¡Ay, Dios mío! Se armó un brete con este asunto de Marta Esquivel y el PLN. Después de tanto alboroto y declaraciones cruzadas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le bajó el telón a sus aspiraciones de volver a la vida política, al menos por ahora. Rechazaron el recurso de amparo y nulidad que había interpuesto la ex presidenta de la CCSS contra los liberacionistas, cerrándole así la puerta a participar en las próximas elecciones.
Para ponerla en contextito, doña Marta llevaba meses batallando con el partido morado, alegando irregularidades en el proceso de renovación de sus estructuras internas. Se sentía agraviada, decía, y quería que el Tribunal le diera la razón y obligara al PLN a reconsiderar su posición. Pero el TSE, con toda la calma del mundo, le dijo ‘mae’, que eso no va a pasar.
La resolución, número 7218-E1-2025, dictaminada el 22 de octubre, básicamente reafirma que las decisiones del Tribunal en asuntos electorales son definitivas e inapelables. Como dice la ley, “los actos o disposiciones que dicta el TSE en materia electoral no son recurribles”. ¡Un tecnicismo letal para las ambiciones políticas de doña Marta!
Y es que la Constitución Política lo tiene clarito: el Tribunal es quien manda en las cosas de votar y ser votado. No hay margen para interpretaciones, ni mucho menos para que otras instancias metan sus narices en lo que hace el TSE. Además, la Ley de la Jurisdicción Constitucional refuerza esta idea, prohibiendo expresamente presentar recursos de amparo contra las resoluciones del Tribunal electoral. ¡Se acabó la novela!
Lo que más me causa sorpresa es cómo doña Marta insistió en irle a matar al TSE, aun sabiendo que prácticamente era imposible ganar esta batalla. Parece que estaba buscando desesperadamente una salida, aunque supiera que iba a terminar estrellándose contra la pared. Uno se pregunta si realmente entendió la jugada o si simplemente se dejó llevar por la frustración.
Ahora, el PLN respira tranquilo, por fin. Habían estado aguantando bastante estrés con este lío judicial, y este fallo del TSE les quita un gran peso de encima. Claro, seguramente habrá reacciones y críticas, pero legalmente hablando, ya tienen vía libre para concentrarse en preparar su campaña electoral sin tener que preocuparse por este embrollo.
Y ojo, que la Administración Electoral también dejó claro que el amparo electoral sirve para proteger derechos políticos fundamentales, no para discutir fallos o procedimientos administrativos. Según el artículo 225 del Código Electoral, si tienes problemas con las decisiones de los organismos electorales inferiores, tienes que recurrir al recurso de apelación electoral, no al amparo. ¡Simple y sencillo!
En fin, parece que el capítulo de Marta Esquivel en la política nacional ha llegado a su fin...por el momento. Ahora la pregunta que queda en el aire es: ¿Logrará reinventarse políticamente y encontrar otra forma de mantenerse relevante, o este revés marcará el principio del fin de su carrera pública? ¿Les parece justo el fallo del TSE o creen que Marta tenía argumentos válidos para reclamar?
Para ponerla en contextito, doña Marta llevaba meses batallando con el partido morado, alegando irregularidades en el proceso de renovación de sus estructuras internas. Se sentía agraviada, decía, y quería que el Tribunal le diera la razón y obligara al PLN a reconsiderar su posición. Pero el TSE, con toda la calma del mundo, le dijo ‘mae’, que eso no va a pasar.
La resolución, número 7218-E1-2025, dictaminada el 22 de octubre, básicamente reafirma que las decisiones del Tribunal en asuntos electorales son definitivas e inapelables. Como dice la ley, “los actos o disposiciones que dicta el TSE en materia electoral no son recurribles”. ¡Un tecnicismo letal para las ambiciones políticas de doña Marta!
Y es que la Constitución Política lo tiene clarito: el Tribunal es quien manda en las cosas de votar y ser votado. No hay margen para interpretaciones, ni mucho menos para que otras instancias metan sus narices en lo que hace el TSE. Además, la Ley de la Jurisdicción Constitucional refuerza esta idea, prohibiendo expresamente presentar recursos de amparo contra las resoluciones del Tribunal electoral. ¡Se acabó la novela!
Lo que más me causa sorpresa es cómo doña Marta insistió en irle a matar al TSE, aun sabiendo que prácticamente era imposible ganar esta batalla. Parece que estaba buscando desesperadamente una salida, aunque supiera que iba a terminar estrellándose contra la pared. Uno se pregunta si realmente entendió la jugada o si simplemente se dejó llevar por la frustración.
Ahora, el PLN respira tranquilo, por fin. Habían estado aguantando bastante estrés con este lío judicial, y este fallo del TSE les quita un gran peso de encima. Claro, seguramente habrá reacciones y críticas, pero legalmente hablando, ya tienen vía libre para concentrarse en preparar su campaña electoral sin tener que preocuparse por este embrollo.
Y ojo, que la Administración Electoral también dejó claro que el amparo electoral sirve para proteger derechos políticos fundamentales, no para discutir fallos o procedimientos administrativos. Según el artículo 225 del Código Electoral, si tienes problemas con las decisiones de los organismos electorales inferiores, tienes que recurrir al recurso de apelación electoral, no al amparo. ¡Simple y sencillo!
En fin, parece que el capítulo de Marta Esquivel en la política nacional ha llegado a su fin...por el momento. Ahora la pregunta que queda en el aire es: ¿Logrará reinventarse políticamente y encontrar otra forma de mantenerse relevante, o este revés marcará el principio del fin de su carrera pública? ¿Les parece justo el fallo del TSE o creen que Marta tenía argumentos válidos para reclamar?
