¡Ay, pata negra! Los manudos lo hicieron, metieron un 3 a 0 a Liberia en el Morera y así avanzaron a la gran final del Torneo Apertura. Ya saben, llegó la hora de demostrar que el bicampeonato no fue flor de un día y que los goles sí que siguen fluyendo como el río Tirimbina.
Desde antes del pitazo inicial, todos sabían que sería un partido de infarto. Liberia necesitaba remontar un resultado adverso, pero el Alajuelense llegaba con la confianza a tope después de la ida en casa, donde golearon 1 a 0. El ambiente era tenso, la presión palpable... se sentía que algo grande estaba por pasar, aunque algunos críticos decían que el brete estaba emparejado porque Liberia siempre sale con uñas y dientes defendiendo su territorio.
Y vaya si lo demostraron. Desde el inicio, el cuadro rojiamarillo dominó las acciones, mostrando un fútbol vistoso y efectivo. Con un mediocampo sólido y delanteros afinados, poco a poco fueron acorralando a los verdiblancos. La defensa liberiana parecía hecha de papel celofán ante la velocidad y habilidad de los atacantes alajuelenses. Ya se veía que la cosa estaba echada a favor de los capitalinos desde temprano.
El primer gol llegó tempranero, cortesía de un cabezazo letal de Johan Venegas tras un centro preciso desde la banda derecha. El Morera quedó helado, mientras que la afición manuda explotaba en júbilo. Luego, Freddy Brown amplió la ventaja con un golazo de tiro libre que dejó sin opciones al arquero libereño. Y para sellar la victoria, Carlos Martínez estampó el definitivo 3 a 0, dejando prácticamente sentenciada la serie. ¡Un verdadero espectáculo!
Después del partido, el entrenador Óscar Ramírez salió a hablar con la prensa, visiblemente relajado. Lejos de jactancias, prefirió resaltar el esfuerzo y la unión del equipo. Dijo que había previsto el desarrollo del encuentro gracias a la disciplina y entrega mostrada en los entrenamientos. Efectivamente, se nota que el profe ha inculcado valores y una mentalidad ganadora en sus muchachos, ¡y eso se traduce en resultados!
En cuanto a la posibilidad de verlo en otra final, Ramírez agradeció a Dios por la oportunidad y pidió paciencia a la afición. Reconoció que aún quedan partidos importantes por delante y que no hay que confiarse. Habló también sobre la rotación de porteros, dejando claro que la decisión final dependerá de varios factores, incluyendo el sentir del arquero Washi Ortega y las recomendaciones del entrenador de porteros, Diego Cejas. Eso sí, recalcó que lo más importante es mantener la unidad y la concentración del grupo, sin importar quién esté bajo los tres postes.
Una de las cosas que más destacó Ramírez fue la actitud del público. Reconoció que la afición se ha identificado con el trabajo del equipo y ha brindado un apoyo incondicional. Les pidió que mantengan la calma y la fe, incluso en los momentos difíciles. Afirmó que la etapa más complicada está apenas comenzando, pero que confía plenamente en la capacidad del grupo para superar cualquier obstáculo. Vaya que tienen razón, porque enfrentar una final contra Saprissa o Herediano nunca es fácil, ¡más encima con la presión de buscar el tricampeonato!
Ahora, con el pase asegurado a octavos de final, la verdadera prueba comienza. ¿Será capaz el Alajuelense de mantener el ritmo y llegar hasta el campeonato? ¿Lograrán superar la ansiedad y la presión de jugar finales? ¿Creen que la afición podrá mantener la paciencia necesaria durante todo el torneo, o pedirán cabeza a mitad de camino? ¡Déjennos sus opiniones en el foro, queremos saber qué piensan ustedes sobre el futuro del equipo!
Desde antes del pitazo inicial, todos sabían que sería un partido de infarto. Liberia necesitaba remontar un resultado adverso, pero el Alajuelense llegaba con la confianza a tope después de la ida en casa, donde golearon 1 a 0. El ambiente era tenso, la presión palpable... se sentía que algo grande estaba por pasar, aunque algunos críticos decían que el brete estaba emparejado porque Liberia siempre sale con uñas y dientes defendiendo su territorio.
Y vaya si lo demostraron. Desde el inicio, el cuadro rojiamarillo dominó las acciones, mostrando un fútbol vistoso y efectivo. Con un mediocampo sólido y delanteros afinados, poco a poco fueron acorralando a los verdiblancos. La defensa liberiana parecía hecha de papel celofán ante la velocidad y habilidad de los atacantes alajuelenses. Ya se veía que la cosa estaba echada a favor de los capitalinos desde temprano.
El primer gol llegó tempranero, cortesía de un cabezazo letal de Johan Venegas tras un centro preciso desde la banda derecha. El Morera quedó helado, mientras que la afición manuda explotaba en júbilo. Luego, Freddy Brown amplió la ventaja con un golazo de tiro libre que dejó sin opciones al arquero libereño. Y para sellar la victoria, Carlos Martínez estampó el definitivo 3 a 0, dejando prácticamente sentenciada la serie. ¡Un verdadero espectáculo!
Después del partido, el entrenador Óscar Ramírez salió a hablar con la prensa, visiblemente relajado. Lejos de jactancias, prefirió resaltar el esfuerzo y la unión del equipo. Dijo que había previsto el desarrollo del encuentro gracias a la disciplina y entrega mostrada en los entrenamientos. Efectivamente, se nota que el profe ha inculcado valores y una mentalidad ganadora en sus muchachos, ¡y eso se traduce en resultados!
En cuanto a la posibilidad de verlo en otra final, Ramírez agradeció a Dios por la oportunidad y pidió paciencia a la afición. Reconoció que aún quedan partidos importantes por delante y que no hay que confiarse. Habló también sobre la rotación de porteros, dejando claro que la decisión final dependerá de varios factores, incluyendo el sentir del arquero Washi Ortega y las recomendaciones del entrenador de porteros, Diego Cejas. Eso sí, recalcó que lo más importante es mantener la unidad y la concentración del grupo, sin importar quién esté bajo los tres postes.
Una de las cosas que más destacó Ramírez fue la actitud del público. Reconoció que la afición se ha identificado con el trabajo del equipo y ha brindado un apoyo incondicional. Les pidió que mantengan la calma y la fe, incluso en los momentos difíciles. Afirmó que la etapa más complicada está apenas comenzando, pero que confía plenamente en la capacidad del grupo para superar cualquier obstáculo. Vaya que tienen razón, porque enfrentar una final contra Saprissa o Herediano nunca es fácil, ¡más encima con la presión de buscar el tricampeonato!
Ahora, con el pase asegurado a octavos de final, la verdadera prueba comienza. ¿Será capaz el Alajuelense de mantener el ritmo y llegar hasta el campeonato? ¿Lograrán superar la ansiedad y la presión de jugar finales? ¿Creen que la afición podrá mantener la paciencia necesaria durante todo el torneo, o pedirán cabeza a mitad de camino? ¡Déjennos sus opiniones en el foro, queremos saber qué piensan ustedes sobre el futuro del equipo!