¡Ay, Dios mío, qué torta! El Tecnológico de Costa Rica (TEC) anda cerrado, y no hablando de vacaciones. Resulta que recibieron una amenazaca de ataque armado por correo electrónico, y pa’ proteger a los estudiantes, profesores y todo el mundo, decidieron cerrar las puertas hasta el miércoles. Imagínate el jale del mae que hizo eso, ¡qué poca pena!
Según el comunicado oficial, ahora todo va a ser trabajo remoto, salvo el personal de seguridad que claro, ellos sí andan cuidando la vaina. También le dieron permiso a los profes y administrativos para permutar tiempo, tipo como compensación porque no pueden trabajar normalito. Las clases van virtuales, en la medida de lo posible, depende del profe si quiere echarle ganas o no. Pero lo peor de todo, cancelaron el Festec, ¡el mae que iba a ir a patear faroles y comer churros se quedó con las ganas!
María Estrada, la rectora del TEC, salió a declarar que ya pusieron la denuncia ante el Poder Judicial y que están echándole mano con la Fuerza Pública para investigar quién mandó la amenaza. Dice que quieren que volvamos a clases presenciales seguros, pero mientras tanto, toca paciencia y seguirle dando, aunque sea pegao’ al computador. “Mantengan la calma, chavos, y atiendan las recomendaciones que les demos”, nos dice ella. ¡Más fácil decirlo que hacerlo, eh!
Y ojo, que esto no es la primera vez que pasa. El mes pasado, allá por octubre, la Universidad de Costa Rica (UCR) tuvo que evacuar todas sus sedes por la misma razón. ¡Una amenaza de bomba por correo electrónico! Parece que alguien anda aburrido y buscando llamar la atención. La verdad, da mucho que pensar cómo ha evolucionado esto… antes era una bronca entre directivos, ahora parece que los correos electrónicos se han convertido en armas peligrosísimas.
Lo curioso es que ambas situaciones siguen un patrón muy similar: un correo electrónico anónimo que llega a la rectoría y pone a correr a todo el mundo. Una cosa es cierta: necesitamos revisar seriamente la seguridad informática de estas instituciones. No es suficiente con poner guardias en la puerta, hay que asegurar los sistemas también. ¡Un ciberataque a una universidad es como darle un golpe al corazón del país!
Muchos se preguntan qué motiva a estos ataques. ¿Es simple vandalismo? ¿Alguna disputa interna que se sale de control? ¿O hay intereses más oscuros detrás? Lo cierto es que el ambiente está tenso, y la gente está preocupada por su seguridad. Ya ni uno se anima a ir a la u o al TEC sin sentirse un poco inseguro. Qué brete, tener que vivir así...
Ahora, viendo las cosas con más calma, me acuerdo de cuando yo estudiaba en la u. Recuerdo que había protestas y bloqueos casi a diario, pero nunca pensé que llegaríamos a esto. Antes éramos maes peleando por terrenos y becas, ahora tenemos que estar pendientes de si alguien va a entrar con un arma a la fuerza. ¡Qué tiempos!
Entonces, dime tú, ¿crees que estas amenazas son una moda pasajera o estamos entrando en una época más oscura donde la violencia impregna incluso los espacios educativos? ¿Deberían reforzar aún más la seguridad o enfocarse en abordar las causas sociales que podrían estar generando esta ansiedad?
Según el comunicado oficial, ahora todo va a ser trabajo remoto, salvo el personal de seguridad que claro, ellos sí andan cuidando la vaina. También le dieron permiso a los profes y administrativos para permutar tiempo, tipo como compensación porque no pueden trabajar normalito. Las clases van virtuales, en la medida de lo posible, depende del profe si quiere echarle ganas o no. Pero lo peor de todo, cancelaron el Festec, ¡el mae que iba a ir a patear faroles y comer churros se quedó con las ganas!
María Estrada, la rectora del TEC, salió a declarar que ya pusieron la denuncia ante el Poder Judicial y que están echándole mano con la Fuerza Pública para investigar quién mandó la amenaza. Dice que quieren que volvamos a clases presenciales seguros, pero mientras tanto, toca paciencia y seguirle dando, aunque sea pegao’ al computador. “Mantengan la calma, chavos, y atiendan las recomendaciones que les demos”, nos dice ella. ¡Más fácil decirlo que hacerlo, eh!
Y ojo, que esto no es la primera vez que pasa. El mes pasado, allá por octubre, la Universidad de Costa Rica (UCR) tuvo que evacuar todas sus sedes por la misma razón. ¡Una amenaza de bomba por correo electrónico! Parece que alguien anda aburrido y buscando llamar la atención. La verdad, da mucho que pensar cómo ha evolucionado esto… antes era una bronca entre directivos, ahora parece que los correos electrónicos se han convertido en armas peligrosísimas.
Lo curioso es que ambas situaciones siguen un patrón muy similar: un correo electrónico anónimo que llega a la rectoría y pone a correr a todo el mundo. Una cosa es cierta: necesitamos revisar seriamente la seguridad informática de estas instituciones. No es suficiente con poner guardias en la puerta, hay que asegurar los sistemas también. ¡Un ciberataque a una universidad es como darle un golpe al corazón del país!
Muchos se preguntan qué motiva a estos ataques. ¿Es simple vandalismo? ¿Alguna disputa interna que se sale de control? ¿O hay intereses más oscuros detrás? Lo cierto es que el ambiente está tenso, y la gente está preocupada por su seguridad. Ya ni uno se anima a ir a la u o al TEC sin sentirse un poco inseguro. Qué brete, tener que vivir así...
Ahora, viendo las cosas con más calma, me acuerdo de cuando yo estudiaba en la u. Recuerdo que había protestas y bloqueos casi a diario, pero nunca pensé que llegaríamos a esto. Antes éramos maes peleando por terrenos y becas, ahora tenemos que estar pendientes de si alguien va a entrar con un arma a la fuerza. ¡Qué tiempos!
Entonces, dime tú, ¿crees que estas amenazas son una moda pasajera o estamos entrando en una época más oscura donde la violencia impregna incluso los espacios educativos? ¿Deberían reforzar aún más la seguridad o enfocarse en abordar las causas sociales que podrían estar generando esta ansiedad?
