¡Ay, pata! Resulta que la economía tica anda dando tumbos, pero parece que el sector exportador le metióle ganas. Las exportaciones entre enero y agosto llegaron a unos jugosos $15 mil millones, ¡una chimba! Eso significa un crecimento del 16% con respecto al año pasado, lo cual deja a muchos con la boca abierta y a otros pensando si esto llegará hasta el bolsillo del asalariado promedio.
Según datos oficiales, el motor principal de este boom económico son los equipos médicos y de precisión, que representan casi la mitad de las ventas ($1.8 mil millones, pa' que se hagan una idea). También contribuyeron los químicos farmacéuticos y el agro, que anduvieron echándole chispa en prácticamente todos los rincones del planeta. La viceministra de Comercio Exterior, Indiana Trejos, salió a decir que van a seguir trabajando duro para mantener este ritmo y asegurar que el sector siga competitivo, pero bueno, ya saben cómo va eso, promesas, promesas…
Pero no todo es miel sobre hojuelas, diay. Aunque la mayoría de los cultivos mostraron un buen rendimiento, la producción agrícola y alimentaria sí tuvo una bajada considerable, cerca de 370 mil toneladas. ¿Será que el cambio climático nos está jugando sucio o qué onda?
Y ni hablar de las industrias de plástico y caucho, que recibieron un buen cosazo en términos económicos. Parece que la demanda de láminas, placas y tubos de plástico se fue al traste, dejando a varios productores con la cara larga y preguntándose qué pasó. ¡Un verdadero brete!
Lo curioso es que casi todos los mercados vieron un crecimiento en las importaciones de productos nacionales, excepto en Sudamérica, donde las cosas no anduvieron tan bien. Estados Unidos, como siempre, sigue siendo nuestro principal socio comercial, absorbiendo gran parte de nuestras exportaciones de agujas, catéteres, café y demás. Laura López, de Procomer, destacó que pese a las dificultades, la calidad de nuestros productos sigue abriéndonos puertas, pero también hay que reconocer que el mercado global está cambiando constantemente y debemos estar preparados.
Hablemos de los productos estrella, porque ahí sí tenemos motivos para celebrar. Los dispositivos médicos lideran la lista con esos $1.814 millones, seguidos por el Café Oro, que generó $120 millones, y los jugos y concentrados, con $56 millones. El oro en bruto y los antisueros tampoco se quedaron atrás, aportando $56 y $49 millones respectivamente. ¡Una verdadera ráfaga de éxitos!
Ahora, algunos se preguntan si este auge exportador realmente beneficia a todos los costarricenses. Claro, las empresas ganan dinero, pero ¿crean empleos dignos? ¿Invierten en tecnología y capacitación? ¿Contribuyen al desarrollo sostenible del país? Son preguntas que debemos hacernos, porque no podemos quedarnos solo en cifras bonitas. A fin de cuentas, toda esta riqueza debe traducirse en una mejor calidad de vida para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Que no se nos vaya la pincha, cheros…
En fin, la situación económica nacional presenta luces y sombras, como en cualquier otra parte del mundo. Es un momento de oportunidad, pero también de desafíos. Así que, compatriotas, ¿creen ustedes que este crecimiento sostenido de las exportaciones se traducirá en prosperidad para todos los costarricenses, o es simplemente una burbuja que estallará pronto? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Según datos oficiales, el motor principal de este boom económico son los equipos médicos y de precisión, que representan casi la mitad de las ventas ($1.8 mil millones, pa' que se hagan una idea). También contribuyeron los químicos farmacéuticos y el agro, que anduvieron echándole chispa en prácticamente todos los rincones del planeta. La viceministra de Comercio Exterior, Indiana Trejos, salió a decir que van a seguir trabajando duro para mantener este ritmo y asegurar que el sector siga competitivo, pero bueno, ya saben cómo va eso, promesas, promesas…
Pero no todo es miel sobre hojuelas, diay. Aunque la mayoría de los cultivos mostraron un buen rendimiento, la producción agrícola y alimentaria sí tuvo una bajada considerable, cerca de 370 mil toneladas. ¿Será que el cambio climático nos está jugando sucio o qué onda?
Y ni hablar de las industrias de plástico y caucho, que recibieron un buen cosazo en términos económicos. Parece que la demanda de láminas, placas y tubos de plástico se fue al traste, dejando a varios productores con la cara larga y preguntándose qué pasó. ¡Un verdadero brete!
Lo curioso es que casi todos los mercados vieron un crecimiento en las importaciones de productos nacionales, excepto en Sudamérica, donde las cosas no anduvieron tan bien. Estados Unidos, como siempre, sigue siendo nuestro principal socio comercial, absorbiendo gran parte de nuestras exportaciones de agujas, catéteres, café y demás. Laura López, de Procomer, destacó que pese a las dificultades, la calidad de nuestros productos sigue abriéndonos puertas, pero también hay que reconocer que el mercado global está cambiando constantemente y debemos estar preparados.
Hablemos de los productos estrella, porque ahí sí tenemos motivos para celebrar. Los dispositivos médicos lideran la lista con esos $1.814 millones, seguidos por el Café Oro, que generó $120 millones, y los jugos y concentrados, con $56 millones. El oro en bruto y los antisueros tampoco se quedaron atrás, aportando $56 y $49 millones respectivamente. ¡Una verdadera ráfaga de éxitos!
Ahora, algunos se preguntan si este auge exportador realmente beneficia a todos los costarricenses. Claro, las empresas ganan dinero, pero ¿crean empleos dignos? ¿Invierten en tecnología y capacitación? ¿Contribuyen al desarrollo sostenible del país? Son preguntas que debemos hacernos, porque no podemos quedarnos solo en cifras bonitas. A fin de cuentas, toda esta riqueza debe traducirse en una mejor calidad de vida para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Que no se nos vaya la pincha, cheros…
En fin, la situación económica nacional presenta luces y sombras, como en cualquier otra parte del mundo. Es un momento de oportunidad, pero también de desafíos. Así que, compatriotas, ¿creen ustedes que este crecimiento sostenido de las exportaciones se traducirá en prosperidad para todos los costarricenses, o es simplemente una burbuja que estallará pronto? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
