Voy con mi historia. En el 86 con 12 años, al fin me pusieron un tele en el cuarto. La vara es que los viernes después de Estudio 4, pasaban las películas de Porcel, o mexicanas. Y por ver un par de tetas uno se trasnochaba sin parpadear. Mis tatas siempre se levantaban de noche a miar al único baño de la casa, que estaba a la par de mi cuarto, y obvio que si pasaban y veían el resplandor del tele encendido a través de la puerta cerrada era cagada segura.
Así que me ideé un sistema, amarrar una cuerda al enchufe del tele, pasarlo por la pata de la cama y amarrarlo a un dedo del pie. Apenas oía que se levantaba alguien, zaz jalaba el macate y tele apagado.
El sistemita estaba ya probado y funcional, pero un día de tantos se levanta mi mama, jalo el mecate y zaz, se resbaló el nudo. Me pescó. Abre la puerta: -qué está viendo?? apague ese tele ya!! Di, un buen tiempo me pusieron a dormir sin cerrar la puerta. Hasta ahí llegó el sistemita.