Un policía está muy triste y acongojado y un compañero le pregunta:
"¿Oye, qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara?"
"Imagínate que hoy en la mañana, mientras me bañaba, decidí que ya era bueno bañar a mi perro, el pastor alemán que tengo. Lo metí a la ducha y me estaba bañando con él, repentinamente se me cayó el jabón al suelo y mientras lo recogía, el maldito perro me penetró por detrás".
El compañero consolándolo le dice: "Tranquilo, hombre, que eso sólo lo sabemos tú y yo, y yo no voy a decir nada".
"¡No sólo tú y yo, el maldito perro me arrastró por todo el barrio!"
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