¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó parejo. Resulta que el Tecnológico de Costa Rica (TEC), nuestro orgullo tecnológico, tuvo que suspender todas las actividades presenciales en sus cinco sedes – Cartago, San José, Alajuela, San Carlos y Limón – después de recibir una amenaza de ataque armado que dejó a más de uno temblando como flan. La evacuación masiva de este viernes puso pa’ encima la parada, y ahora toca replantearse cómo va a seguir todo.
Según la resolución RR-538-2025, que salió de la Rectoría, la suspensión estará vigente hasta el miércoles 19 de noviembre. Se trata de una medida drástica, pero necesaria, para garantizar la seguridad de la comunidad tecleana. Además, también se afectaron los colegios científicos, Fundatec, el taller infantil psicopedagógico y hasta la asociación solidarista de empleados – vaya brete el que les tocó asumir de repente.
Imagínense la escena: todo el personal académico y administrativo trabajando desde casa, bajo un teletrabajo colectivo obligatorio. Excepto, claro, los de seguridad, que tienen que estar ahí cuidando la onda. Las clases, en la medida de lo posible, se van a llevar a cabo de forma virtual, coordinándose con cada profesor para ver qué se puede adaptar y qué no. Y para aquellos que no puedan hacer teletrabajo, bueno, habrá permutas de tiempo no laborado, ¡una solución bastante ingeniosa!
Pero lo que realmente sacudió a muchos fue la cancelación total del Festec. ¡Sí, señores! Ni conciertos, ni eventos estudiantiles, ni nada de eso. Imaginen la cara de esos que ya tenían sus boletos comprados y sus planes hechos para este fin de semana en Cartago. Todo quedó botado, porque la seguridad es primero, y nadie quiere arriesgarse a nada. Es una pena, pero entiendo que no hay alternativa.
Las autoridades del TEC han sido claras: no quieren especulaciones ni rumores. Toda la información oficial, insisten, se dará a conocer solamente a través de sus canales institucionales. Así que, si escuchas algo por ahí, mejor verifica antes de pasarte la voz, maé. Que no nos vamos a dejar engañar por fake news ni alarmismo innecesario.
Por supuesto, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está investigando el origen del correo electrónico amenazante. Esperemos que pronto den con los responsables y podamos aclarar esta situación. De momento, la recomendación es mantener la calma, informarise bien por los canales oficiales y acatar todas las disposiciones establecidas. No hay que ponerse nerviosos, pero tampoco bajar la guardia.
Esta situación ha levantado mucha tela que cortar entre los estudiantes. Muchos se preguntan cuánto tiempo durarán estas restricciones, si esto afectará sus proyectos de fin de carrera y si el TEC tendrá algún tipo de compensación por los inconvenientes causados. Hay incertidumbre, sí señor, y la necesidad de encontrar soluciones creativas para poder continuar con el proceso educativo a pesar de todo este lío. Algunos incluso comentaban que '¡qué salado!', pues esperaban participar en las olimpiadas académicas que estaban programadas para la próxima semana y ahora están en veremos.
En fin, la situación es complicada, pero esperemos que las autoridades logren resolverlo pronto y podamos volver a la normalidad. Pero me pregunto, ¿ustedes creen que el TEC debería considerar invertir en sistemas de seguridad más robustos para prevenir incidentes similares en el futuro y así darle mayor tranquilidad a estudiantes y funcionarios?
Según la resolución RR-538-2025, que salió de la Rectoría, la suspensión estará vigente hasta el miércoles 19 de noviembre. Se trata de una medida drástica, pero necesaria, para garantizar la seguridad de la comunidad tecleana. Además, también se afectaron los colegios científicos, Fundatec, el taller infantil psicopedagógico y hasta la asociación solidarista de empleados – vaya brete el que les tocó asumir de repente.
Imagínense la escena: todo el personal académico y administrativo trabajando desde casa, bajo un teletrabajo colectivo obligatorio. Excepto, claro, los de seguridad, que tienen que estar ahí cuidando la onda. Las clases, en la medida de lo posible, se van a llevar a cabo de forma virtual, coordinándose con cada profesor para ver qué se puede adaptar y qué no. Y para aquellos que no puedan hacer teletrabajo, bueno, habrá permutas de tiempo no laborado, ¡una solución bastante ingeniosa!
Pero lo que realmente sacudió a muchos fue la cancelación total del Festec. ¡Sí, señores! Ni conciertos, ni eventos estudiantiles, ni nada de eso. Imaginen la cara de esos que ya tenían sus boletos comprados y sus planes hechos para este fin de semana en Cartago. Todo quedó botado, porque la seguridad es primero, y nadie quiere arriesgarse a nada. Es una pena, pero entiendo que no hay alternativa.
Las autoridades del TEC han sido claras: no quieren especulaciones ni rumores. Toda la información oficial, insisten, se dará a conocer solamente a través de sus canales institucionales. Así que, si escuchas algo por ahí, mejor verifica antes de pasarte la voz, maé. Que no nos vamos a dejar engañar por fake news ni alarmismo innecesario.
Por supuesto, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está investigando el origen del correo electrónico amenazante. Esperemos que pronto den con los responsables y podamos aclarar esta situación. De momento, la recomendación es mantener la calma, informarise bien por los canales oficiales y acatar todas las disposiciones establecidas. No hay que ponerse nerviosos, pero tampoco bajar la guardia.
Esta situación ha levantado mucha tela que cortar entre los estudiantes. Muchos se preguntan cuánto tiempo durarán estas restricciones, si esto afectará sus proyectos de fin de carrera y si el TEC tendrá algún tipo de compensación por los inconvenientes causados. Hay incertidumbre, sí señor, y la necesidad de encontrar soluciones creativas para poder continuar con el proceso educativo a pesar de todo este lío. Algunos incluso comentaban que '¡qué salado!', pues esperaban participar en las olimpiadas académicas que estaban programadas para la próxima semana y ahora están en veremos.
En fin, la situación es complicada, pero esperemos que las autoridades logren resolverlo pronto y podamos volver a la normalidad. Pero me pregunto, ¿ustedes creen que el TEC debería considerar invertir en sistemas de seguridad más robustos para prevenir incidentes similares en el futuro y así darle mayor tranquilidad a estudiantes y funcionarios?
