¡Ay, Dios mío! Imagínate conducir por dos horas seguidas, sin mover ni tantito el timón. Suena a broma, ¿verdad? Pero así es la vida de quien se aventura en la Highway 10 de Arabia Saudita. Esa carretera, plantada en medio del desierto, ostenta el récord Guinness del tramo más recto del planeta: ¡240 kilómetros sin una sola curva! Y créeme, que no es tan fácil como parece.
Esta autopista, que empezó siendo un capricho del rey Fahd –una carretera privada para él y sus panas– ahora es vital para llevarle mercadería a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos. Se construyó hace unos años, formando parte de una ruta de casi 1500 kilómetros que conecta Ad Darb con la frontera este del país. Aunque suena lujoso, pensar que nació para solo una persona te da un poquito de cosquillas, ¿no?
La Highway 10 se abre camino en medio del Rub' al Khali, conocido como el “Cuarto Vacío”. Este desierto es colosal, así que no hay montañas, valles ni nada que complique el camino. Solo arena, arena y más arena… paisajes que parecen sacados de otro planeta. La verdad es que la vastedad del lugar es impresionante, pero también te deja pensando cómo lograron construir algo así ahí en medio de la nada. ¡Es pura ingeniería!
Pero ojo, que el reto no es tanto físico como mental. Conducir largas distancias es normal aquí en Costa Rica, pero enfrentar una recta que no termina nunca pone a prueba tu concentración. Según expertos, la falta de estímulos visuales puede provocar cansancio, bostezos y hasta microsueños; un peligro serio, especialmente si vas rápido. ¡Imagínate quedarse dormido ahí, en medio del desierto!
Y ni hablar de las condiciones climáticas. Hace un calor que agobia, el viento levanta tormentas de arena y, de repente, ¡aparece un grupo de camellos cruzando la carretera! Es como una película, pero real. Por eso, el gobierno de Arabia Saudita le puso bastante empeño a mejorar la seguridad, pavimentando los banquitos de la carretera, poniendo señales reflectoras y haciendo barreras para proteger a los conductores. Le echaron ganas, diay, porque no es sencillo.
Aunque la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora, y algunos quieren subirla a 140, la mayoría de los camioneros van más lentos. Esto crea situaciones donde tienes que adelantar seguido, manteniendo la calma y prestando mucha atención al entorno. Ver camiones enormes moviéndose lentamente mientras intentas pasar, con el sol pegándote en la cara, puede ser una experiencia... peculiar, por decirlo suavemente.
Antes de que Arabia Saudita se quedara con el primer puesto, Australia tenía un tramo largo y recto en la Eyre Highway, pero le faltaban unos cuantos kilómetros. En Latinoamérica tenemos pedazos largos en la Ruta 40 argentina o en la ND-46 de Dakota del Norte, pero ninguno tiene la precisión geométrica de la Highway 10. Eso sí, acá en Costa Rica tenemos algunas carreteras rurales que podrían competir en cuanto a longitud, aunque les falta el glamour del desierto, jeje.
En fin, conducir en la Highway 10 es una experiencia única. Un verdadero desafío mental y físico, pero también una oportunidad para apreciar la inmensidad del desierto y la capacidad humana para crear cosas asombrosas. Ahora me pregunto, ¿ustedes qué opinan? ¿Se atreverían a recorrer esos 240 kilómetros sin doblar el timón? ¡Cuéntenme sus experiencias o miedos en el foro!
Esta autopista, que empezó siendo un capricho del rey Fahd –una carretera privada para él y sus panas– ahora es vital para llevarle mercadería a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos. Se construyó hace unos años, formando parte de una ruta de casi 1500 kilómetros que conecta Ad Darb con la frontera este del país. Aunque suena lujoso, pensar que nació para solo una persona te da un poquito de cosquillas, ¿no?
La Highway 10 se abre camino en medio del Rub' al Khali, conocido como el “Cuarto Vacío”. Este desierto es colosal, así que no hay montañas, valles ni nada que complique el camino. Solo arena, arena y más arena… paisajes que parecen sacados de otro planeta. La verdad es que la vastedad del lugar es impresionante, pero también te deja pensando cómo lograron construir algo así ahí en medio de la nada. ¡Es pura ingeniería!
Pero ojo, que el reto no es tanto físico como mental. Conducir largas distancias es normal aquí en Costa Rica, pero enfrentar una recta que no termina nunca pone a prueba tu concentración. Según expertos, la falta de estímulos visuales puede provocar cansancio, bostezos y hasta microsueños; un peligro serio, especialmente si vas rápido. ¡Imagínate quedarse dormido ahí, en medio del desierto!
Y ni hablar de las condiciones climáticas. Hace un calor que agobia, el viento levanta tormentas de arena y, de repente, ¡aparece un grupo de camellos cruzando la carretera! Es como una película, pero real. Por eso, el gobierno de Arabia Saudita le puso bastante empeño a mejorar la seguridad, pavimentando los banquitos de la carretera, poniendo señales reflectoras y haciendo barreras para proteger a los conductores. Le echaron ganas, diay, porque no es sencillo.
Aunque la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora, y algunos quieren subirla a 140, la mayoría de los camioneros van más lentos. Esto crea situaciones donde tienes que adelantar seguido, manteniendo la calma y prestando mucha atención al entorno. Ver camiones enormes moviéndose lentamente mientras intentas pasar, con el sol pegándote en la cara, puede ser una experiencia... peculiar, por decirlo suavemente.
Antes de que Arabia Saudita se quedara con el primer puesto, Australia tenía un tramo largo y recto en la Eyre Highway, pero le faltaban unos cuantos kilómetros. En Latinoamérica tenemos pedazos largos en la Ruta 40 argentina o en la ND-46 de Dakota del Norte, pero ninguno tiene la precisión geométrica de la Highway 10. Eso sí, acá en Costa Rica tenemos algunas carreteras rurales que podrían competir en cuanto a longitud, aunque les falta el glamour del desierto, jeje.
En fin, conducir en la Highway 10 es una experiencia única. Un verdadero desafío mental y físico, pero también una oportunidad para apreciar la inmensidad del desierto y la capacidad humana para crear cosas asombrosas. Ahora me pregunto, ¿ustedes qué opinan? ¿Se atreverían a recorrer esos 240 kilómetros sin doblar el timón? ¡Cuéntenme sus experiencias o miedos en el foro!