¡Ay, Dios mío, qué bueno! Después de tanto batallar y escuchar quejas hasta en la sopa, parece que el Seguro Social finalmente le dio una manito a los hospitales. Aprobación de 1,358 plazas fijas, dicen, pa’ echarle salsa a la atención médica. Ya era hora, porque la cosa andaba dura, créanme.
La Junta Directiva de la CCSS, con toda la formalidad del caso, sacó adelante esta modificación presupuestaria. Básicamente, quieren arreglar la pila de trabajo que tienen los doctores y enfermeros, bajar esos tiempos de espera que dan pena ajena y asegurar que uno reciba atención aunque tenga que ir al cantón más lejano. Según dicen, no es cosa de ahora, lleva rato que la cosa está así, pero ahora sí se puso la lupa.
De esas 1,358 plazas, la mayoría – unas 1,344– van directas a los hospitales y áreas de salud de todo el país. Lo que más me llamó la atención es que priorizan los servicios que más sufren: emergencias, hospitalizaciones, consultas externas… todo eso que a veces te dejan esperando horas y horas. Uno llega pensando que va a recibir atención rápida y sale frustrado, ¡qué torta!
Mónica Taylor, la presidenta ejecutiva de la CCSS, aclaró que esto no es un capricho, sino el resultado de un estudio serio. Dijo que han ido mapeando las necesidades reales en los centros médicos y que esta aprobación es una respuesta a las quejas que han recibido por todos lados. Reconoció que el personal ha estado trabajando con mucho compromiso, hasta con condiciones poco favorables, así que esto es un respiro bienvenido.
Y ni hablar del gerente médico, el doctor Alexander Sánchez Cabo. El mae dice que esto es un hecho histórico, casi como si estuvieran rescatando al Seguro Social de las garras de la crisis. Él mismo comentó que todavía les faltan unas 5,000 plazas para cubrir todas las necesidades, pero que esto es un buen comienzo para ir cerrando esa brecha. ¡Qué carga haber arrastrado ese déficit por tantos años!
Lo interesante es cómo van a distribuir estas plazas. Más del 60% van destinadas a enfermería y profesiones asociadas, lo cual significa que va a haber más manos ayudando en las unidades críticas, como hospitalización y emergencias. Esto podría significar menos cierres de servicios, menos suspensiones de cirugías y menos estrés para los trabajadores de la salud, ojalá sea así, porque ya bastante agüite tienen.
Gustavo Picado Chacón, el gerente financiero, nos contó que 354 de esas plazas son totalmente nuevas, mientras que las otras 990 vienen de reconvertir puestos que antes se pagaban con tiempo extra. Eso quiere decir que no van a tener que desembolsar plata adicional, lo cual es una buena jugada financiera. Además, estas plazas entrarán en vigor a partir del 17 de diciembre de 2025, así que todavía hay que esperar un poquito, pero la expectativa es alta.
Ahora, la gran pregunta es: ¿serán suficientes estas 1,358 plazas para solucionar realmente el problema de saturación en los hospitales? ¿Creerán que esto dará resultados a largo plazo o será otra promesa que se olvidará con el tiempo? Díganme, ¿ustedes creen que esto cambiará la forma en que reciben atención médica en el Seguro Social?
La Junta Directiva de la CCSS, con toda la formalidad del caso, sacó adelante esta modificación presupuestaria. Básicamente, quieren arreglar la pila de trabajo que tienen los doctores y enfermeros, bajar esos tiempos de espera que dan pena ajena y asegurar que uno reciba atención aunque tenga que ir al cantón más lejano. Según dicen, no es cosa de ahora, lleva rato que la cosa está así, pero ahora sí se puso la lupa.
De esas 1,358 plazas, la mayoría – unas 1,344– van directas a los hospitales y áreas de salud de todo el país. Lo que más me llamó la atención es que priorizan los servicios que más sufren: emergencias, hospitalizaciones, consultas externas… todo eso que a veces te dejan esperando horas y horas. Uno llega pensando que va a recibir atención rápida y sale frustrado, ¡qué torta!
Mónica Taylor, la presidenta ejecutiva de la CCSS, aclaró que esto no es un capricho, sino el resultado de un estudio serio. Dijo que han ido mapeando las necesidades reales en los centros médicos y que esta aprobación es una respuesta a las quejas que han recibido por todos lados. Reconoció que el personal ha estado trabajando con mucho compromiso, hasta con condiciones poco favorables, así que esto es un respiro bienvenido.
Y ni hablar del gerente médico, el doctor Alexander Sánchez Cabo. El mae dice que esto es un hecho histórico, casi como si estuvieran rescatando al Seguro Social de las garras de la crisis. Él mismo comentó que todavía les faltan unas 5,000 plazas para cubrir todas las necesidades, pero que esto es un buen comienzo para ir cerrando esa brecha. ¡Qué carga haber arrastrado ese déficit por tantos años!
Lo interesante es cómo van a distribuir estas plazas. Más del 60% van destinadas a enfermería y profesiones asociadas, lo cual significa que va a haber más manos ayudando en las unidades críticas, como hospitalización y emergencias. Esto podría significar menos cierres de servicios, menos suspensiones de cirugías y menos estrés para los trabajadores de la salud, ojalá sea así, porque ya bastante agüite tienen.
Gustavo Picado Chacón, el gerente financiero, nos contó que 354 de esas plazas son totalmente nuevas, mientras que las otras 990 vienen de reconvertir puestos que antes se pagaban con tiempo extra. Eso quiere decir que no van a tener que desembolsar plata adicional, lo cual es una buena jugada financiera. Además, estas plazas entrarán en vigor a partir del 17 de diciembre de 2025, así que todavía hay que esperar un poquito, pero la expectativa es alta.
Ahora, la gran pregunta es: ¿serán suficientes estas 1,358 plazas para solucionar realmente el problema de saturación en los hospitales? ¿Creerán que esto dará resultados a largo plazo o será otra promesa que se olvidará con el tiempo? Díganme, ¿ustedes creen que esto cambiará la forma en que reciben atención médica en el Seguro Social?
