¡Imagínate el susto! Un operativo bomba tuvo que desplegar el cuerpo de bomberos y la Cruz Roja esta mañana en La Carpio, en pleno barrio. Una nena de 11 años terminó metiéndose en un brete serio, cayendo al río Virilla, justo cerca de la primera parada del autobús. Por fortuna, todo salió bien, aunque la morrita se llevó un buen sustito.
Según testigos que andaban por la zona, la niña estaba jugando cerca del río cuando, de repente, resbaló y ¡zas!, directo al agua. De inmediato, empezaron a gritar pidiendo ayuda. El reporte llegó rapidísimo a las autoridades y en cuestión de minutos ya había patrullas y ambulancias por todos lados. La verdad, parecía película, pero así es la vida acá en el país.
Al principio, circularon rumores de que eran dos las menores involucradas, ¡qué torta de información errónea! Pero la Cruz Roja y el cuerpo de bomberos aclararon rápidamente que solo era una la que había caído al río. Lo importante es que tanto ella como sus familiares están tranquilos ahora, gracias al esfuerzo de los equipos de rescate. En estos casos, la rapidez es clave para evitar cualquier complicación seria.
“Cuando llegamos al lugar, la situación era tensa,” nos contó Don Ricardo, vecino del sector, quien presenció parte del rescate. “El río estaba crecido y la corriente bastante fuerte. Los bomberos tuvieron que usar toda su experiencia para poder alcanzar a la niña.” Efectivamente, el Virilla, especialmente en temporada lluviosa, puede ser impredecible y peligroso.
Los paramédicos indicaron que la menor presentaba un ataque de ansiedad, producto del impacto emocional de la caída. Le brindaron atención psicológica en el sitio y, hasta el momento, no ha sido necesario trasladarla a un hospital. Se espera que pronto esté totalmente recuperada, disfrutando nuevamente de jugar con sus amigos en el barrio, aunque con más precaución cerca del río, claro está.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de estar siempre atentos a nuestros niños, especialmente cuando juegan en zonas peligrosas. Aunque la niña tuvo mucha suerte y salió ilesa, podría haber terminado mucho peor. Es fundamental recordarles los riesgos que conlleva acercarse a ríos y quebradas, y enseñarles medidas preventivas básicas para evitar accidentes similares.
Desde el cuerpo de bomberos han reforzado las recomendaciones a la población sobre seguridad acuática, instando a no acercarse a ríos ni quebradas durante las lluvias y a extremar precauciones en zonas propensas a inundaciones. También recuerdan que es vital que los padres supervisen de cerca a sus hijos, evitando que jueguen solos en lugares peligrosos. Además, enfatizan la importancia de aprender técnicas básicas de supervivencia en el agua, como flotar y pedir ayuda.
Es un alivio que todo haya terminado bien, pero este episodio nos deja pensando: ¿Qué otras medidas se pueden implementar en nuestro vecindario para proteger a los niños de situaciones como ésta y cómo podemos educarlos desde temprana edad sobre la importancia de la seguridad personal? ¡Danos tu opinión en el foro!
Según testigos que andaban por la zona, la niña estaba jugando cerca del río cuando, de repente, resbaló y ¡zas!, directo al agua. De inmediato, empezaron a gritar pidiendo ayuda. El reporte llegó rapidísimo a las autoridades y en cuestión de minutos ya había patrullas y ambulancias por todos lados. La verdad, parecía película, pero así es la vida acá en el país.
Al principio, circularon rumores de que eran dos las menores involucradas, ¡qué torta de información errónea! Pero la Cruz Roja y el cuerpo de bomberos aclararon rápidamente que solo era una la que había caído al río. Lo importante es que tanto ella como sus familiares están tranquilos ahora, gracias al esfuerzo de los equipos de rescate. En estos casos, la rapidez es clave para evitar cualquier complicación seria.
“Cuando llegamos al lugar, la situación era tensa,” nos contó Don Ricardo, vecino del sector, quien presenció parte del rescate. “El río estaba crecido y la corriente bastante fuerte. Los bomberos tuvieron que usar toda su experiencia para poder alcanzar a la niña.” Efectivamente, el Virilla, especialmente en temporada lluviosa, puede ser impredecible y peligroso.
Los paramédicos indicaron que la menor presentaba un ataque de ansiedad, producto del impacto emocional de la caída. Le brindaron atención psicológica en el sitio y, hasta el momento, no ha sido necesario trasladarla a un hospital. Se espera que pronto esté totalmente recuperada, disfrutando nuevamente de jugar con sus amigos en el barrio, aunque con más precaución cerca del río, claro está.
Este incidente pone de manifiesto la importancia de estar siempre atentos a nuestros niños, especialmente cuando juegan en zonas peligrosas. Aunque la niña tuvo mucha suerte y salió ilesa, podría haber terminado mucho peor. Es fundamental recordarles los riesgos que conlleva acercarse a ríos y quebradas, y enseñarles medidas preventivas básicas para evitar accidentes similares.
Desde el cuerpo de bomberos han reforzado las recomendaciones a la población sobre seguridad acuática, instando a no acercarse a ríos ni quebradas durante las lluvias y a extremar precauciones en zonas propensas a inundaciones. También recuerdan que es vital que los padres supervisen de cerca a sus hijos, evitando que jueguen solos en lugares peligrosos. Además, enfatizan la importancia de aprender técnicas básicas de supervivencia en el agua, como flotar y pedir ayuda.
Es un alivio que todo haya terminado bien, pero este episodio nos deja pensando: ¿Qué otras medidas se pueden implementar en nuestro vecindario para proteger a los niños de situaciones como ésta y cómo podemos educarlos desde temprana edad sobre la importancia de la seguridad personal? ¡Danos tu opinión en el foro!
