¡Qué alivio, raza! Después de varios meses de incertidumbre, parece que la economía tica le da una manita y empieza a respirar mejor. Las últimas cifras del INEC nos traen buenas noticias: la población desempleada se redujo en unos 26 mil personas durante el último año, dejando la tasa de desempleo en un magullito 6%. ¡Eso significa que hay más gente trabajando y menos buscando brete!
Para ponerle contexto al panorama, en 2024 teníamos alrededor de 166 mil personas sin empleo, una cifra preocupante que generaba mucho chayote entre la gente. Ahora, gracias a Dios, esa cifra baja a 141 mil. No es perfecto, claro que no, pero es un respiro considerable en medio de la coyuntura mundial que nos tiene a todos sacudidos.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. La encuesta continua de empleo también revela que la fuerza laboral nacional disminuyó en 30 mil personas. Eso quiere decir que menos gente está buscando trabajo activamente. Algunos economistas dicen que esto se debe principalmente al envejecimiento de la población, con un aumento de 78 mil adultos mayores que ya no están disponibles para laburar. Esa es una vara importante que debemos tener en cuenta, porque a la larga puede afectar la productividad del país.
Además, el subempleo sigue siendo una preocupación. Aunque haya más gente empleada, todavía hay un 2,8% de trabajadores que quisieran trabajar más horas. Imagínate, gente que está dando el zarpazo, pero no logrando cubrir sus necesidades reales. Un poco de cargarla tienen estos compañeros, y necesitamos encontrar soluciones para mejorar su calidad de vida.
Otro dato que llama la atención es la tasa neta de participación, que midió un 55,2%. Esto indica que una parte importante de la población mayor de 15 años no está participando en el mercado laboral. Y si bien el aumento de la edad promedio de la población juega un papel fundamental, también hay otros factores como la desmotivación y la falta de oportunidades que pueden estar influyendo en este fenómeno.
Ahora bien, ¿qué significa todo esto para nosotros, los simples mortales? Pues, a simple vista, podemos esperar un poco más de dinamismo en la economía, con más consumo y quizás hasta alguna inversión extranjera. Pero también debemos estar atentos a los desafíos que plantea el envejecimiento de la población y la necesidad de crear empleos de calidad que permitan a los trabajadores alcanzar su máximo potencial. No podemos echarse atrás ahora, ¡ni en modo alguno!
Algunos analistas económicos ven esta disminución del desempleo como una señal de que las políticas gubernamentales están funcionando, mientras que otros advierten que podría ser un espejismo temporal, influenciado por factores externos como la recuperación económica global. La verdad, mae, es que solo el tiempo dirá qué tan sostenible es esta tendencia a largo plazo. Lo importante es seguir vigilantes y apostarle a la diversificación económica para evitar depender demasiado de sectores vulnerables.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Crees que esta baja en el desempleo es una señal de cambio positivo en la economía costarricense o simplemente un respiro momentáneo? ¿Qué medidas debería tomar el gobierno para asegurar que esta tendencia continúe y beneficie a todos los costarricenses?
Para ponerle contexto al panorama, en 2024 teníamos alrededor de 166 mil personas sin empleo, una cifra preocupante que generaba mucho chayote entre la gente. Ahora, gracias a Dios, esa cifra baja a 141 mil. No es perfecto, claro que no, pero es un respiro considerable en medio de la coyuntura mundial que nos tiene a todos sacudidos.
Pero ojo, no todo es miel sobre hojuelas. La encuesta continua de empleo también revela que la fuerza laboral nacional disminuyó en 30 mil personas. Eso quiere decir que menos gente está buscando trabajo activamente. Algunos economistas dicen que esto se debe principalmente al envejecimiento de la población, con un aumento de 78 mil adultos mayores que ya no están disponibles para laburar. Esa es una vara importante que debemos tener en cuenta, porque a la larga puede afectar la productividad del país.
Además, el subempleo sigue siendo una preocupación. Aunque haya más gente empleada, todavía hay un 2,8% de trabajadores que quisieran trabajar más horas. Imagínate, gente que está dando el zarpazo, pero no logrando cubrir sus necesidades reales. Un poco de cargarla tienen estos compañeros, y necesitamos encontrar soluciones para mejorar su calidad de vida.
Otro dato que llama la atención es la tasa neta de participación, que midió un 55,2%. Esto indica que una parte importante de la población mayor de 15 años no está participando en el mercado laboral. Y si bien el aumento de la edad promedio de la población juega un papel fundamental, también hay otros factores como la desmotivación y la falta de oportunidades que pueden estar influyendo en este fenómeno.
Ahora bien, ¿qué significa todo esto para nosotros, los simples mortales? Pues, a simple vista, podemos esperar un poco más de dinamismo en la economía, con más consumo y quizás hasta alguna inversión extranjera. Pero también debemos estar atentos a los desafíos que plantea el envejecimiento de la población y la necesidad de crear empleos de calidad que permitan a los trabajadores alcanzar su máximo potencial. No podemos echarse atrás ahora, ¡ni en modo alguno!
Algunos analistas económicos ven esta disminución del desempleo como una señal de que las políticas gubernamentales están funcionando, mientras que otros advierten que podría ser un espejismo temporal, influenciado por factores externos como la recuperación económica global. La verdad, mae, es que solo el tiempo dirá qué tan sostenible es esta tendencia a largo plazo. Lo importante es seguir vigilantes y apostarle a la diversificación económica para evitar depender demasiado de sectores vulnerables.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Crees que esta baja en el desempleo es una señal de cambio positivo en la economía costarricense o simplemente un respiro momentáneo? ¿Qué medidas debería tomar el gobierno para asegurar que esta tendencia continúe y beneficie a todos los costarricenses?
