¡Ay, Dios mío, qué vaina! Aquí andamos trabajando como burros pa’l lomo y parece que nunca vamos a llegar a ningún lado. Resulta que la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2025 sacó unas estadísticas que te dejan pensando: ¿cuánto hay que estar fregando pa’ considerarte ‘de la crema’ en Costa Rica?
Verás, siempre hemos escuchado hablar de la ‘clase alta’, de ‘quintiles’ y demás rollos económicos, pero nadie te explica bien a qué alturas tienes que estar llegando. Pues ahora, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) nos pinta el panorama con números duros, y la verdad, a muchos nos va a tocar tragarse sapo.
Según la ENAHO, pa’ meterle el dedo al quintil más rico – el que tiene los ingresos más altos – necesitas un promedio de dos millones ochocientos noventa y siete mil quinientos noventa colones mensuales por hogar. ¡Eso sí es birria! Pero ojo, ahí no se trata de sacar exactamente esa cantidad, sino de moverse entre dos millones quinientos mil y dos millones nuevecientos mil colones. Ahí ya te empiezas a acercar a ese mundo donde la vida es más fácil y los problemas, menos...problemáticos.
Ahora, si hablamos de persona individual, la cosa se pone todavía más clara: alguien del quintil alto está raudamente ganando alrededor de un millón trescientos veintaocho mil cuatrocientos noventa y cuatro colones al mes, mientras que el pinché hueco del quintil más pobre se lleva a casa apenas ochenta y ocho mil ciento cincuenta y uno. ¡Una diferencia abismal, mae! Una barbaridad que te hace preguntarte si estamos en el mismo país.
Y ni hablar de la desigualdad que seguimos arrastrando. ¡Pura torta! El 20% de los hogares más ricos se embolsa casi la mitad (47,9%) del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre apenas alcanza el 4,6%. Un costarricense de la clase alta puede estar ganando hasta quince veces más que uno que está luchando pa’ comer. ¡Imagínate la diferencia en calidad de vida!
Pero bueno, no todo es tan oscuro. Parece ser que el ingreso promedio nacional sí subió un poquito, unos ocho coma uno por ciento, y el ingreso per cápita también dio un brinquito. Eso ayudó a que la pobreza bajara, aunque sea un poquito, de 18% a 15,2% y la pobreza extrema de 4,8% a 3,8%. Pequeños avances, claro, pero aún queda muchísimo por hacer pa’ que todos tengamos la oportunidad de vivir dignamente.
Aquí entra otra vara importante: Costa Rica es el país más caro de Latinoamérica, según Numbeo. Así que, aunque ganes mucho, ¡prepárate pa’ agachar la cabeza! Vivienda, comida, transporte, servicios… todo te sale por las nubes. Te comes la guinda del pastel aunque estés en el quintil alto.
Así que ya sabes, compa. Si estás rondando esos dos millones quinientos mil colones mensuales, ¡felicidades! Estás empezando a ver la luz al final del túnel. Pero no te confíes, porque la brecha sigue siendo enorme y la lucha continúa. ¿Crees que estas medidas son suficientes para reducir la desigualdad en Costa Rica o necesitamos soluciones más drásticas? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡y que siga el debate!
Verás, siempre hemos escuchado hablar de la ‘clase alta’, de ‘quintiles’ y demás rollos económicos, pero nadie te explica bien a qué alturas tienes que estar llegando. Pues ahora, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) nos pinta el panorama con números duros, y la verdad, a muchos nos va a tocar tragarse sapo.
Según la ENAHO, pa’ meterle el dedo al quintil más rico – el que tiene los ingresos más altos – necesitas un promedio de dos millones ochocientos noventa y siete mil quinientos noventa colones mensuales por hogar. ¡Eso sí es birria! Pero ojo, ahí no se trata de sacar exactamente esa cantidad, sino de moverse entre dos millones quinientos mil y dos millones nuevecientos mil colones. Ahí ya te empiezas a acercar a ese mundo donde la vida es más fácil y los problemas, menos...problemáticos.
Ahora, si hablamos de persona individual, la cosa se pone todavía más clara: alguien del quintil alto está raudamente ganando alrededor de un millón trescientos veintaocho mil cuatrocientos noventa y cuatro colones al mes, mientras que el pinché hueco del quintil más pobre se lleva a casa apenas ochenta y ocho mil ciento cincuenta y uno. ¡Una diferencia abismal, mae! Una barbaridad que te hace preguntarte si estamos en el mismo país.
Y ni hablar de la desigualdad que seguimos arrastrando. ¡Pura torta! El 20% de los hogares más ricos se embolsa casi la mitad (47,9%) del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre apenas alcanza el 4,6%. Un costarricense de la clase alta puede estar ganando hasta quince veces más que uno que está luchando pa’ comer. ¡Imagínate la diferencia en calidad de vida!
Pero bueno, no todo es tan oscuro. Parece ser que el ingreso promedio nacional sí subió un poquito, unos ocho coma uno por ciento, y el ingreso per cápita también dio un brinquito. Eso ayudó a que la pobreza bajara, aunque sea un poquito, de 18% a 15,2% y la pobreza extrema de 4,8% a 3,8%. Pequeños avances, claro, pero aún queda muchísimo por hacer pa’ que todos tengamos la oportunidad de vivir dignamente.
Aquí entra otra vara importante: Costa Rica es el país más caro de Latinoamérica, según Numbeo. Así que, aunque ganes mucho, ¡prepárate pa’ agachar la cabeza! Vivienda, comida, transporte, servicios… todo te sale por las nubes. Te comes la guinda del pastel aunque estés en el quintil alto.
Así que ya sabes, compa. Si estás rondando esos dos millones quinientos mil colones mensuales, ¡felicidades! Estás empezando a ver la luz al final del túnel. Pero no te confíes, porque la brecha sigue siendo enorme y la lucha continúa. ¿Crees que estas medidas son suficientes para reducir la desigualdad en Costa Rica o necesitamos soluciones más drásticas? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡y que siga el debate!
