Mano a mano, ¡la temporada de huracanes 2025 ya llegó con toda! Y no es cualquier cosa, porque parece que vamos a tener una temporada bastante movida, con dos perturbaciones atmosféricas rondando en el Atlántico. Esto, como bien sabemos, significa que hay que estar con los ojos abiertos y mantenernos informados, porque nunca se sabe cuándo nos van a tocar las campanas.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, estamos hablando de dos sistemas con posibilidades de formar ciclones. Uno de ellos, anda merodeando frente a las costas africanas, con un 20% de probabilidad de convertirse en ciclón en los próximos días y apuntando directamente hacia las Antillas Menores. Ahora, esto no quiere decir que vayamos a recibir una visita desagradable, pero sí indica que debemos estar atentos a la evolución de la situación. Vientos de 32 kilómetros por hora... eso ya da para empezar a preocuparse, ¿verdad?
Por otro lado, tenemos otro sistema frente a Florida, aunque con una probabilidad menor, alrededor del 10%, de desarrollarse como ciclón. Y ni hablar de Imelda, un fenómeno que ya se mueve con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora. ¡Eso sí que es cargar! Con tanta vaina dando vueltas, los meteorólogos tienen el brete puesto tratando de predecir qué va a pasar.
Pero ahí no termina la cosa, porque las proyecciones para toda la temporada de huracanes del Atlántico en 2025 no son precisamente tranquilizadoras. Dicen que hay una probabilidad del 50% de que sea una temporada por encima de lo normal. ¡Media naranja! Eso implica que podríamos ver entre 13 y 18 tormentas con nombre, y entre 5 y 9 de ellas podrían llegar a ser huracanes, con algunos incluso alcanzando la categoría 3 o superior – esos son los que realmente dan susto, diay.
Si te preguntas si esto es tan grave como suena, fíjate que hasta setiembre pasado ya habíamos registrado cuatro tormentas con nombre en la temporada del Atlántico, incluyendo la tormenta tropical Andrea. Y ni hablar del Pacífico, donde hemos visto una actividad considerable, con varios huracanes y tormentas como Alvin, Bárbara, Erick, Flossie e Iona desde mayo hasta septiembre. ¡Una barbaridad! Imagínate cómo puede quedar si la temporada sigue así. Ya le estoy agarrando sapo.
Ahora, para ponerle un poco de perspectiva, el Índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE), que mide la intensidad y duración de los ciclones, podría estar entre el 90% y el 160% de la mediana histórica. Eso, para los que no somos expertos, significa que la actividad ciclónica podría ser significativamente mayor a lo que estamos acostumbrados. En resumen, que hay que prepararse para lo peor y esperar lo mejor, como siempre.
Claro, aquí en Costa Rica, gracias a Dios, no estamos en la ruta directa de la mayoría de estos fenómenos, pero los efectos pueden sentirse igual. Podríamos experimentar lluvias fuertes, inundaciones, y oleajes peligrosos. Por eso, es fundamental estar informados, seguir las recomendaciones de las autoridades y tener un plan familiar en caso de emergencia. No hay que irse al traste por no tomar precauciones, ¿eh?
Y ahora, para dejarte pensando y sacarle conversación a tus amigos en el foro: considerando todas estas proyecciones y la experiencia de años anteriores, ¿cuál crees que será la medida más efectiva que podemos tomar como comunidad para prepararnos ante una posible amenaza de huracán? ¡Anímate a compartir tus ideas!
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, estamos hablando de dos sistemas con posibilidades de formar ciclones. Uno de ellos, anda merodeando frente a las costas africanas, con un 20% de probabilidad de convertirse en ciclón en los próximos días y apuntando directamente hacia las Antillas Menores. Ahora, esto no quiere decir que vayamos a recibir una visita desagradable, pero sí indica que debemos estar atentos a la evolución de la situación. Vientos de 32 kilómetros por hora... eso ya da para empezar a preocuparse, ¿verdad?
Por otro lado, tenemos otro sistema frente a Florida, aunque con una probabilidad menor, alrededor del 10%, de desarrollarse como ciclón. Y ni hablar de Imelda, un fenómeno que ya se mueve con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora. ¡Eso sí que es cargar! Con tanta vaina dando vueltas, los meteorólogos tienen el brete puesto tratando de predecir qué va a pasar.
Pero ahí no termina la cosa, porque las proyecciones para toda la temporada de huracanes del Atlántico en 2025 no son precisamente tranquilizadoras. Dicen que hay una probabilidad del 50% de que sea una temporada por encima de lo normal. ¡Media naranja! Eso implica que podríamos ver entre 13 y 18 tormentas con nombre, y entre 5 y 9 de ellas podrían llegar a ser huracanes, con algunos incluso alcanzando la categoría 3 o superior – esos son los que realmente dan susto, diay.
Si te preguntas si esto es tan grave como suena, fíjate que hasta setiembre pasado ya habíamos registrado cuatro tormentas con nombre en la temporada del Atlántico, incluyendo la tormenta tropical Andrea. Y ni hablar del Pacífico, donde hemos visto una actividad considerable, con varios huracanes y tormentas como Alvin, Bárbara, Erick, Flossie e Iona desde mayo hasta septiembre. ¡Una barbaridad! Imagínate cómo puede quedar si la temporada sigue así. Ya le estoy agarrando sapo.
Ahora, para ponerle un poco de perspectiva, el Índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE), que mide la intensidad y duración de los ciclones, podría estar entre el 90% y el 160% de la mediana histórica. Eso, para los que no somos expertos, significa que la actividad ciclónica podría ser significativamente mayor a lo que estamos acostumbrados. En resumen, que hay que prepararse para lo peor y esperar lo mejor, como siempre.
Claro, aquí en Costa Rica, gracias a Dios, no estamos en la ruta directa de la mayoría de estos fenómenos, pero los efectos pueden sentirse igual. Podríamos experimentar lluvias fuertes, inundaciones, y oleajes peligrosos. Por eso, es fundamental estar informados, seguir las recomendaciones de las autoridades y tener un plan familiar en caso de emergencia. No hay que irse al traste por no tomar precauciones, ¿eh?
Y ahora, para dejarte pensando y sacarle conversación a tus amigos en el foro: considerando todas estas proyecciones y la experiencia de años anteriores, ¿cuál crees que será la medida más efectiva que podemos tomar como comunidad para prepararnos ante una posible amenaza de huracán? ¡Anímate a compartir tus ideas!
