¡Quiubo, foro! Aquí su servidora, lista para soltarles la bomba de cómo dejar de vivir con el corazón en la boca por culpa del dinero. Porque, díganme, ¿quién necesita pasar el estrés de no saber si va a llegar pa' el aguacate del fin de semana?
La verdad, mucha gente anda manejándose a ciegas con sus billetes. Entran quetzales, salen quetzales, y al final del mes solo queda preguntar: ¿a dónde se fueron todos mis billetes?. Según los expertos, la clave está en armarse un buen presupuesto, algo que muchos evitan como a la tigrillo mojada.
Ana María Valverde, de Popular Pensiones, nos explica que tener un presupuesto escrito, ya sea en Excel o en la celular, es fundamental. "Si lo haces de memoria, pierdes el control. Es como intentar aparcar un autobús con los ojos vendados, ¡qué despiche!". Y Sandra Garro, del Banco Promerica, añade: "Le estamos diciendo a nuestro dinero hacia dónde quiere ir, en lugar de preguntarnos qué pasó con él. Un poco de organización hace maravillas, mi pana".
El primer paso es registrar todos tus gastos del mes. Sí, hasta ese cafécito que te tomas en la esquina. Luego identificas dónde estás gastando más y puedes empezar a recortar donde sea posible. Si tienes déficit, que significa que gastas más de lo que ganas, toca apretarse el cinturón. Algunos van cortando suscripciones innecesarias, otros hacen menos salidas, y hay quienes hasta se atreven a cocinar en casa en lugar de pedir comida para llevar, ¡qué nivel!
Ahora, hablemos del ahorro. Escucha bien esto, porque es importantísimo: un 20% de tus ingresos debería ir directo a la alcancía, aunque empiezas con un 10%, poco a poco vas construyendo el hábito. Ese dinerito sirve para cosas grandotes: comprarte el carro nuevo, viajar a Europa, o tener tranquilidad cuando llegues a la edad de jubilación, que no cuentes con los mocos.
Valverde recalca la importancia de tener un fondo de emergencia. "No sabemos lo que nos depara el futuro, ¡díay!, cualquier cosa puede pasar. Ese fondo debe cubrirte al menos seis meses de gastos fijos, para estar tranquilo si te quedas sin brete o necesitas arreglar la casa. Pero ojo, que no lo uses para comprarte polos nuevos, ¡eso es un pecado financiero!". Muchas personas tienen ese dinero en sus cuentas corrientes y se lo gastan en antojos, dejándolo así flojo.
Recuerda, mae, que un presupuesto no es una camisa de fuerza, sino una herramienta para alcanzar tus metas financieras. Te ayuda a priorizar tus gastos, evitar deudas innecesarias y ahorrar para el futuro. No es fácil al principio, pero con disciplina y constancia, ¡verás cómo cambia tu relación con el dinero! Es como aprender a bailar salsa: al principio te sientes torpe, pero luego te prende el ritmo y ni te das cuenta que estás moviéndote a toda máquina.
Entonces, cuéntenme, ¿ya le han echado ojo a sus finanzas personales? ¿Qué estrategias usan ustedes para ahorrar y mantenerse a flote en estos tiempos difíciles? ¿Creen que es realista ahorrar un 20% de los ingresos en Costa Rica?
La verdad, mucha gente anda manejándose a ciegas con sus billetes. Entran quetzales, salen quetzales, y al final del mes solo queda preguntar: ¿a dónde se fueron todos mis billetes?. Según los expertos, la clave está en armarse un buen presupuesto, algo que muchos evitan como a la tigrillo mojada.
Ana María Valverde, de Popular Pensiones, nos explica que tener un presupuesto escrito, ya sea en Excel o en la celular, es fundamental. "Si lo haces de memoria, pierdes el control. Es como intentar aparcar un autobús con los ojos vendados, ¡qué despiche!". Y Sandra Garro, del Banco Promerica, añade: "Le estamos diciendo a nuestro dinero hacia dónde quiere ir, en lugar de preguntarnos qué pasó con él. Un poco de organización hace maravillas, mi pana".
El primer paso es registrar todos tus gastos del mes. Sí, hasta ese cafécito que te tomas en la esquina. Luego identificas dónde estás gastando más y puedes empezar a recortar donde sea posible. Si tienes déficit, que significa que gastas más de lo que ganas, toca apretarse el cinturón. Algunos van cortando suscripciones innecesarias, otros hacen menos salidas, y hay quienes hasta se atreven a cocinar en casa en lugar de pedir comida para llevar, ¡qué nivel!
Ahora, hablemos del ahorro. Escucha bien esto, porque es importantísimo: un 20% de tus ingresos debería ir directo a la alcancía, aunque empiezas con un 10%, poco a poco vas construyendo el hábito. Ese dinerito sirve para cosas grandotes: comprarte el carro nuevo, viajar a Europa, o tener tranquilidad cuando llegues a la edad de jubilación, que no cuentes con los mocos.
Valverde recalca la importancia de tener un fondo de emergencia. "No sabemos lo que nos depara el futuro, ¡díay!, cualquier cosa puede pasar. Ese fondo debe cubrirte al menos seis meses de gastos fijos, para estar tranquilo si te quedas sin brete o necesitas arreglar la casa. Pero ojo, que no lo uses para comprarte polos nuevos, ¡eso es un pecado financiero!". Muchas personas tienen ese dinero en sus cuentas corrientes y se lo gastan en antojos, dejándolo así flojo.
Recuerda, mae, que un presupuesto no es una camisa de fuerza, sino una herramienta para alcanzar tus metas financieras. Te ayuda a priorizar tus gastos, evitar deudas innecesarias y ahorrar para el futuro. No es fácil al principio, pero con disciplina y constancia, ¡verás cómo cambia tu relación con el dinero! Es como aprender a bailar salsa: al principio te sientes torpe, pero luego te prende el ritmo y ni te das cuenta que estás moviéndote a toda máquina.
Entonces, cuéntenme, ¿ya le han echado ojo a sus finanzas personales? ¿Qué estrategias usan ustedes para ahorrar y mantenerse a flote en estos tiempos difíciles? ¿Creen que es realista ahorrar un 20% de los ingresos en Costa Rica?
