¡Dengue! Ya estamos en octubre y los fenómenos climáticos no precisamente andan con rodeos. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) nos echó una pulada fría este lunes: la Onda Tropical N.° 40, que anda rondando por el Caribe, podría traerle chuvascas de medio pelo a nuestro país. No es que vaya a haber huracán directo, tranquilos, pero sí una influencia indirecta que promete poner a mojar a varios.
La onda, pa' empezar, está ubicadita en el extremo occidental del mar Caribe, casi pegá a Puerto Rico y Venezuela. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), y ojo que esto es importante, hay un 80% de chance de que se convierta en ciclón tropical en los próximos siete días. ¡Un ochocientos! Eso significa que debemos estar pendientes, aunque todavía no hay que alarmarse demasiado, diay.
Lo bueno es que todavía faltan unos días, y la cosa puede cambiar. Mientras tanto, la onda se pasea rumbo al oeste, y según las proyecciones, podría transformarse en una depresión tropical entre el 23 y el 26 de octubre. Imagínate, justo en plena temporada de cosecha... qué despache. Por ahora, la vigilancia incluye desde el norte de Sudamérica hasta las Antillas Mayores, así que no somos los únicos preocupados.
El IMN, con toda la razón del mundo, resalta que hay bastante incertidumbre sobre a dónde va a parar exactamente esta onda. Pero, aunque no venga directo encima, podríamos sentir sus efectos, especialmente en la vertiente del Pacífico y las zonas cercanas. Se espera un buen aumento de las lluvias, sobre todo en la segunda mitad de la semana, así que desempolvemos esos impermeables y preparemos los corazones.
Y hablando del NHC, ese organismo también nos da datos interesantes. Dicen que la onda está generando un área concentrada de lluvias y tormentas eléctricas, principalmente al este del eje de la onda. Se mueve lentito, a unos 15 o 20 millas por hora hacia el centro del mar Caribe, pero eso sí, esperan que las condiciones ambientales se pongan bien propicias para que se desarrolle aún más. ¡Alto riesgo de que se convierta en algo serio!
Ahora bien, recordemos que hace apenas unas semanas, el Observador ya había lanzado una alarma sobre esta misma onda, cuando solo tenía un 20% de probabilidades de convertirse en algo grande. En aquel momento, el IMN, con Paulo Solano a la cabeza, estaba esperando a ver cómo se desarrollaba la cosa, explicando que los modelos numéricos a veces se equivocan a largo plazo. Bueno, parece que la espera terminó, y ahora la situación es mucho más seria. Ese modelo se puso a prueba, chunche.
El punto es que debemos tomarlo en serio. Aunque no tengamos huracán directo, esas chuvascas pueden causar problemas, deslizamientos, inundaciones... ¡qué torta sería si nos pillaran desprevenidos! Así que sigamos de cerca las actualizaciones del IMN y del NHC, y estemos preparados para cualquier eventualidad. Mantengamos la calma, pero con los pies en la tierra. ¿Quién necesita unas vacaciones tranquilas cuando tenemos olas tropicales amenazándonos?
Con todo esto, me queda una pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿creen que estamos exagerando con los preparativos ante esta onda tropical, o es mejor prevenir que lamentar? Compartan sus opiniones y consejos en los comentarios – ¡y recuerden llevar siempre paraguas, pura vida!
La onda, pa' empezar, está ubicadita en el extremo occidental del mar Caribe, casi pegá a Puerto Rico y Venezuela. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), y ojo que esto es importante, hay un 80% de chance de que se convierta en ciclón tropical en los próximos siete días. ¡Un ochocientos! Eso significa que debemos estar pendientes, aunque todavía no hay que alarmarse demasiado, diay.
Lo bueno es que todavía faltan unos días, y la cosa puede cambiar. Mientras tanto, la onda se pasea rumbo al oeste, y según las proyecciones, podría transformarse en una depresión tropical entre el 23 y el 26 de octubre. Imagínate, justo en plena temporada de cosecha... qué despache. Por ahora, la vigilancia incluye desde el norte de Sudamérica hasta las Antillas Mayores, así que no somos los únicos preocupados.
El IMN, con toda la razón del mundo, resalta que hay bastante incertidumbre sobre a dónde va a parar exactamente esta onda. Pero, aunque no venga directo encima, podríamos sentir sus efectos, especialmente en la vertiente del Pacífico y las zonas cercanas. Se espera un buen aumento de las lluvias, sobre todo en la segunda mitad de la semana, así que desempolvemos esos impermeables y preparemos los corazones.
Y hablando del NHC, ese organismo también nos da datos interesantes. Dicen que la onda está generando un área concentrada de lluvias y tormentas eléctricas, principalmente al este del eje de la onda. Se mueve lentito, a unos 15 o 20 millas por hora hacia el centro del mar Caribe, pero eso sí, esperan que las condiciones ambientales se pongan bien propicias para que se desarrolle aún más. ¡Alto riesgo de que se convierta en algo serio!
Ahora bien, recordemos que hace apenas unas semanas, el Observador ya había lanzado una alarma sobre esta misma onda, cuando solo tenía un 20% de probabilidades de convertirse en algo grande. En aquel momento, el IMN, con Paulo Solano a la cabeza, estaba esperando a ver cómo se desarrollaba la cosa, explicando que los modelos numéricos a veces se equivocan a largo plazo. Bueno, parece que la espera terminó, y ahora la situación es mucho más seria. Ese modelo se puso a prueba, chunche.
El punto es que debemos tomarlo en serio. Aunque no tengamos huracán directo, esas chuvascas pueden causar problemas, deslizamientos, inundaciones... ¡qué torta sería si nos pillaran desprevenidos! Así que sigamos de cerca las actualizaciones del IMN y del NHC, y estemos preparados para cualquier eventualidad. Mantengamos la calma, pero con los pies en la tierra. ¿Quién necesita unas vacaciones tranquilas cuando tenemos olas tropicales amenazándonos?
Con todo esto, me queda una pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿creen que estamos exagerando con los preparativos ante esta onda tropical, o es mejor prevenir que lamentar? Compartan sus opiniones y consejos en los comentarios – ¡y recuerden llevar siempre paraguas, pura vida!
