¡Ay, Dios mío! Se armó tremenda bronca en el Foro, ¿eh? Parece que el Gobierno se le fue un poco las manos con la campaña electoral. Los sindicatos, que no son precisamente almohaditas, soltaron toda la furia porque andaban difuminando información en las redes sociales usando cuentas de instituciones públicas. ¡Una verdadera torta!
La movida empezó cuando se dieron cuenta de que varios ministerios estaban bombardeando las redes con mensajes que, pa’ ponerlo suave, estaban bastante sesgados a favor del partido oficialista. Imagínate, funcionarios usándose como propagandistas en horario laboral. ¡Un chururrismo!
Albino Vargas, el jefe de la ANEP, salió con macana diciendo que al Presidente Chaves le “tiene fijación” con el TSE, la Contraloría y el Poder Judicial. Según él, esto no es más que un intento desesperado por silenciar a las instituciones que podrían meterle presión. ¡Pero qué sé yo!
“Lo que están haciendo es muy peligroso”, comentó Vargas, visiblemente molesto. “Parece que quieren imponer una ley mordaza para controlar lo que decimos. Eso no va con nosotros, estamos hablando de democracia, ¿entiendes?”. Además, advierte que esta jugada puede echar por tierra la imagen de Costa Rica como un país confiable para atraer inversiones extranjeras. ¡Imagínatelo, nos van a tomar por chinos!”
Gilbert Díaz, del SEC, no se quedó atrás. Él también expresó su rechazo a la estrategia del Gobierno, calificándola de irresponsable e inoportuna. “Estamos en medio de una campaña electoral, necesitamos promover la democracia, no sembrar divisiones. Que el Ministro de Educación deje de tanto chinchorreo y se preocupe por mejorar la calidad de la educación”, sentenció.
Y no solo los líderes sindicales se opusieron. En las redes sociales, la gente explotó. Usuarios de todas partes lanzaron duras críticas, cuestionando la ética de utilizar recursos públicos para fines partidistas. Algunos incluso compararon la situación con regímenes autoritarios, lo cual, ni les cuento, echó chispa al debate.
Para salir del lío, varios ministerios tuvieron que quitarle la cara al asunto y borrar las publicaciones polémicas. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. La polémica se extendió como pólvora y puso en tela de juicio la credibilidad del Gobierno. Ahora, el TSE ha recordado que estas restricciones existen desde hace años, tratando de calmar las aguas, pero la cosa sigue tensa, créeme.
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Hasta dónde llegará el Gobierno para promocionar su candidatura? ¿Crees que estas acciones afectarán seriamente la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas de Costa Rica, o simplemente es un tropiezo más en el camino electoral?
La movida empezó cuando se dieron cuenta de que varios ministerios estaban bombardeando las redes con mensajes que, pa’ ponerlo suave, estaban bastante sesgados a favor del partido oficialista. Imagínate, funcionarios usándose como propagandistas en horario laboral. ¡Un chururrismo!
Albino Vargas, el jefe de la ANEP, salió con macana diciendo que al Presidente Chaves le “tiene fijación” con el TSE, la Contraloría y el Poder Judicial. Según él, esto no es más que un intento desesperado por silenciar a las instituciones que podrían meterle presión. ¡Pero qué sé yo!
“Lo que están haciendo es muy peligroso”, comentó Vargas, visiblemente molesto. “Parece que quieren imponer una ley mordaza para controlar lo que decimos. Eso no va con nosotros, estamos hablando de democracia, ¿entiendes?”. Además, advierte que esta jugada puede echar por tierra la imagen de Costa Rica como un país confiable para atraer inversiones extranjeras. ¡Imagínatelo, nos van a tomar por chinos!”
Gilbert Díaz, del SEC, no se quedó atrás. Él también expresó su rechazo a la estrategia del Gobierno, calificándola de irresponsable e inoportuna. “Estamos en medio de una campaña electoral, necesitamos promover la democracia, no sembrar divisiones. Que el Ministro de Educación deje de tanto chinchorreo y se preocupe por mejorar la calidad de la educación”, sentenció.
Y no solo los líderes sindicales se opusieron. En las redes sociales, la gente explotó. Usuarios de todas partes lanzaron duras críticas, cuestionando la ética de utilizar recursos públicos para fines partidistas. Algunos incluso compararon la situación con regímenes autoritarios, lo cual, ni les cuento, echó chispa al debate.
Para salir del lío, varios ministerios tuvieron que quitarle la cara al asunto y borrar las publicaciones polémicas. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. La polémica se extendió como pólvora y puso en tela de juicio la credibilidad del Gobierno. Ahora, el TSE ha recordado que estas restricciones existen desde hace años, tratando de calmar las aguas, pero la cosa sigue tensa, créeme.
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Hasta dónde llegará el Gobierno para promocionar su candidatura? ¿Crees que estas acciones afectarán seriamente la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas de Costa Rica, o simplemente es un tropiezo más en el camino electoral?