La Universidad Estatal a Distancia (UNED) ha lanzado un proyecto pionero de "Árboles Líquidos" que promete cambiar la forma en que Costa Rica aborda la mitigación del cambio climático. Este ambicioso plan, liderado por estudiantes de Manejo de Recursos Naturales, utiliza microalgas como la Nannochloropsis oculata y Chlorella vulgaris para capturar CO₂ de manera eficiente. La clave del proyecto está en los biofotorreactores, donde las microalgas se cultivan en 240 litros de agua, absorbiendo lo equivalente a 20 árboles jóvenes.
El concepto detrás de los “Árboles Líquidos” no es reemplazar la flora natural, sino ofrecer una alternativa viable para las ciudades donde la contaminación atmosférica y la falta de espacio verde dificultan la plantación de árboles. En San José, por ejemplo, se ha registrado uno de los niveles más altos de material particulado en América Latina. Frente a este panorama desalentador, la capacidad de estas microalgas para absorber carbono y producir oxígeno de manera eficiente presenta una oportunidad de oro para combatir la crisis ambiental que enfrenta el país.
El desarrollo cuenta con la colaboración del Programa de Laboratorio de la UNED y busca consolidar alianzas con el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la UCR para validar los resultados y expandir la cobertura de estas estructuras. Además, la cooperativa CoopeAgir R.L. planea instalar 1.400 unidades en varias regiones del país, con el objetivo de absorber unas 50 toneladas de carbono anualmente.
A diferencia de los proyectos que promueven soluciones verdes únicamente por su impacto positivo en el medio ambiente, los "Árboles Líquidos" también abordan la generación de empleo y la economía circular, algo que los hace aún más relevantes en un país con crecientes necesidades económicas y sociales. Esta tecnología, aunque simple, enfrenta desafíos logísticos y de mantenimiento, como la exposición a contaminantes, por lo cual los investigadores han implementado protocolos estrictos de limpieza y monitoreo.
Wilber Sácida González, uno de los investigadores responsables, explicó que los biofotorreactores se diseñaron para ser fáciles de mantener y replicar en áreas costeras como Puntarenas y Limón. La elección de estas zonas no es casual, pues los altos niveles de dióxido de carbono y la limitada cobertura forestal representan una doble amenaza ambiental para las comunidades costeras. Aquí, los "Árboles Líquidos" pueden marcar una gran diferencia, no solo reduciendo el carbono en el aire, sino también creando conciencia en la población sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles.
El proyecto “Árboles Líquidos” no solo reafirma la posición de Costa Rica como un referente en sostenibilidad, sino que también invita a cuestionar hasta qué punto se pueden implementar tecnologías innovadoras en países donde las soluciones tradicionales han fallado. En un mundo donde la crisis climática avanza rápidamente, las iniciativas que fusionan ciencia, tecnología y sostenibilidad son más que bienvenidas, son necesarias.
Este tipo de investigaciones también plantea preguntas incómodas:
Así, la UNED y sus estudiantes dejan en claro que la lucha contra el cambio climático requiere soluciones tanto radicales como innovadoras. Los "Árboles Líquidos" no son simplemente un proyecto de investigación más, son una declaración de intenciones y un llamado a la acción para todos aquellos interesados en redefinir la forma en que coexistimos con nuestro entorno.
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El concepto detrás de los “Árboles Líquidos” no es reemplazar la flora natural, sino ofrecer una alternativa viable para las ciudades donde la contaminación atmosférica y la falta de espacio verde dificultan la plantación de árboles. En San José, por ejemplo, se ha registrado uno de los niveles más altos de material particulado en América Latina. Frente a este panorama desalentador, la capacidad de estas microalgas para absorber carbono y producir oxígeno de manera eficiente presenta una oportunidad de oro para combatir la crisis ambiental que enfrenta el país.
El desarrollo cuenta con la colaboración del Programa de Laboratorio de la UNED y busca consolidar alianzas con el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la UCR para validar los resultados y expandir la cobertura de estas estructuras. Además, la cooperativa CoopeAgir R.L. planea instalar 1.400 unidades en varias regiones del país, con el objetivo de absorber unas 50 toneladas de carbono anualmente.
A diferencia de los proyectos que promueven soluciones verdes únicamente por su impacto positivo en el medio ambiente, los "Árboles Líquidos" también abordan la generación de empleo y la economía circular, algo que los hace aún más relevantes en un país con crecientes necesidades económicas y sociales. Esta tecnología, aunque simple, enfrenta desafíos logísticos y de mantenimiento, como la exposición a contaminantes, por lo cual los investigadores han implementado protocolos estrictos de limpieza y monitoreo.
Wilber Sácida González, uno de los investigadores responsables, explicó que los biofotorreactores se diseñaron para ser fáciles de mantener y replicar en áreas costeras como Puntarenas y Limón. La elección de estas zonas no es casual, pues los altos niveles de dióxido de carbono y la limitada cobertura forestal representan una doble amenaza ambiental para las comunidades costeras. Aquí, los "Árboles Líquidos" pueden marcar una gran diferencia, no solo reduciendo el carbono en el aire, sino también creando conciencia en la población sobre la importancia de adoptar prácticas sostenibles.
El proyecto “Árboles Líquidos” no solo reafirma la posición de Costa Rica como un referente en sostenibilidad, sino que también invita a cuestionar hasta qué punto se pueden implementar tecnologías innovadoras en países donde las soluciones tradicionales han fallado. En un mundo donde la crisis climática avanza rápidamente, las iniciativas que fusionan ciencia, tecnología y sostenibilidad son más que bienvenidas, son necesarias.
Este tipo de investigaciones también plantea preguntas incómodas:
- ¿Será suficiente con estos esfuerzos aislados o se necesita una reestructuración completa de nuestras prácticas industriales y urbanas?
- ¿Podrán estos proyectos mantenerse a largo plazo sin el apoyo de políticas públicas robustas?
Así, la UNED y sus estudiantes dejan en claro que la lucha contra el cambio climático requiere soluciones tanto radicales como innovadoras. Los "Árboles Líquidos" no son simplemente un proyecto de investigación más, son una declaración de intenciones y un llamado a la acción para todos aquellos interesados en redefinir la forma en que coexistimos con nuestro entorno.
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