¡Aguántense que esto se puso bueno, pura vaina! La Fiscalía anda patas arriba investigando el caso de Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, y ahora involucran al mismísimo Presidente Chaves y figuras clave de Canal Opa. ¡Una torta monumental, mándale! Parece que la cosa se va poniendo más espesa que salsa de tomate casera.
Todo empezó con la denuncia de una señora de Turrialba, quien asegura que funcionarias del Inamu (Yerlin Zúñiga y Claudia Blanco) la visitaron con una denuncia preescrita contra Randall, intentándole meter presión para que la firmara. Le ofrecieron ayuda del IMAS y hasta pagarle los estudios de Derecho, ¡una pana tremenda! Pero la señora, valiente que te retuerces, se negó a jugar con esas cartas marcadas y denunció todo el tinglado.
Lo que más sacudió la olla fue que esa denuncia, que la señora ni siquiera firmó, apareció en un reportaje de Opa como si fuera legítima. ¡Imagínate el susto y la bronca que se agarró la pobrecita! Como sabemos, Opa ha tenido vínculos cuestionables, especialmente desde que Carlos Valenciano, ahora aliado de la candidata Laura Fernández, pasó a dirigirlo. Esa vara apesta a político, diay.
Y ahí es donde entra el Presidente. La Fiscalía, buscando aclarar si hubo algún tipo de coordinación indebida, solicitó los videos de un almuerzo reciente en Limoncello, el mismo restaurante donde supuestamente se encontraron las funcionarias del Inamu con la denunciante. En ese mismo almuerzo, casualmente, estaban presentes Douglas Sánchez y Jorge Obando, rostros conocidos de Canal Opa. ¡Coincidencias extrañas, esos son!, mándale.
La respuesta de los implicados, claro, fue un coro de “no fuimos nosotros”. Chaves juró y perjuró que siempre almuerza con Pilar Cisneros los viernes y que jamás vio a Douglas Sánchez. Obando, por su lado, mostró la factura del almuerzo y aseguró que las cámaras de seguridad del restaurante corroborarían su versión. ¡Pero ay, la evidencia habla claro, chunche!
CR Hoy, como buenos periodistas, fue a investigar la vara y comprobó que sí, que todos estuvieron en el restaurante al mismo tiempo. Tenemos fotos y videos que lo demuestran, ¡sin mentiras! Estos materiales, ahora en manos de la Fiscalía, podrían ser la clave para destapar toda la trama. Que no se lesione nadie, diay.
El abogado de Zúñiga, Federico Campos, no tardó en salir al paso, alegando que las denuncias contra su cliente están motivadas por intereses externos y que busca desacreditarlo. Agregando más leña al fuego, Campos afirmó que existen pruebas suficientes para demostrar la falsedad de las acusaciones. ¡Que se preparen que esto va a tener movida, brete!
En fin, la cosa está más caliente que gallo en pedreria. Este escándalo amenaza con hundir a varios actores políticos y judiciales. Con tanta sopa, es difícil saber quién está diciendo la verdad. Ahora, díganme, compas: ¿creen que realmente se trata de simples coincidencias, o estamos ante un intento de manipulación política orquestado desde las alturas?
Todo empezó con la denuncia de una señora de Turrialba, quien asegura que funcionarias del Inamu (Yerlin Zúñiga y Claudia Blanco) la visitaron con una denuncia preescrita contra Randall, intentándole meter presión para que la firmara. Le ofrecieron ayuda del IMAS y hasta pagarle los estudios de Derecho, ¡una pana tremenda! Pero la señora, valiente que te retuerces, se negó a jugar con esas cartas marcadas y denunció todo el tinglado.
Lo que más sacudió la olla fue que esa denuncia, que la señora ni siquiera firmó, apareció en un reportaje de Opa como si fuera legítima. ¡Imagínate el susto y la bronca que se agarró la pobrecita! Como sabemos, Opa ha tenido vínculos cuestionables, especialmente desde que Carlos Valenciano, ahora aliado de la candidata Laura Fernández, pasó a dirigirlo. Esa vara apesta a político, diay.
Y ahí es donde entra el Presidente. La Fiscalía, buscando aclarar si hubo algún tipo de coordinación indebida, solicitó los videos de un almuerzo reciente en Limoncello, el mismo restaurante donde supuestamente se encontraron las funcionarias del Inamu con la denunciante. En ese mismo almuerzo, casualmente, estaban presentes Douglas Sánchez y Jorge Obando, rostros conocidos de Canal Opa. ¡Coincidencias extrañas, esos son!, mándale.
La respuesta de los implicados, claro, fue un coro de “no fuimos nosotros”. Chaves juró y perjuró que siempre almuerza con Pilar Cisneros los viernes y que jamás vio a Douglas Sánchez. Obando, por su lado, mostró la factura del almuerzo y aseguró que las cámaras de seguridad del restaurante corroborarían su versión. ¡Pero ay, la evidencia habla claro, chunche!
CR Hoy, como buenos periodistas, fue a investigar la vara y comprobó que sí, que todos estuvieron en el restaurante al mismo tiempo. Tenemos fotos y videos que lo demuestran, ¡sin mentiras! Estos materiales, ahora en manos de la Fiscalía, podrían ser la clave para destapar toda la trama. Que no se lesione nadie, diay.
El abogado de Zúñiga, Federico Campos, no tardó en salir al paso, alegando que las denuncias contra su cliente están motivadas por intereses externos y que busca desacreditarlo. Agregando más leña al fuego, Campos afirmó que existen pruebas suficientes para demostrar la falsedad de las acusaciones. ¡Que se preparen que esto va a tener movida, brete!
En fin, la cosa está más caliente que gallo en pedreria. Este escándalo amenaza con hundir a varios actores políticos y judiciales. Con tanta sopa, es difícil saber quién está diciendo la verdad. Ahora, díganme, compas: ¿creen que realmente se trata de simples coincidencias, o estamos ante un intento de manipulación política orquestado desde las alturas?
