Hay indirectas, y luego están esas que llevan firma, código postal y hasta un emoji de carita sorprendida para que no quede la más mínima duda. Mae, la vara que se armó con un simple comentario en Instagram es de antología y deja clarísimo que en los pasillos de Repretel la cosa está más movida que final de campeonato. La protagonista de este capítulo es Lussania Víquez, la exportadora de sonrisas de Informe 11, quien le tiró un filazo con la precisión de un cirujano a su antigua casa televisora, usando como plataforma la despedida de su compa, Jorge Vindas.
Pongámonos en contexto. Jorge Vindas, quien llevaba la batuta en Deportes Repretel, subió un video todo emotivo para despedirse de la audiencia tras cinco años de brete. Un cierre de ciclo en buena lid, con abrazos y buenos deseos. Todo muy tuanis, hasta que en la sección de comentarios apareció Lussania y soltó la bomba: “¡Éxitos amigo! ¡Qué bueno que a vos sí te dejaron despedirte! Que Dios te acompañe”. ¡Pum! Un dardo directo al corazón de la gerencia. El mismo Vindas reaccionó con un emoji de
, como diciendo "diay, no me esperaba esto aquí". Y es que el mensaje es lapidario, porque nos recuerda que la salida de Lussania, después de 12 años en el canal, fue de todo menos cordial. A ella la sacaron de un día para otro, lo que ella misma describió en su momento como un "balde de agua fría".
Lo que hace que este comentario retumbe tanto es el cariño que la gente le tiene a Lussania. No era solo una presentadora más; era la mae que compartió con todo el país su lucha contra el cáncer y el milagro de su maternidad. Esa conexión no se construye en dos días, y por eso su despido abrupto se sintió como una falta de tacto monumental por parte del canal. Ella, con mucha clase, se refugió en su fe diciendo que “su principal proveedor es Dios, no Repretel”, pero es evidente que la herida quedó. Este comentario no es solo un desahogo; es la voz de alguien que se sintió poco valorada después de entregar más de una década de su vida profesional a una empresa.
Y es que parece que en La Uruca últimamente hay un despiche de decisiones que nadie entiende. Lo de Lussania no fue un caso aislado. Poco después, vimos cómo desmantelaron el formato de "Informe 11", el programa que fue su casa, cambiándole el nombre y el concepto. Ahora, con la salida de Vindas, aunque él lo maneje como una decisión personal para emprender nuevos caminos, la gente se queda con la espinita. ¿Cuántas de estas "nuevas oportunidades" son en realidad empujones hacia la puerta de salida? El comentario de Víquez no solo la defiende a ella, sino que levanta una bandera roja sobre las prácticas laborales y el trato humano dentro de uno de los medios más grandes del país.
Al final, esta situación expone una nueva realidad: los canales ya no tienen el monopolio de la narrativa. Antes, si te despedían, te ibas en silencio y la empresa controlaba el comunicado. Hoy, con las redes sociales, cada figura pública tiene su propio megáfono, y un comentario bien puesto puede generar más ruido que un programa entero. Lussania usó su voz, y con una sola frase, puso a todo el mundo a hablar, cuestionando la forma en que se manejan los ciclos laborales en la televisión tica. La jugada fue magistral, cargada de una elegancia picante que solo alguien que conoce el monstruo por dentro puede ejecutar.
Diay, maes, aquí la pregunta es obligada: ¿Creen que Lussania hizo bien en tirar esa piedra o debió guardarse el comentario? ¿Se está volviendo una torta para los canales manejar estas salidas ahora que todos tienen voz propia en redes, o simplemente estamos viendo el resultado de años de malas prácticas? ¡Los leo en el foro!
Pongámonos en contexto. Jorge Vindas, quien llevaba la batuta en Deportes Repretel, subió un video todo emotivo para despedirse de la audiencia tras cinco años de brete. Un cierre de ciclo en buena lid, con abrazos y buenos deseos. Todo muy tuanis, hasta que en la sección de comentarios apareció Lussania y soltó la bomba: “¡Éxitos amigo! ¡Qué bueno que a vos sí te dejaron despedirte! Que Dios te acompañe”. ¡Pum! Un dardo directo al corazón de la gerencia. El mismo Vindas reaccionó con un emoji de

Lo que hace que este comentario retumbe tanto es el cariño que la gente le tiene a Lussania. No era solo una presentadora más; era la mae que compartió con todo el país su lucha contra el cáncer y el milagro de su maternidad. Esa conexión no se construye en dos días, y por eso su despido abrupto se sintió como una falta de tacto monumental por parte del canal. Ella, con mucha clase, se refugió en su fe diciendo que “su principal proveedor es Dios, no Repretel”, pero es evidente que la herida quedó. Este comentario no es solo un desahogo; es la voz de alguien que se sintió poco valorada después de entregar más de una década de su vida profesional a una empresa.
Y es que parece que en La Uruca últimamente hay un despiche de decisiones que nadie entiende. Lo de Lussania no fue un caso aislado. Poco después, vimos cómo desmantelaron el formato de "Informe 11", el programa que fue su casa, cambiándole el nombre y el concepto. Ahora, con la salida de Vindas, aunque él lo maneje como una decisión personal para emprender nuevos caminos, la gente se queda con la espinita. ¿Cuántas de estas "nuevas oportunidades" son en realidad empujones hacia la puerta de salida? El comentario de Víquez no solo la defiende a ella, sino que levanta una bandera roja sobre las prácticas laborales y el trato humano dentro de uno de los medios más grandes del país.
Al final, esta situación expone una nueva realidad: los canales ya no tienen el monopolio de la narrativa. Antes, si te despedían, te ibas en silencio y la empresa controlaba el comunicado. Hoy, con las redes sociales, cada figura pública tiene su propio megáfono, y un comentario bien puesto puede generar más ruido que un programa entero. Lussania usó su voz, y con una sola frase, puso a todo el mundo a hablar, cuestionando la forma en que se manejan los ciclos laborales en la televisión tica. La jugada fue magistral, cargada de una elegancia picante que solo alguien que conoce el monstruo por dentro puede ejecutar.
Diay, maes, aquí la pregunta es obligada: ¿Creen que Lussania hizo bien en tirar esa piedra o debió guardarse el comentario? ¿Se está volviendo una torta para los canales manejar estas salidas ahora que todos tienen voz propia en redes, o simplemente estamos viendo el resultado de años de malas prácticas? ¡Los leo en el foro!