se ha expresado el presidente de la República y el partido de Gobierno”. Parecía un reality político y nosotros aquí viendo el capítulo más picante.
Pero ahí no acabó la cosa. La Asamblea, haciendo lo que sabe hacer (a veces sí, a veces no), aprobó una moción de respaldo al TSE – la institución encargada de sostener la legitimidad de los cargos públicos – y otra para condenar los ataques que vienen saliendo directamente de Casa Presidencial. Como si estuvieran buscando la bronca, pero bueno, así es la política pura vida.
La moción hablaba claro: “Como diputados y diputadas le damos el respaldo institucional que merece el TSE…” Con 33 votos a favor, parecía que se cerraba el caso. Pero luego llegó el golpe de efecto. Ada Acuña y compañía, los ocho diputados oficialistas, dijeron ‘no gracias’. Y Pilar Cisneros, con su justificación, nos puso a todos a pensar: “No necesitamos darle apoyo a quien nunca le hemos quitado el apoyo. Nunca hemos dicho que no confiamos en el TSE, hemos dicho que ha cometido errores graves.” ¿Será que tienen información privilegiada?
Mientras tanto, la Presidenta Zamora, Eugenia, sacó las garras. En una comunicación oficial, remarcó que en los 76 años de historia del TSE, nunca había visto semejante ataque directo de un presidente. “Me lo ha faltado”, sentenció. Y además, le lanzó una indirecta bien directa al Presidente: “Cuando usted, faltando a la verdad, acusa un sesgo partidario... está amenazando la paz y la estabilidad política del país.” ¡Duro, bien duro!
Daniela Rojas del PUSC, más calmada pero igual preocupada, señaló que “para decir las cosas que no estamos de acuerdo hay formas”. Y agregó, con buen tino: “No puede ser un presidente que esté diciendo que esto puede terminar en una guerra o en un derramamiento de sangre”. ¡Qué barbaridad! Y Ariel Robles, candidato presidencial del Frente Amplio, aprovechó la oportunidad para lanzar una advertencia: “Esto es una alerta que no se puede pasar por alto”. Claramente, ven venir algo turbio.
Por supuesto, desde el oficialismo salió Ada Acuña a defender al Presidente, acusando a la oposición de querer “confundir” al pueblo. Un discurso repetido, la verdad, pero bueno, a cada quien lo suyo. Este brete nacional, vamos a ver dónde termina, porque la tensión está a flor de piel y cualquier chispa podría prender la mecha. El país entero está pegado al teléfono esperando qué pasa con esta telenovela política.
Este escándalo, lleno de acusaciones cruzadas y amenazas veladas, ¿cree usted que pone en peligro la estabilidad democrática de nuestro país o simplemente es un rifirrafe más entre políticos? ¿Debería el Presidente Chaves pedir disculpas y bajar la temperatura, o está defendiendo legítimamente sus principios? Cuéntenos qué piensa en los comentarios, queremos saber su opinión al respecto, ¡dale!
	
		
			
		
		
	
				
			Luis Fernando Mendoza, diputado plucero, soltó que “al presidente de la República le estorba la ley, le estorba la democracia”. ¡Uy! Eso ya es meterse con palo en hormiguero. Rocío Alfaro, jefa del Frente Amplio, tampoco se quedó atrás, exclamando que debíamos rechazar “la absoluta irresponsabilidad con la que se ha expresado el presidente de la República y el partido de Gobierno”. Parecía un reality político y nosotros aquí viendo el capítulo más picante.
Pero ahí no acabó la cosa. La Asamblea, haciendo lo que sabe hacer (a veces sí, a veces no), aprobó una moción de respaldo al TSE – la institución encargada de sostener la legitimidad de los cargos públicos – y otra para condenar los ataques que vienen saliendo directamente de Casa Presidencial. Como si estuvieran buscando la bronca, pero bueno, así es la política pura vida.
La moción hablaba claro: “Como diputados y diputadas le damos el respaldo institucional que merece el TSE…” Con 33 votos a favor, parecía que se cerraba el caso. Pero luego llegó el golpe de efecto. Ada Acuña y compañía, los ocho diputados oficialistas, dijeron ‘no gracias’. Y Pilar Cisneros, con su justificación, nos puso a todos a pensar: “No necesitamos darle apoyo a quien nunca le hemos quitado el apoyo. Nunca hemos dicho que no confiamos en el TSE, hemos dicho que ha cometido errores graves.” ¿Será que tienen información privilegiada?
Mientras tanto, la Presidenta Zamora, Eugenia, sacó las garras. En una comunicación oficial, remarcó que en los 76 años de historia del TSE, nunca había visto semejante ataque directo de un presidente. “Me lo ha faltado”, sentenció. Y además, le lanzó una indirecta bien directa al Presidente: “Cuando usted, faltando a la verdad, acusa un sesgo partidario... está amenazando la paz y la estabilidad política del país.” ¡Duro, bien duro!
Daniela Rojas del PUSC, más calmada pero igual preocupada, señaló que “para decir las cosas que no estamos de acuerdo hay formas”. Y agregó, con buen tino: “No puede ser un presidente que esté diciendo que esto puede terminar en una guerra o en un derramamiento de sangre”. ¡Qué barbaridad! Y Ariel Robles, candidato presidencial del Frente Amplio, aprovechó la oportunidad para lanzar una advertencia: “Esto es una alerta que no se puede pasar por alto”. Claramente, ven venir algo turbio.
Por supuesto, desde el oficialismo salió Ada Acuña a defender al Presidente, acusando a la oposición de querer “confundir” al pueblo. Un discurso repetido, la verdad, pero bueno, a cada quien lo suyo. Este brete nacional, vamos a ver dónde termina, porque la tensión está a flor de piel y cualquier chispa podría prender la mecha. El país entero está pegado al teléfono esperando qué pasa con esta telenovela política.
Este escándalo, lleno de acusaciones cruzadas y amenazas veladas, ¿cree usted que pone en peligro la estabilidad democrática de nuestro país o simplemente es un rifirrafe más entre políticos? ¿Debería el Presidente Chaves pedir disculpas y bajar la temperatura, o está defendiendo legítimamente sus principios? Cuéntenos qué piensa en los comentarios, queremos saber su opinión al respecto, ¡dale!
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		