¡Ay, Dios mío! Esto sí que es subir el listón. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) mandó un chillazo a toda la fuerza policial, desde el jefe hasta el cabo, diciendo que esto de andar metiéndose en movidas políticas ya no se tolera. ¡Qué carga!, parece que quieren evitar cualquier sospecha de que alguien anda influyendo en cómo vamos a votar este año.
La nota llegó seca: nadie, absolutamente nadie, dentro de la policía puede estar apoyando a ningún partido político. Ya sea asistiendo a marchas, poniendo banderitas en la casa o, ¡lo peor de todo!, echándole ganas en Facebook. Y eso, mis queridos lectores, es que estamos hablando de una prohibición total, como cuando te dicen 'no toques nada'.
Según el artículo 146 del Código Electoral, el TSE quiere asegurarse de que el proceso electoral sea lo más justo posible. Básicamente, buscan blindar la democracia para que no haya broncas ni acusaciones de favoritismo. Imagínate, un policía haciendo campaña abiertamente... ¡Qué despiche sería!, generando desconfianza y poniendo en riesgo la credibilidad de todo el proceso.
Y ojo, porque esto no es solo para lo que hacen en horario de trabajo. El TSE dejó claro que la prohibición se extiende a la vida privada. Así que ni siquiera en el chunche de la casa puedes poner un cartel de tu candidato favorito. ¡Nada de eso! Tu casa, tu espacio personal, también tiene que estar al servicio de la neutralidad electoral. Qué nivel de exigencia, diay.
Pero la cosa no termina ahí. Ahora, con tanto celular y red social, el TSE puso la lupa en internet. “¡No se ande por las ramas!” dicen, “si vas a publicar algo relacionado con política, asegúrate de estar fuera del horario laboral y de no estar usando tu uniforme ni identificándote como policía”. ¡Imagínate la torta que te puedes caer si te agarran compartiendo memes a favor de algún candidato!
Si un oficial decide ignorar estas normas, prepárense para recibir un golpe duro. El TSE no está jugando: despido inmediato y, encima, inhabilitación para trabajar en cargos públicos por dos o cuatro años. Eso, mis amigos, es perder el brete. ¡Qué sal! Te quedas sin trabajo y sin poder optar a ninguno en el futuro cercano. Mejor aguantarse y mantener la calma durante la época de las elecciones.
Por otro lado, el TSE también facilitó la vida a los funcionarios encargados de organizar las elecciones. Les dio vía libre para aparcar donde quieran y pasar sin problemas por los peajes y restricciones vehiculares. Así es, los carros del TSE y los delegados tendrán inmunidad vial mientras estén cumpliendo con su labor. ¡Menos estrés para ellos y más rápido para todos!
Con todo esto, el TSE intenta garantizar unas elecciones limpias y transparentes. Pero, ¿hasta dónde debería llegar el control estatal en la vida privada de los servidores públicos? ¿Consideran que es demasiado restrictivo exigirles esta neutralidad absoluta, incluso en su hogar? ¡Vamos a debatirlo, mi gente del Foro de Costa Rica! Díganme qué piensan.
La nota llegó seca: nadie, absolutamente nadie, dentro de la policía puede estar apoyando a ningún partido político. Ya sea asistiendo a marchas, poniendo banderitas en la casa o, ¡lo peor de todo!, echándole ganas en Facebook. Y eso, mis queridos lectores, es que estamos hablando de una prohibición total, como cuando te dicen 'no toques nada'.
Según el artículo 146 del Código Electoral, el TSE quiere asegurarse de que el proceso electoral sea lo más justo posible. Básicamente, buscan blindar la democracia para que no haya broncas ni acusaciones de favoritismo. Imagínate, un policía haciendo campaña abiertamente... ¡Qué despiche sería!, generando desconfianza y poniendo en riesgo la credibilidad de todo el proceso.
Y ojo, porque esto no es solo para lo que hacen en horario de trabajo. El TSE dejó claro que la prohibición se extiende a la vida privada. Así que ni siquiera en el chunche de la casa puedes poner un cartel de tu candidato favorito. ¡Nada de eso! Tu casa, tu espacio personal, también tiene que estar al servicio de la neutralidad electoral. Qué nivel de exigencia, diay.
Pero la cosa no termina ahí. Ahora, con tanto celular y red social, el TSE puso la lupa en internet. “¡No se ande por las ramas!” dicen, “si vas a publicar algo relacionado con política, asegúrate de estar fuera del horario laboral y de no estar usando tu uniforme ni identificándote como policía”. ¡Imagínate la torta que te puedes caer si te agarran compartiendo memes a favor de algún candidato!
Si un oficial decide ignorar estas normas, prepárense para recibir un golpe duro. El TSE no está jugando: despido inmediato y, encima, inhabilitación para trabajar en cargos públicos por dos o cuatro años. Eso, mis amigos, es perder el brete. ¡Qué sal! Te quedas sin trabajo y sin poder optar a ninguno en el futuro cercano. Mejor aguantarse y mantener la calma durante la época de las elecciones.
Por otro lado, el TSE también facilitó la vida a los funcionarios encargados de organizar las elecciones. Les dio vía libre para aparcar donde quieran y pasar sin problemas por los peajes y restricciones vehiculares. Así es, los carros del TSE y los delegados tendrán inmunidad vial mientras estén cumpliendo con su labor. ¡Menos estrés para ellos y más rápido para todos!
Con todo esto, el TSE intenta garantizar unas elecciones limpias y transparentes. Pero, ¿hasta dónde debería llegar el control estatal en la vida privada de los servidores públicos? ¿Consideran que es demasiado restrictivo exigirles esta neutralidad absoluta, incluso en su hogar? ¡Vamos a debatirlo, mi gente del Foro de Costa Rica! Díganme qué piensan.