¡Aguántense! Que tenemos buenas noticias frescas del despacho del Ministerio de Educación. Después de años de promesas y huecos, parece que finalmente le están metiendole duro a las escuelas de Costa Rica. El gobierno y el MEP anuncian que ya invirtieron más de 400 millones de colones en mejorar la infraestructura educativa – ¡una verdadera torta!
Vamos por partes, porque la cifra da un poco de vértigo. Se trata de una iniciativa que arrancó en 2022 con la promesa de poner al día las planteles escolares, muchos de los cuales estaban dando pena ajena. Las goteras, los baños inservibles y la falta de acceso para personas con discapacidad eran el pan de cada día en muchas escuelas. Ahora, dicen, eso va cambiando, poquito a poco.
Según datos oficiales, hasta ahora ya finalizaron 685 obras en todo el país. Eso incluye desde construir nuevas aulas y comedores, hasta arreglar techos, poner baterías sanitarias decentes e incluso adaptar los espacios para que sean accesibles para todos. Además, tienen 150 proyectos en proceso de licitación, 35 ya en marcha y más de 90 diseños listos para arrancar. ¡Eso sí es meterle pila!
Y ni hablar de los proyectos activos que prometen terminar entre 2025 y 2026: ¡más de 270! Lo mejor de todo es que han logrado bajar un 20% las órdenes sanitarias acumuladas desde el 2022. Esto significa que están lidiendo con los problemas de raíz, haciendo mejoras estructurales, reparaciones urgentes, construyendo nuevo espacio y habilitando lugares seguros. En fin, ¡arreglando el brete completo!
Lo bueno es que estas obras no se han quedado atrincheradas en San José. Han llegado a todos los rincones del país, desde las zonas urbanas más transitadas hasta los pueblos más remotos, pasando por la costa Caribe, el Pacífico, las zonas fronterizas e incluso los territorios indígenas. Tanto preescolares, escuelas como colegios se están viendo beneficiados. ¡Una cobertura nacional de lujo!
Para hacer esto posible, no solo se puso el dinero, sino que también hubo una gran colaboración entre varias instituciones. Trabajando codo a codo con JAPDEVA, la CNE, el INDER y las juntas educativas, lograron coordinar esfuerzos, aportar maquinaria, recursos y apoyo logístico. Se nota que esta vez realmente quisieron hacerlo bien y que no fue solo pinta bonita.
Pero la cosa no termina ahí. Nuestros jóvenes también están demostrando que hay talento de sobra en Costa Rica. En la reciente edición de la Olimpiada Costarricense de Matemáticas en Secundaria, 92 jóvenes brillaron con luz propia. Y si eso no fuera suficiente, ¡82 estudiantes de primaria también se trajeron medallas de oro, plata y bronce! Demuestran que estamos formando mentes brillantes que van a llevar el nombre de Costa Rica muy en alto. ¡Qué chiva!
En fin, parece que la educación pública está recibiendo una inyección importante de energía y recursos. Es un respiro para estudiantes, maestros y familias que llevan tiempo luchando por mejores condiciones. Pero me pregunto, con toda esta inversión, ¿cree usted que el gobierno está abordando correctamente las necesidades más apremiantes de nuestro sistema educativo o todavía falta mucho por hacer?
Vamos por partes, porque la cifra da un poco de vértigo. Se trata de una iniciativa que arrancó en 2022 con la promesa de poner al día las planteles escolares, muchos de los cuales estaban dando pena ajena. Las goteras, los baños inservibles y la falta de acceso para personas con discapacidad eran el pan de cada día en muchas escuelas. Ahora, dicen, eso va cambiando, poquito a poco.
Según datos oficiales, hasta ahora ya finalizaron 685 obras en todo el país. Eso incluye desde construir nuevas aulas y comedores, hasta arreglar techos, poner baterías sanitarias decentes e incluso adaptar los espacios para que sean accesibles para todos. Además, tienen 150 proyectos en proceso de licitación, 35 ya en marcha y más de 90 diseños listos para arrancar. ¡Eso sí es meterle pila!
Y ni hablar de los proyectos activos que prometen terminar entre 2025 y 2026: ¡más de 270! Lo mejor de todo es que han logrado bajar un 20% las órdenes sanitarias acumuladas desde el 2022. Esto significa que están lidiendo con los problemas de raíz, haciendo mejoras estructurales, reparaciones urgentes, construyendo nuevo espacio y habilitando lugares seguros. En fin, ¡arreglando el brete completo!
Lo bueno es que estas obras no se han quedado atrincheradas en San José. Han llegado a todos los rincones del país, desde las zonas urbanas más transitadas hasta los pueblos más remotos, pasando por la costa Caribe, el Pacífico, las zonas fronterizas e incluso los territorios indígenas. Tanto preescolares, escuelas como colegios se están viendo beneficiados. ¡Una cobertura nacional de lujo!
Para hacer esto posible, no solo se puso el dinero, sino que también hubo una gran colaboración entre varias instituciones. Trabajando codo a codo con JAPDEVA, la CNE, el INDER y las juntas educativas, lograron coordinar esfuerzos, aportar maquinaria, recursos y apoyo logístico. Se nota que esta vez realmente quisieron hacerlo bien y que no fue solo pinta bonita.
Pero la cosa no termina ahí. Nuestros jóvenes también están demostrando que hay talento de sobra en Costa Rica. En la reciente edición de la Olimpiada Costarricense de Matemáticas en Secundaria, 92 jóvenes brillaron con luz propia. Y si eso no fuera suficiente, ¡82 estudiantes de primaria también se trajeron medallas de oro, plata y bronce! Demuestran que estamos formando mentes brillantes que van a llevar el nombre de Costa Rica muy en alto. ¡Qué chiva!
En fin, parece que la educación pública está recibiendo una inyección importante de energía y recursos. Es un respiro para estudiantes, maestros y familias que llevan tiempo luchando por mejores condiciones. Pero me pregunto, con toda esta inversión, ¿cree usted que el gobierno está abordando correctamente las necesidades más apremiantes de nuestro sistema educativo o todavía falta mucho por hacer?