¡Buenas tardes, compañeros! Parece que el Huracán Melissa nos quiso jugar una broma pesada y ahora el MEP tuvo que suspender clases en un montón de lugares del país. No es la primera vez que esto pasa con estos aguaceros, pero vaya que está pegando duro, especialmente en zonas rurales donde el brete es aún peor.
La cosa está así: el MEP, agarrándose porque el huracán hizo un efecto indirecto, colgó una lista larguísima de escuelas donde no habrá clases este viernes, 31 de octubre. Han tenido que tomar esta decisión porque las calles están como ríos, el suelo empantanado y algunos accesos, ni hablar, ni siquiera los jeeps pueden pasar. Imagínate llevar a los niños a la escuela en esas condiciones, ¡una torta!
Y no es bronca de echarle la culpa al clima, claro que no. Pero la verdad es que ya deberíamos estar pensando en cómo mejorar la infraestructura de estas comunidades. Carreteras colapsadas, puentes que necesitan mantenimiento… Esto se convierte en un problema crónico y afecta directamente la educación de nuestros muchachos. ¡Qué carga tener que cancelar clases así!
La lista es extensa, amigos. Tenemos suspensiones en casi todas las Direcciones Regionales afectadas: Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí. ¡Un cantazo! Desde Isla Damas hasta Sabalo, pasando por Naranjal, Río Oro y muchas otras localidades. Revisen bien si sus hijos van a alguna de esas escuelas para evitar malos entendidos. El listado completo está publicado en la página web del MEP, ahí no se les va a escapar nada.
Además, para los colegios que tienen programadas pruebas estandarizadas esta semana, ¡mala pata! Tendrán que aplazarlas para la semana del 10 al 14 de noviembre. Dicen que es para garantizar que todo salga bien y que los estudiantes puedan rendirlas tranquilos. Esperemos que no les cause demasiados inconvenientes. A ver si nadie se jaló una torta con los horarios y las reprogramaciones.
Desde el MEP aseguran que estuvieron coordinados con los comités locales de emergencia, direcciones regionales y alcaldías. Dice que estaban monitoreando la situación en tiempo real. Pero bueno, aquí en Costa Rica sabemos que “tiempo real” puede significar cualquier cosa, jajaja. Lo importante es que tomaron una decisión rápida para proteger la seguridad de todos: estudiantes, maestros y personal administrativo. ¡Que le den duro al brete!
Pero miren, más allá de la suspensión de clases, esto nos hace reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestras comunidades ante estos fenómenos naturales. Necesitamos invertir en planes de prevención, fortalecer la infraestructura escolar y buscar soluciones sostenibles para mitigar los efectos del cambio climático. De nada sirve suspender clases si no hacemos nada para evitar que esto vuelva a suceder. ¡Qué salado sería que esto fuera una constante!
Ahora, díganme, ustedes qué opinan de esta situación? ¿Creen que el MEP está haciendo lo suficiente para proteger a los estudiantes durante estos eventos climáticos extremos? ¿Qué medidas deberían tomarse a largo plazo para mejorar la resiliencia de nuestras escuelas y comunidades?
	
		
			
		
		
	
				
			La cosa está así: el MEP, agarrándose porque el huracán hizo un efecto indirecto, colgó una lista larguísima de escuelas donde no habrá clases este viernes, 31 de octubre. Han tenido que tomar esta decisión porque las calles están como ríos, el suelo empantanado y algunos accesos, ni hablar, ni siquiera los jeeps pueden pasar. Imagínate llevar a los niños a la escuela en esas condiciones, ¡una torta!
Y no es bronca de echarle la culpa al clima, claro que no. Pero la verdad es que ya deberíamos estar pensando en cómo mejorar la infraestructura de estas comunidades. Carreteras colapsadas, puentes que necesitan mantenimiento… Esto se convierte en un problema crónico y afecta directamente la educación de nuestros muchachos. ¡Qué carga tener que cancelar clases así!
La lista es extensa, amigos. Tenemos suspensiones en casi todas las Direcciones Regionales afectadas: Aguirre, Santa Cruz, Nicoya, Grande de Térraba, Coto, San Carlos, Cartago y Sarapiquí. ¡Un cantazo! Desde Isla Damas hasta Sabalo, pasando por Naranjal, Río Oro y muchas otras localidades. Revisen bien si sus hijos van a alguna de esas escuelas para evitar malos entendidos. El listado completo está publicado en la página web del MEP, ahí no se les va a escapar nada.
Además, para los colegios que tienen programadas pruebas estandarizadas esta semana, ¡mala pata! Tendrán que aplazarlas para la semana del 10 al 14 de noviembre. Dicen que es para garantizar que todo salga bien y que los estudiantes puedan rendirlas tranquilos. Esperemos que no les cause demasiados inconvenientes. A ver si nadie se jaló una torta con los horarios y las reprogramaciones.
Desde el MEP aseguran que estuvieron coordinados con los comités locales de emergencia, direcciones regionales y alcaldías. Dice que estaban monitoreando la situación en tiempo real. Pero bueno, aquí en Costa Rica sabemos que “tiempo real” puede significar cualquier cosa, jajaja. Lo importante es que tomaron una decisión rápida para proteger la seguridad de todos: estudiantes, maestros y personal administrativo. ¡Que le den duro al brete!
Pero miren, más allá de la suspensión de clases, esto nos hace reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestras comunidades ante estos fenómenos naturales. Necesitamos invertir en planes de prevención, fortalecer la infraestructura escolar y buscar soluciones sostenibles para mitigar los efectos del cambio climático. De nada sirve suspender clases si no hacemos nada para evitar que esto vuelva a suceder. ¡Qué salado sería que esto fuera una constante!
Ahora, díganme, ustedes qué opinan de esta situación? ¿Creen que el MEP está haciendo lo suficiente para proteger a los estudiantes durante estos eventos climáticos extremos? ¿Qué medidas deberían tomarse a largo plazo para mejorar la resiliencia de nuestras escuelas y comunidades?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		