¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, ¿verdad, maes? Nuestro canciller Arnoldo André, directo desde la Asamblea General de la ONU, no se anduvo con rodeos y le soltó la lengua a Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Lo que salió de su boca dejó a más de uno boquiabierto, hasta yo me quedé pensando qué se había tomado el hombre.
Como bien saben, la ONU es un brete, un lugar donde los países se reúnen a hablar de… bueno, de muchas cosas. Pero usualmente, todo es bastante diplomático, como si estuvieran tratando de evitar pisarse. Pues resulta que André decidió cambiar eso, sacando a relucir las verdades que muchos preferíamos mantener en silencio. Le recordó a Maduro que esas “elecciones” suyas fueron una broma pesada y que echarse a ocho millones de venezolanos encima no es precisamente un acto de democracia, diay.
Y no se quedó ahí, maes. Siguiendo con la lista, le metió duro a Ortega, recordando cómo ha convertido a Nicaragua en un páramo de represión. Hablando claro, Nicaragua se ha ido al traste con esa dictadura que parece no tener fin. Miles de compatriotas huyéndonos del país, buscando refugio en cualquier lado porque allá ya no tienen futuro ni esperanza. Una verdadera pena, ¡qué vara!
André no se limitó a criticar a nuestros vecinos. También encendió alarmas sobre la crisis en Haití, señalando que la comunidad internacional no ha hecho lo suficiente para ayudar a ese país hermano. ¡Qué sal!, sinceramente, ver cómo se hunde Haiti es doloroso para cualquiera que tenga un poquito de corazón. Deberían ponerle remedio antes de que sea demasiado tarde.
Pero no todo fue crítica, maes. André también aprovechó para hablar del flagelo del crimen organizado en Latinoamérica. Dijo que estas bandas criminales son como setas, crecen en terrenos donde hay corrupción y falta de oportunidades. Y agregó, con razón, que esto no solo nos afecta a nosotros, sino a todo el mundo. Que las redes criminales no conocen fronteras y buscan expandirse a todos lados, generando inseguridad y violencia.
En cuanto a temas económicos, André pidió a gritos que se rescate el multilateralismo financiero. Dice que los sistemas de financiamiento internacional están quedando obsoletos y que necesitamos urgentemente crear una arquitectura más justa y equitativa. ¡Qué carga!, pero tiene razón, el sistema actual beneficia a unos pocos a costa de muchos. Hay que buscar alternativas, encontrar formas de apoyar a los países que realmente lo necesitan.
Además, André manifestó el respaldo de Costa Rica a iniciativas de la ONU sobre la protección del océano y la regulación de la inteligencia artificial. Temas que, aunque suenen a ciencia ficción, van a marcar la pauta en el futuro cercano. Hay que estar preparados para afrontar los retos que estos nuevos escenarios nos presentan. Y hablando de futuro, Rodrigo Chaves terminó su gobierno sin asistir a la asamblea general... ¡Qué despiche!
Bueno, pues ya vieron, maes, nuestro canciller André representó a Costa Rica con gallardía en la ONU. Dio el palo certero a quienes merecían recibirlo y defendió nuestras ideas con firmeza. Ahora, cuéntenme: ¿Creen que la postura de André tendrá algún impacto real en la política regional? ¿Debería haber sido aún más contundente en sus críticas a Venezuela y Nicaragua, o consideraron que mantuvo el equilibrio adecuado? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Como bien saben, la ONU es un brete, un lugar donde los países se reúnen a hablar de… bueno, de muchas cosas. Pero usualmente, todo es bastante diplomático, como si estuvieran tratando de evitar pisarse. Pues resulta que André decidió cambiar eso, sacando a relucir las verdades que muchos preferíamos mantener en silencio. Le recordó a Maduro que esas “elecciones” suyas fueron una broma pesada y que echarse a ocho millones de venezolanos encima no es precisamente un acto de democracia, diay.
Y no se quedó ahí, maes. Siguiendo con la lista, le metió duro a Ortega, recordando cómo ha convertido a Nicaragua en un páramo de represión. Hablando claro, Nicaragua se ha ido al traste con esa dictadura que parece no tener fin. Miles de compatriotas huyéndonos del país, buscando refugio en cualquier lado porque allá ya no tienen futuro ni esperanza. Una verdadera pena, ¡qué vara!
André no se limitó a criticar a nuestros vecinos. También encendió alarmas sobre la crisis en Haití, señalando que la comunidad internacional no ha hecho lo suficiente para ayudar a ese país hermano. ¡Qué sal!, sinceramente, ver cómo se hunde Haiti es doloroso para cualquiera que tenga un poquito de corazón. Deberían ponerle remedio antes de que sea demasiado tarde.
Pero no todo fue crítica, maes. André también aprovechó para hablar del flagelo del crimen organizado en Latinoamérica. Dijo que estas bandas criminales son como setas, crecen en terrenos donde hay corrupción y falta de oportunidades. Y agregó, con razón, que esto no solo nos afecta a nosotros, sino a todo el mundo. Que las redes criminales no conocen fronteras y buscan expandirse a todos lados, generando inseguridad y violencia.
En cuanto a temas económicos, André pidió a gritos que se rescate el multilateralismo financiero. Dice que los sistemas de financiamiento internacional están quedando obsoletos y que necesitamos urgentemente crear una arquitectura más justa y equitativa. ¡Qué carga!, pero tiene razón, el sistema actual beneficia a unos pocos a costa de muchos. Hay que buscar alternativas, encontrar formas de apoyar a los países que realmente lo necesitan.
Además, André manifestó el respaldo de Costa Rica a iniciativas de la ONU sobre la protección del océano y la regulación de la inteligencia artificial. Temas que, aunque suenen a ciencia ficción, van a marcar la pauta en el futuro cercano. Hay que estar preparados para afrontar los retos que estos nuevos escenarios nos presentan. Y hablando de futuro, Rodrigo Chaves terminó su gobierno sin asistir a la asamblea general... ¡Qué despiche!
Bueno, pues ya vieron, maes, nuestro canciller André representó a Costa Rica con gallardía en la ONU. Dio el palo certero a quienes merecían recibirlo y defendió nuestras ideas con firmeza. Ahora, cuéntenme: ¿Creen que la postura de André tendrá algún impacto real en la política regional? ¿Debería haber sido aún más contundente en sus críticas a Venezuela y Nicaragua, o consideraron que mantuvo el equilibrio adecuado? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
